Contempla a Cristo que sufre en la Pasión

Cristo muerto sostenido por un ángel

Cristo muerto sostenido por un ángel es una de las pinturas más relevantes de la última etapa del pintor italiano Antonello da Messina (14301479). Está realizado en óleo y temple sobre tabla, y fue pintado hacia 147576. Se exhibe actualmente en el Museo del Prado de Madrid.

Historia

La pintura se fecha hacia 1470 y algunos expertos creen que Antonello la terminó con ayuda de su hijo Jacobello. Hacia 1965, la obra fue localizada en una colección particular de Irún (España), y se propuso su compra al Museo del Prado (Madrid). Al ser obra inédita, suscitó algunas dudas, pero posteriores estudios la han situado entre las piezas magistrales del artista. Se cuenta que previamente se había conservado en Monforte de Lemos (Galicia), a donde pudo ser llevada desde Italia por un eclesiástico de alto rango.

Descripción de la obra

Ante un paisaje luminoso, de verdes prados y árboles de copas redondas, un ángel lloroso sostiene a Cristo muerto tras la Pasión. Las figuras son proporcionadas, como pintura renacentista. Cristo está representado de manera proporcionada, siguiendo la anatomía clásica. El cuerpo está desnudo, cubierto por el paño de pudor y se ve la herida del costado, de la que sale un rastro de sangre. En la mano izquierda se ve la herida del clavo. No hay expresión de dolor en el rostro de Cristo, sino serenidad; pero sí en el del ángel que lo sostiene, marcado su rostro infantil en una ligera expresión de llanto.

Esta dramática imagen de la Pasión del primer plano choca con el paisaje tranquilo del fondo. En el manso paisaje se observan olivos verdes en segundo plano; pero, en contraste con este árbol, se distinguen calaveras y algún tronco seco erguido que contrastan con el verde de sus alrededores y la ciudad al fondo. Éste es un claro simbolismo que representa o alude al monte Calvario (del latín, o Gólgota en arameo y Κρανιου Τοπος en griego, cuyo significado es siempre calavera).

El Miserere

El Miserere —también llamado Miserere mei, Deus— es una composición creada por Gregorio Allegri en el siglo XVII durante el pontificado del papa Urbano VIII. Se trata de la musicalización del salmo 51, llamado Miserere, del Antiguo Testamento. Se compuso para ser cantado en la capilla Sixtina durante los maitines los miércoles y viernes de Semana Santa durante la Pasión. El original se canta en latín.

Historia

Allegri lo realizó hacia 1638. Está escrita para dos coros, uno de cuatro voces y otro de cinco. Uno de los coros canta una versión simple del tema original y el otro coro, a cierta distancia, canta un comentario más elaborado. Es uno de los mejores ejemplos del estilo polifónico del Renacimiento, llamado en el siglo XVII stile antico o prima prattica, y denota las influencias combinadas de la escuela romana (Palestrina) y veneciana (Andrea y Giovanni Gabrieli, el coro doble).

En un principio, se impuso una prohibición de ejecutar la obra fuera de la capilla Sixtina, incluso se amenazaba con la excomunión a quien la copiara, pese a lo cual se hicieron algunas copias. El emperador Leopoldo I de Austria solicitó y obtuvo una copia, que conservó en la Biblioteca Imperial de Viena. Sin embargo, cuando la hizo ejecutar pensó que había sido engañado. Entonces, el papa despidió al maestro de capilla de la época, quien tuvo que trasladarse a Viena para explicar las técnicas de ejecución y las improvisaciones —los llamados abbellimenti que nunca eran escritos, sino que eran pasados de intérprete a intérprete en el coro de la capilla— que según él no podían ser reflejados en el papel, a fin de poder ser contratado nuevamente. El padre Giovanni Battista Martini poseía otra copia.

En 1770 Wolfgang Amadeus Mozart con tan sólo 14 años, tras escuchar la obra tan sólo una vez, la transcribió al papel de memoria, para luego hacerle correcciones menores en una segunda ocasión. Este hecho es ampliamente recordado como muestra del genio de Mozart, quien incluso fue hecho caballero de la Orden de la Espuela de Oro por el papa al enterarse del hecho. La copia de Mozart, que reflejaba las improvisaciones, no ha sido conservada. En 1771, el Dr. Charles Burney, después de un viaje a Italia, publicó en Londres una versión de la obra, basada posiblemente en la copia de Martini, la de Mozart y, quizás, una copia obtenida de la propia capilla Sixtina.

Texto Original

El texto original fue escrito en latín:

Miserere mei, Deus: secundum magnam misericordiam tuam.

Et secundum multitudinem miserationum tuarum, dele iniquitatem meam.
Amplius lava me ab iniquitate mea: et a peccato meo munda me.
Quoniam iniquitatem meam ego cognosco: et peccatum meum contra me est semper.
Tibi soli peccavi, et malum coram te feci: ut justificeris in sermonibus tuis, et vincas cum judicaris.
Ecce enim in iniquitatibus conceptus sum: et in peccatis concepit me mater mea.
Ecce enim veritatem dilexisti: incerta et occulta sapientiae tuae manifestasti mihi.
Asperges me hysopo, et mundabor: lavabis me, et super nivem dealbabor.
Auditui meo dabis gaudium et laetitiam: et exsultabunt ossa humiliata.
Averte faciem tuam a peccatis meis: et omnes iniquitates meas dele.
Cor mundum crea in me, Deus: et spiritum rectum innova in visceribus meis.
Ne proiicias me a facie tua: et spiritum sanctum tuum ne auferas a me.
Redde mihi laetitiam salutaris tui: et spiritu principali confirma me.
Docebo iniquos vias tuas: et impii ad te convertentur.
Libera me de sanguinibus, Deus, Deus salutis meae: et exsultabit lingua mea justitiam tuam.
Domine, labia mea aperies: et os meum annuntiabit laudem tuam.
Quoniam si voluisses sacrificium, dedissem utique: holocaustis non delectaberis.
Sacrificium Deo spiritus contribulatus: cor contritum, et humiliatum, Deus, non despicies.
Benigne fac, Domine, in bona voluntate tua Sion: ut aedificentur muri Ierusalem.
Tunc acceptabis sacrificium justitiae, oblationes, et holocausta: tunc imponent super altare tuum vitulos.

Traducción al español

Ten piedad de mí, oh Dios, por tu gran bondad

De acuerdo con la multitud de tus piedades, elimina todas mis ofensas.
Lávame más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: que seas reconocido justo en tu palabra, y claro cuando sea juzgado.
He aquí, yo nací en iniquidad, y en el pecado de mi madre fui concebido.
Pero he aquí, que requieres la verdad en lo íntimo, y me haces entender la sabiduría secretamente.
Tú purifícame con hisopo, y seré limpio: Tú lávame y quedaré más blanco que la nieve.
Tú me haces oír hablar de gozo y alegría: como los huesos que han abatido mi regocijo.
No vuelvas tu rostro hacia mis pecados, y saca todas mis maldades.
Házme de un corazón limpio, oh Dios, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me alejes de tu presencia, y no tomes tu Espíritu Santo de mí.
O dame la alegría de tu ayuda nuevamente: Y afírmame con tu espíritu libre.
Entonces voy a enseñar tus caminos a los malos, y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame del pecado sanguíneo, oh Dios, Tú que eres el Dios de mi bienestar: Y cantará mi lengua tu justicia.
Tú me abrirás los labios, oh Señor, y mi boca mostrará tu alabanza.
Pues si hubiérais querido un sacrificio, yo os lo hubiera dado: pero no os deleitéis en los holocaustos.
El sacrificio de Dios es un espíritu quebrantado: un corazón contrito y roto, oh Dios, no lo desprecies.
Que seas favorable y benigno para con Sion: para que se edifiquen los muros de Jerusalén.
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, con los holocaustos y oblaciones: entonces se ofrecen becerros sobre tu altar.

Fuente: Wikipedia

Meditación Jueves Santo de San Juan Pablo II

1. «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer» (Lc 22, 15).
Cristo da a conocer, con estas palabras, el significado profético de la cena pascual, que está a punto de celebrar con los discípulos en el Cenáculo de Jerusalén.

Con la primera lectura, tomada del libro del Éxodo, la liturgia ha puesto de relieve cómo la Pascua de Jesús se inscribe en el contexto de la Pascua de la antigua Alianza. Con ella, los israelitas conmemoraban la cena consumada por sus padres en el momento del éxodo de Egipto, de la liberación de la esclavitud. El texto sagrado prescribía que se untara con un poco de sangre del cordero las dos jambas y el dintel de las casas. Y añadía cómo había que comer el cordero:  «Ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros  pies, y el bastón en vuestra mano; (…) de prisa. (…) Yo pasaré esa noche por  la  tierra  de Egipto y heriré a todos  los  primogénitos. (…) La sangre será vuestra señal en las casas donde moráis. Cuando yo vea la sangre pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga exterminadora» (Ex 12, 11-13).

Con la sangre del cordero los hijos e hijas de Israel obtienen la liberación de la esclavitud de Egipto, bajo la guía de Moisés. El recuerdo de un acontecimiento tan extraordinario se convirtió en una ocasión de fiesta para el pueblo, agradecido al Señor por la libertad recuperada, don divino y compromiso humano siempre actual. «Este será un día memorable para vosotros, y lo celebraréis como fiesta en honor del Señor» (Ex 12, 14). ¡Es la Pascua del Señor! ¡La Pascua de la antigua Alianza!

2. «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer» (Lc 22, 15). En el Cenáculo, Cristo, cumpliendo las prescripciones de la antigua Alianza, celebra la cena pascual con los Apóstoles, pero da a este rito un contenido nuevo. Hemos escuchado lo que dice de él san Pablo en la segunda lectura, tomada de la primera carta a los Corintios. En este texto, que se suele considerar como la más antigua descripción de la cena del Señor, se recuerda que Jesús, «la noche en que iban a entregarle, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo:  «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía». Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:  «Este cáliz es la nueva Alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que bebáis, en memoria mía». Por eso, cada que vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva» (1 Co 11, 23-26).

Con estas palabras solemnes se entrega, para todos los siglos, la memoria de la institución de la Eucaristía. Cada año, en este día, las recordamos volviendo espiritualmente al Cenáculo. Esta tarde las revivo con emoción particular, porque conservo en mis ojos y en mi corazón las imágenes del Cenáculo, donde tuve la alegría de celebrar la Eucaristía, con ocasión de mi reciente peregrinación jubilar a Tierra Santa. La emoción es más fuerte aún porque este es el año del jubileo bimilenario de la Encarnación. Desde esta perspectiva, la celebración que estamos viviendo adquiere una profundidad especial, pues en el Cenáculo Jesús infundió un nuevo contenido a las antiguas tradiciones y anticipó los acontecimientos del día siguiente, cuando su cuerpo, cuerpo inmaculado del Cordero de Dios, sería inmolado y su sangre sería derramada para la redención del mundo. La Encarnación se había realizado precisamente con vistas a este acontecimiento:  ¡la Pascua de Cristo, la Pascua de la nueva Alianza!

3. «Cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva» (1 Co 11, 26). El Apóstol nos exhorta a hacer constantemente memoria de este misterio. Al mismo tiempo, nos invita a vivir diariamente nuestra misión de testigos y heraldos del amor del Crucificado, en espera de su vuelta gloriosa.

Pero ¿cómo hacer memoria de este acontecimiento salvífico? ¿Cómo vivir en espera de que Cristo vuelva? Antes de instituir el sacramento de su Cuerpo y su Sangre, Cristo, inclinado y arrodillado, como un esclavo, lava en el Cenáculo los pies a sus discípulos. Lo vemos de nuevo mientras realiza este gesto, que en la cultura judía es propio de los siervos y de las personas más humildes de la familia. Pedro, al inicio, se opone, pero el Maestro lo convence, y al final también él se deja lavar los pies, como los demás discípulos. Pero, inmediatamente después, vestido y sentado nuevamente a la mesa, Jesús explica el sentido de su gesto:  «Vosotros me llamáis «el Maestro» y «el Señor», y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros» (Jn 13, 12-14). Estas palabras, que unen el misterio eucarístico al servicio del amor, pueden considerarse propedéuticas de la institución del sacerdocio ministerial.

Con la institución de la Eucaristía, Jesús comunica a los Apóstoles la participación ministerial en su sacerdocio, el sacerdocio de la Alianza nueva y eterna, en virtud de la cual él, y sólo él, es siempre y por doquier artífice y ministro de la Eucaristía. Los Apóstoles, a su vez, se convierten en ministros de este excelso misterio de la fe, destinado a perpetuarse hasta el fin del mundo. Se convierten, al mismo tiempo, en servidores de todos los que van a participar de este don y misterio tan grandes.

La Eucaristía, el supremo sacramento de la Iglesia, está unida al sacerdocio ministerial, que nació también en el Cenáculo, como don del gran amor de Jesús, que «sabiendo que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo» (Jn 13, 1).

La Eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento nuevo del amor. ¡Este es el memorial vivo que contemplamos en el Jueves santo!

«Haced esto en memoria mía»:  ¡esta es la Pascua de la Iglesia, nuestra Pascua!

MISA «IN CENA DOMINI» EN LA BASÍLICA VATICANA

 HOMILÍA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II

Jueves santo, 20 de abril de 2000

Los 11 consejos del Papa para un buen noviazgo

Es necesario “ayudar a los jóvenes a descubrir el valor y la riqueza del matrimonio”, ha expresado el Papa Francisco en la exhortación apostólica Amoris Laetitia presentada el 8 de abril del pasado año. Para ello, dio una serie de consejos a los novios que presentamos a continuación:

1. Recuerden la importancia de las virtudes, “entre estas, la castidad resulta la condición preciosa para el crecimiento genuino del amor interpersonal”.

2. “Aprender a amar a alguien no es algo que se improvisa ni puede ser el objetivo de un breve curso previo a la celebración del matrimonio”. Cada persona se prepara para el matrimonio desde su nacimiento, aprendiendo de sus padres “lo que es un matrimonio cristiano”.

3. Comprendan que el matrimonio “es una cuestión de amor, que sólo pueden casarse los que se eligen libremente y se aman”.

5. De darse el caso, durante el noviazgo deben tener la capacidad de reconocer “incompatibilidades o riesgos” y aceptar que no es razonable apostar por una relación, para “no exponerse a un fracaso previsible con consecuencias muy dolorosas”.

6. Por ello, hablen “de lo que cada uno espera de un eventual matrimonio, de su modo de entender lo que es el amor y el compromiso, de lo que se desea del otro, del tipo de vida en común que se quisiera proyectar”.

7. Recuerden que el compromiso expresado en el matrimonio, “cuando se trata de dos bautizados, sólo pueden interpretarse como signos del amor del Hijo de Dios hecho carne y unido con su Iglesia en alianza de amor”.

8. Por tanto, este sacramento no es un momento que luego es parte del pasado y los recuerdos, sino que “ejerce su influencia sobre toda la vida matrimonial, de manera permanente”.

9. No se concentren solo en la celebración, sino dediquen sus mejores fuerzas “a prepararse como pareja para el gran paso que van a dar juntos”. Tengan la valentía de ser diferentes y no dejarse “devorar por la sociedad del consumo y de la apariencia”. “Lo que importa es el amor que los une, fortalecido y santificado por la gracia”.

10. El casamiento no es el final del camino, pues el matrimonio es “una vocación que los lanza hacia adelante, con la firme y realista decisión de atravesar juntos todas las pruebas y momentos difíciles”.

11. El día que se casen oren juntos, “el uno por el otro, pidiendo ayuda a Dios para ser fieles y generosos, preguntándole juntos a Dios qué es lo que él espera de ellos, e incluso consagrando su amor ante una imagen de María”.

Un terrorista se convierte y cumple su sueño: ingresar a un monasterio

Las torres gemelas en Nueva York, los atentados de Madrid, la matanza en la isla de Utoya en Noruega, las atrocidades de Boko Haram, del Califato del Estado Islámico, la reciente bomba en el metro de Santiago de Chile tienen un factor común: el odio y deshumanización que sustentan el terrorismo.

Algunos seres humanos que alguna vez ejercieron el terror logran liberar y sanar desde la maldad para nacer a una vida nueva. Dios fue y es la razón para esta resurrección en el caso del ex terrorista ETA Jean Philippe Saez…

Jean Philippe Saez fue educado en el amor a las tradiciones de sus padres y con sólo 19 años ya era un conocido virtuoso del Txistu (flauta autóctona) en el País Vasco francés. Transcurrían los años setenta cuando el etarra Domingo Iturbe Abasoloi, alias Txomin, lo captó y entrenó para hacerlo parte del primer comando operativo (Argala) de ETA. El grupo, compuesto sólo por vasco-franceses, desplegó sus primeras acciones terroristas en España durante los  años 1978 y 1979.

“En ese momento” -confesaría años después Philippe- “la ETA representaba el mito de los días gloriosos de la lucha contra Franco. Unirme a ella era una especie de exaltación para mí, pero rápidamente fui llevado a vivir en la clandestinidad”.

Pronto Philippe, que sería apodado el Txistu, descubriría el macabro sentimiento de ser protagonista del terror de ETA… participando como vigilante en al menos cuatro atentados donde sus compañeros asesinaron a siete personas: el industrial José Legaza, el magistrado José Francisco Mateu, el general Constantino Ortiz, el teniente general Luis Gómez Ortigüela, los coroneles Agustín Laso y Jesús Avelós, y el conductor Lorenzo Gómez.

Phillippe, que hubo de actuar como centinela en el último atentado a Laso, Avelós y Gómez estuvo a punto de escapar ese mismo día. Pero habría significado firmar su sentencia de muerte.

Aprovechando los meses de “silencio” que la propia organización le impuso para que pasare desapercibido una vez de regreso en Francia, se confesó, comenzó a ir regularmente a misa y en su corazón volvió a nacer la vocación perdida en la adolescencia. Ingresar como monje a la Abadía benedictina de Notre Dame de Belloc, era un anhelo recurrente en Philippe…

ETA y la Abadía

La Abadía desde sus orígenes representaba un símbolo de protección para los vascos… quizás en ello residía también el influjo que provocaba en Philippe. Había sido fundada en 1874 por un grupo de novicios vascos provenientes del monasterio de  Pierre-que-Vire, con el padre Agustín Bastres, de Lapurdi.

El primero de septiembre de aquél año todo el pueblo de Urt acompañó a los monjes hasta una vieja granja desocupada de Belloc cantando el Ongi etorri-aita onak-Jainkozko gizonak (Bienvenido sea Dios, padre bueno del hombre), según relata la enciclopedia Auñamendi.

Desde entonces el recinto, acredita una larga tradición de hospitalidad. Durante la Guerra Civil española se refugiaron allí republicanos y nacionalistas. Luego en la Segunda Guerra Mundial escondió a miembros de la resistencia y a pilotos aliados enviados por la red Orion. Como consecuencia algunos monjes dieron con sus huesos en el campo de concentración nazi de Dachau y la abadía recibió la Legión de Honor.

Así, en mayo de 1962 los monjes no vieron inconveniente en que aquel grupo de vascos de ideas independentistas realizaran su I Asamblea en la Abadía. Allí surgió ETA como “movimiento revolucionario vasco para la liberación nacional creado en la resistencia patriótica, socialista, de carácter aconfesional y económicamente independiente”. La misma organización que años después, en su V asamblea, sacralizaría la lucha armada despeñándose hacia el terrorismo.

El Hermano Philippe

El año 1982 Txistu logró que ETA aceptara su desvinculación. Libre, finalmente en septiembre de 1988, el ahora “Hermano Philippe” inició su formación monacal en la Abadía de Notre Dame de Belloc.

Siempre tuve la necesidad de vivir para Dios. Cuando pasó el tiempo me dije que ingresaría en un monasterio y ya no hablaría más de mi pasado”, señalaría escueto Philippe a quienes le buscarían en el silencio del claustro poco tiempo después. Sí, porque el pasado llegaría a cobrarle cuentas al mismo monasterio el año 1990.

La policía lo llevó detenido por su pasado etarra y desolado el prior Jean Jacques de Amestoy, señaló a los medios de comunicación que el novicio Philippe “vivía con seriedad la formación para su nueva vida de monje basada en la conversión y la oración”.

Luego, adelantando sentencia agregó que “el monasterio no puede aprobar de ningún modo lo que por esencia no puede justificarse”. Pero la justicia permitió que el futuro monje continuase su reclusión en la Abadía y el año 1997 se dictó sentencia condenándolo a diez de prisión.

Cumplida su condena el converso hermano Philippe continuaría vinculado a la Abadía. Siempre que le es posible se desplaza por la región para interpretar en parroquias música sacra con la flauta tradicional Txistu.

Fuentes: Portaluz, El País, Liberation, El correo, El tiempo
Artículo publicado originalmente en Portaluz

Algunas ideas para las familias con hijos pequeños

«Familia sé lo que eres»

Con esta frase san Juan Pablo II animaba a la familia cristiana a buscar sus raíces en  Nazaret.  Puede tratarse, ante todo, de una decisión ponderada y generosa de tener una familia numerosa; nada más absurdo que identificar “paternidad responsable” con la simple decisión de “limitar” la familia. Juan Pablo II decía: “en la concepción de la ‘paternidad responsable’ está contenida la disposición no solamente a evitar ‘un nuevo nacimiento’, sino también a hacer crecer la familia según los criterios de la prudencia”39 .

En cuanto al número de hijos decía Juan Pablo II: “Es preciso que se establezca este nivel justo teniendo en cuenta no sólo el bien de la propia familia y estado de salud y posibilidades de los mismos cónyuges, sino también el bien de la sociedad a que pertenecen, de la Iglesia y hasta de la humanidad entera. La encíclica Humanae vitae presenta la ‘paternidad responsable’ como expresión de un alto valor ético… supone también la disponibilidad a acoger una prole más numerosa”

¿Quien dijo que la paternidad responsable es sólo para unos pocos elegidos? Hace unas semanas nos tropezamos con un vídeo que se ha hecho viral, en el que unos padres bailan con sus hijos. De esta forma, dicen, se afianza el vínculo entre padres e hijos mientras se hace deporte.

Nada mejor para afianzar el vínculo con papá que una divertida clase de baile al estilo Groovaroo.

Y si encima, más tarde se añaden las mamis… ¡lo tenemos todo!

El breakdance es para profesionales, como papá y yo…. Este niño lo da todo con su padre.

 

¿Los países pobres necesitan aborto legal? Activista destruye este argumento

Un video con la valiente denuncia contra la colonización ideológica pro aborto en África de Obianuju Ekeocha, fundadora y Presidenta de Culture of Life Africa, se ha viralizado en las redes sociales en las últimas semanas.

El video fue grabado originalmente durante la conferencia «Mejores prácticas para el cuidado de la salud materna», organizada el 17 de marzo de 2016 por la Misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.

En los últimos días el video ha sido ampliamente difundido en redes sociales, luego de que fuera publicado en la página de Facebook de la organización provida estadounidense Live Action.

Obianuju Ekeocha señaló que es de la tribu Igo, en Nigeria, donde no existe una palabra para presentar el aborto como algo que beneficie a la mujer.

“La mayoría de lenguas nativas africanas ni siquiera tienen una forma de decir aborto para que signifique algo bueno”, señaló.

La líder provida africana calificó de “neo-colonización” el que “gente del mundo occidental venga a África y trate de darnos este tipo de lenguaje que nunca podríamos traducir a nuestras lenguas nativas”.

Obianuju Ekeocha subrayó que “culturalmente la mayoría de comunidades africanas realmente creen por tradición, por estándares culturales, que el aborto es un ataque directo contra la vida humana”.

“Para que cualquiera sea capaz de convencer a cualquier mujer en África que el aborto es en realidad una cosa buena o puede ser una cosa buena, primero tienes que decirle que lo que sus padres y sus abuelos y sus ancestros le enseñaron está de hecho mal, le vas a tener que decir que ellos siempre estuvieron equivocados. Y eso, señora, es colonización”, finalizó.

Fuente: ACI

Cuatro claves para vivir la Cuaresma

“La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un ‘tiempo de gracia’”, dijo el Papa Francisco en su mensaje de este año para este período litúrgico.

Aquí cuatro claves para vivir la Cuaresma.
Claves sencillaspara vivir la Cuaresma

1. Acudir a la confesión

La Cuaresma es un muy buen momento del año para llevar a cabo una confesión preparada y de corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión. Ayúdate de un libro para estructurar tu confesión. Busca el tiempo para llevarla a cabo.

Preguntas para un buen examen de conciencia 

2. Conversión del corazón

Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Establece propósitos para cumplir día a día y revisa en la noche si los lograste. Recuerda no ponerte demasiados porque te va a ser muy difícil cumplirlos todos. Que sean pocos, claros, posibles y, sobre todo, medibles. Que al final del día puedas ver claramente si los cumpliste o no.

Descubre o potencia una virtud y traza un plan para crecer en ella. Hay que subir las escaleras de un escalón en un escalón, no se puede subir toda de un brinco.

Historias urbanas de conversión

3. Sacrificios para vivir la caridad

La palabra sacrificio viene del latín “sacrum-facere”, que significa «hacer sagrado». Entonces, hacer un sacrificio es hacer una cosa sagrada, es decir, ofrecerla a Dios por amor. Hacer sacrificio es ofrecer a Dios, porque lo amas, cosas que te cuestan trabajo.

Por ejemplo, ser amable con el vecino que no te simpatiza, ayudar a otro en su trabajo y dar limosna a los necesitados. A cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo hacer en la vida de todos los días. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estamos haciendo sacrificio.

Formas de hacer ayuno y abstinencia 

4. Sé amigo de Dios

Aprovecha estos días para orar, para platicar con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con Él. Te puedes ayudar de un buen libro de meditación para Cuaresma. Puedes leer en la Biblia pasajes relacionados con la Cuaresma o meditar los salmos. Oraciones especiales para la Cuaresma

 

Fuente: ACI

Fotos de las Confirmaciones del pasado 25 de febrero

Confirmaciones en la Parroquia

A continuación os ponemos algunas imágenes de la celebración de las Confirmaciones que tuvo lugar este pasado sábado 25 de febrero en la parroquia Santa Eugenia. Fue un día muy especial ya que 16 jóvenes de nuestra comunidad fueron ungidos con el Espíritu Santo terminando así la Iniciación Cristiana que comenzó con el Bautismo.

En este sacramento han sido fortalecidos y han dejado completar la obra del Espíritu Santo en el Bautismo. Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por él es capaz de defender su fe y de transmitirla. A partir de la Confirmación se convierten en cristianos maduros y pueden así llevar una vida cristiana más perfecta, más activa. Es el sacramento de la madurez cristiana y que  hace a los cristianos capaces de ser testigos de Cristo.

 

El resto de fotos las puedes ver en FLICKR

Fotos de la Cena del Hambre

Os queremos dar las gracias a todos los que participasteis en esta simbólica cena tanto preparándola, como buscando los testimonios, etc. A continuación os dejamos algunas fotos de la Cena del Hambre que tuvimos este fin de semana pasado en la Parroquia.

También podeis ver las fotos en nuestra cuenta de Flickr

Escuela de surf integra a personas con síndrome de Down y autismo

Escuela de surf
Escuela de surf «Olas de Esperanza» / Foto: Facebook Claudio Augusto Morales
Es domingo en la ciudad de Antofagasta, norte de Chile, y Felipe Pereira (21) se levanta entusiasta porque irá a la playa Paraíso a disfrutar del mar junto a sus amigos y a aprender de los instructores de la escuela de surf. Para los niños y jóvenes con síndrome de Down, esto más que un deporte… es sumergirse en “Olas de Esperanza”.

“Olas de Esperanza” es el nombre de la escuela de surf  gratuita que dirige Claudio Morales, Catalina Daniels y Pablo Marín, chilenos aficionados al deporte marino que comenzaron hace cinco años con esta aventura de amor.

Luego de golpear muchas puertas y asesorarse con especialistas para lograr la financiación, porque era una empresa absolutamente nueva en el país, comenzaron su primera clase con seis tablas y seis trajes.

Hoy Claudio, Catalina y Pablo junto a otros voluntarios reciben cada domingo, de diciembre a febrero, hasta 15 niños con síndrome de Down, asperger y autismo y les dan clases completamente personalizadas y adaptadas a la condición de cada niño.

Felipe es un joven muy sociable que baila folklore, va a natación y trabaja en el taller de panadería de su escuela. Él comentó a ACI Prensa que lo que más le gusta de las clases de surf es “pararme arriba de la tabla y tomar las olas. Me gusta el mar.  Me agrada mucho ir”. Respecto a los instructores agregó: “me encanta su cariño, me encantan las cosas que hacen”.

 En conversación con ACI Prensa, Catalina explicó que estas personas “te desafían a cambiar. No puedes seguir siendo el mismo”.

“Ellos son un tremendo ejemplo de cómo el amor es el motor de las mejores cosas, de los mejores momentos, del mejor esfuerzo. La mejor inversión es el afecto y con ellos es increíble”

Catalina, que tuvo un encuentro con Jesús hace algunos años, dijo que “e que conoce a Cristo, a Jesús que por misericordia entró en tu vida, no puede ser el mismo. Tienes que ser mejor, más cariñoso, más comprensivo, más tolerante, porque ellos lo son”.

La importancia del Surf y la integración

El surf requiere fuerza, equilibrio, agilidad y mucha técnica. Pero lo más difícil, reconocen los iniciadores de “Olas de Esperanza”, está en la relación entre el instructor y la persona con síndrome de Down; está en romper las barreras de la discriminación para dar paso a la integración.

“La gran mayoría de los chilenos nunca ha conversado son un síndrome de Down, nunca le han dado la mano. Entonces, llegan voluntarios muy motivados pero el primer día se quedan sin habla, no saben cómo actuar, tratan de ayudar, pero incluso se quedan paralizados”, explicó Claudio a ACI Prensa.

Por eso, en “las clases se ríen, cuentan chistes, conversan, ellos tienen esa mística. Lo pasan increíble, flotan, reman, hacemos dinámicas de grupo, toman la tabla. Ellos han demostrado que pueden mucho y han superado muchas dificultades propias de su condición”, precisó.

practicas3_bakioCatalina explicó que el problema radica en la discriminación y falta de integración propio del “ciudadano común” y más aún, “creo que cuando se perdió el valor de la familia, de la escuela y de la Iglesia pasó esto”.

“Ellos nacieron luchando con la frustración, nacieron con el pie izquierdo. Nos costó mucho encontrar apoyo en las empresas. ¿Por qué no vemos promotoras con síndrome de Down? Porque la belleza de nuestros alumnos es una belleza atípica y nadie la quiere en sus portadas (…) Chile es un país que crea discapacidad”

La recomendación de Catalina es que las personas se acerquen a Dios porque “para dar amor tienes que estar con el Creador del amor (…) Cuando tú tienes amor, necesitas entregarlo, plasmarlo, hacerlo real”.

surf-como-terapia-para-el-autismo-y-el-síndrome-de-down-730x410Claudio agregó que los “grandes ganadores” de Olas de Esperanza son ellos, “los voluntarios porque los niños con síndrome de Down te llenan el corazón de una forma increíble. Yo creo que a todos los voluntarios les cambia la visión de la vida”.

Fuente: Aciprensa