«Todo lo que luchamos por la vida de nuestros bebés, de verdad valió la pena»

“Todo valió la pena” es el nombre de la campaña que relata la historia de padres de familia que supieron que el hijo por nacer que esperaban difícilmente sobreviviría. A pesar de todo decidieron luchar por la vida de sus pequeños, rechazando el aborto. Ahora comparten sus historias para ayudar a otros en situaciones similares.

A través de videos cortos, madres y padres relatan cómo fue el embarazo, el momento en que diagnosticaron la enfermedad de su hijo, el nacimiento y reflexionan lo que significó esta experiencia en sus vidas.

Todo esto con el objetivo de “entregar apoyo desde nuestro testimonio y experiencia a todos los padres que decidan acompañar a sus hijos hasta el final”, describe el sitio web Valiolapena.cl.

Los padres señalan que luego de recibir un “diagnóstico desolador” se sintieron “angustiados, confundidos, tristes y abandonados por nuestro médico. No sabíamos cómo enfrentar la situación, ninguno estaba preparado para recibir esta noticia”.

“Por otro lado, la opción de realizar un aborto tampoco aliviaba nuestro dolor, pues la causa de nuestro dolor es precisamente saber que nuestro hijo va a fallecer”, agregan.

Con distintas historias pero con la misma finalidad de apoyar y amar a su hijo hasta el final, estos padres llegaron al Programa de Cuidados Paliativos Perinatales “Acompañares UC”, de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En el equipo de profesionales multidisciplinario de Acompañares UC encontraron un acompañamiento integral: acogida, respuestas, atención durante el embarazo, el parto, postparto y en el duelo.

“Acompañares UC nos entregó esperanza, paz, amor y tranquilidad. Nos dieron la oportunidad de conocer a nuestros hijos, despedirnos transitoriamente y cuidarlos hasta sus últimos suspiros. Todo valió la pena”.

Testimonio

Sandra Velásquez relata cómo fue el diagnóstico de Valentina, su hija con anencefalia que vivió solo 57 minutos. “Con el dolor que significa una noticia como esta, decidimos seguir adelante con la gestación de nuestros hijos”, agrega.

“Uno siente que dio todo hasta el final, que no les cortó la vida, que uno optó por la vida porque nadie merece ser tratado de esa manera”.

De la misma forma, Grace Pozo relata emocionada cómo fue su experiencia con Amanda su hija gravemente enferma que falleció a los seis días de nacer.

“Si tuviese que vivir la experiencia, lo vivo de nuevo. A pesar del dolor de no tenerla físicamente pero, ella está en mi corazón. Y todo lo que luchamos de verdad valió la pena”, manifestó.

Al final del video, Grace muestra imágenes de su hija y dice: “Esta es la chiquitita que me enseñó todo lo lindo de esta vida, a valorarla, a respetarla desde mi vientre y no querer hacer ningún tipo de atentado porque venía enferma”.

Esta campaña surge mientras en el parlamento avanza la discusión del proyecto de aborto en tres causales: riesgo de vida de la madre, “inviabilidad” fetal y violación.

Fuente: ACI prensa

¿Sabías que el Celtic de Glasgow fue fundado por un religioso marista?

El famoso equipo de fútbol Celtic de Glasgow fue fundado por el hermano Walfrid, un religioso marista irlandés que se trasladó a Escocia y que atendió a los miles de irlandeses católicos que emigraron debido a la hambruna en su isla.

La historia del hermano Walfrid y el Celtic.

Andrew Kerins, más conocido por su posterior nombre religioso como Hermano Walfrid, nació en Ballymote (Irlanda), el 18 de mayo de 1840. Creció durante la hambruna y se marcó como objetivo principal en la vida ayudar en todo lo posible para aliviar el hambre. Estudió magisterio y en 1864 solicitó la entrada en la Orden de los Maristas.

Se mudó a Escocia y en 1868 le nombraron profesor de la escuela parroquial de Santa María en el East End de Glasgow, el barrio de emigrantes católicos. En 1874 era ya su director y creó The Poor Children´s Dinner Table (La mesa de los niños pobres), una organización caritativa para ayudar a los niños más necesitados. La ayuda era espiritual y también material pues el hambre hacía estragos en esos momentos. Pronto se dejó la vida buscando dinero para sus niños pobres y consiguió la implicación de empresarios y de algunas personas importantes de la ciudad.  Él era un organizador nato y un adelantado a su tiempo.  Sus esfuerzos le llevaron a comprometerse en la organización de partidos de fútbol de  exhibición para recaudar fondos destinados a la caridad. Después de uno de estos partidos, decidió que Glasgow debería de tener un equipo de fútbol irlandés propio.

De este modo, el hermano Walfrid convocó una reunión en la sacristía de la Iglesia de Santa María, el 6 de noviembre de 1887 y propuso la creación de un equipo de fútbol que se llamase Celtic. Este nombre fue elegido para reflejar la identidad tanto irlandesa como escocesa. El primer partido benéfico se jugó en Mayo de 1888. Posteriormente, el Celtic se integró en la asociación de fútbol escocés en agosto de 1888. Desde entonces, el Celtic ha sido uno de los equipos más populares del mundo y cuenta con una de las aficiones más numerosas. El proyecto fue creciendo puesto que el equipo también servía para que los niños pudieran estar atendidos mientras sus padres, obreros todos, trabajaban en las factorías de Glasgow.

A partir de ahí el Celtic comenzó a expandir su identidad católica por todo el país. De este modo empezaron los míticos enfrentamientos deportivos con los protestantes del Rangers, así como sus primeros éxitos deportivos. Actualmente, es el equipo más laureado de Escocia e incluso llegó a ser campeón de Europa en 1967.

Escultura del Hermano Walfrid en el Celtic Park“Un club cuya razón de ser es la caridad”

Esto lo afirman desde el Celtic de Glasgow. Lejos de renegar de sus orígenes y ocultar quién y por qué se fundó uno de los equipos con más seguidores en todo el mundo, desde las filas del Celtic se sienten orgullosos de este origen católico y caritativo.

En  1892, el Hermano Walfrid fue trasladado a Londres, donde llevó a cabo un estupendo trabajo caritativo en favor de los pobres. En 1912, con motivo de su enfermedad, fue trasladado a Dumfries. Murió el 17 de abril de 1915 a la edad de 74 años y está enterrado en el cementerio de San Miguel en Dumfries (Escocia)

Su legado sigue muy presente en el club y la esencia católica es una seña indiscutible. El hermano Walfrid no es sólo el fundador del Celtic sino todo un símbolo y un ejemplo a seguir.

En el año 2003, los aficionados del Celtic del mundo entero comenzaron a pedir la construcción de un memorial para el Hermano Walfrid. Dos años después, el 5 de noviembre de 2005, se inauguró la escultura en su memoria en las inmediaciones del Celtic Park. Por otra parte, en el parque de su ciudad natal, Ballymote, hay un busto dedicado también a él.

Un ladrón arrepentido se confiesa … después de 50 años

Un ladrón arrepentido

Nunca es demasiado tarde para obtener la absolución de los pecados, como bien atestigua esta sorprendente historia digna de la serie policiaca Cold Case. El pasado diciembre, un sacerdote de Biarritz (Francia) escuchó en confesión a un anciano que le aseguró ser el autor de un hurto cometido hace cincuenta años. Y no era un robo cualquiera, sino el de una cruz de procesión policromada de “madera blanda de carolin” [álamo negro de Canadá, NdelT], que fue “extraída” del Convento de los Jacobinos de Toulouse en 1967 durante su restauración.

Pero ahí no queda la cosa, el penitente admitió su falta y además la reparó: puesto que el hombre nunca se había separado de la preciosa cruz, la entregó a su confesor en cuanto hubo recitado su acto de contrición y la absolución fue pronunciada.

Aunque desconcertado, el sacerdote remitió el preciado objeto a un compañero de Montpellier, que a su vez la entregó al municipio de Toulouse. El ayuntamiento de Toulouse, como propietario del convento –conocido también por albergar las reliquias de santo Tomás de Aquino–, ha iniciado el proceso de autentificación de origen de la pieza a través de la policía judicial regional, esperando, sin duda, devolverla al lugar que le corresponde, según informa la prensa local.

 

Fuente: Aleteia

Cinco meses después pudo despertar de un coma y conocer a su hijo

El 1 noviembre del año pasado Amelia tuvo un accidente de tráfico y quedó inconsciente. Viajaba con su marido y tres compañeras policías, como ella. Y su bebé, Santino, en el vientre. En lo que para muchos es un milagro, su hijo pudo nacer por cesárea para la Nochebuena, cuando se cursaba la semana 30 del embarazo. Pero pese a algunos momentos de ilusión, ella no pudo despertar. La familia no se despegó de su lado. Con los médicos, nunca bajaron los brazos. Pidieron oraciones. La trasladaron. Y este abril, despertó.

El caso conmocionó a la sociedad argentina y generó fuertes cadenas de oración

La historia conmueve a la provincia de Misiones, que siguió de cerca los vaivenes, estos cinco meses, de la familia de Amelia. Según había relatado su marido Cristian, ya cuando avisaron a Amelia que el niño nacería ella había abierto los ojos y movido las manos. Pero cognitivamente, no despertaba.

El `milagro´.

Tras el nacimiento de Santino, pusieron al bebé en su pecho. Y cuando éste lloró, abrió los ojos “grandes y fuertes”. Aún con los ojos abiertos, y pese a las numerosas estimulaciones de la familia, seguía sin despertar. Pero la familia, relataba su hermano César a la tv misionera Misiones Cuatro, confiaba en que Santino sería clave para el despertar de Amelia. Lo ponían a su lado permanentemente. En su pecho. Todos los días. Amelia, aún sin hablar, aún sin dar señales de estar despierta, lo acomodaba con los brazos, con los dedos. Movía los párpados.

Hasta que un día, junto con sus hermanos, comenzó a balbucear “sí” y “no”. “¿Estás hablando? Si me estás hablando sácame la lengua”, le interrogó su hermano. Y Amelia la sacó. En ese primer diálogo, y ante la pregunta de su hermano mientras le contaba del niño, ella le dijo “Dios me escuchó”.

“Fueron millones los que rezaron. Fue impresionante el apoyo espiritual que recibimos”, relató César, y confirmó que para los médicos es un milagro. “Dios existe porque ya lo demostró, nos lo demuestra día a día”, agradeció César refiriéndose a las cadenas de oración. “Todos se unieron por Amelia”, recordó.

Y es cierto. Todos se habían unido por ella, incluso en actividades solidarias para buscar fondos para cubrir con su tratamiento. Para el carnaval, el pueblo de San Pedro organizó una fiesta solidaria en la que se recaudaron más de 30 mil pesos. Los medios misioneros no dejaron de brindarle apoyo. Según César, también las autoridades provinciales. Y los mensajes de apoyo llegaron a la familia de todas partes del mundo.

El camino hacia una completa recuperación es largo, pero Amelia da grandes pasos. Ya comió. Besa a Santino. “Un milagro que busca otro más”, había escrito su hermano pocos días antes de que despierte, con una foto del bebé. El milagro encontró el otro milagro.

Celebración de Sacramento de Unción de Enfermos

¿Está enfermo alguno de ustedes?
Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y lo unjan con el Oleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe, salvará al enfermo y el Señor hará que se levante, y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados… “Oren unos por otros para que sean curados” (Santiago 5, 11, 16)

Apuntad con los sacerdotes en el despacho del templo durante la semana antes la celebración comunitaria del Sacramento de Unción de los Enfemos dentro de la Eucaristía el sábado 27 de mayo, 19 h 30. Es recomendable asistir la charla preparatoria a las 18h en la sala de actos el mismo día.

¿Quién puede recibir este sacramento?

La Unción de los enfermos “no es un sacramento sólo para aquellos que están a punto de morir. Por eso, se considera tiempo oportuno para recibirlo cuando el fiel empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez” (SC 73; cf CIC, can. 1004, §1; 1005; 1007; CCEO, can. 738). Si un enfermo que recibió la unción recupera la salud, puede, en caso de nueva enfermedad grave, recibir de nuevo este sacramento. En el curso de la misma enfermedad, el sacramento puede ser reiterado si la enfermedad se agrava. Es apropiado recibir la Unción de los enfermos antes de una operación importante. Y esto mismo puede aplicarse a las personas de edad edad avanzada cuyas fuerzas se debilitan. (CIC 1514-1515)

10 preguntas y respuestas sobre la financiación de la Iglesia

La Iglesia tiene un compromiso de transparencia en la gestión de sus recursos económicos que se resume en 10 líneas de acción muy claras y concretas que se definen en el acuerdo firmado con Transparencia Internacional España. Isidro Catela Marcos responde 10 diez preguntas comunes sobre la economía de la Igleisa. ¿Financia el Estado a la Iglesia? ¿Tiene la Iglesia privilegios fiscales? ¿Paga la Iglesia tasas municipales?

1.- ¿El Estado financia a la Iglesia?

Para su sostenimiento, la Iglesia no recibe nada de los Presupuestos Generales del Estado. Los contribuyentes eligen libre y voluntariamente, cada año, poner la X en la Declaración de la Renta. Esto supone, aproximadamente, un 25% del total de la financiación de la Iglesia.

El artículo 16 de la Constitución Española de 1978 establece que los poderes públicos “mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones”. Por otra parte, el Acuerdo sobre Asuntos Económicos entre la Santa Sede y el Estado Español, de enero de 1979, establece que “el Estado se compromete a colaborar con la Iglesia Católica en la consecución de su adecuado sostenimiento económico, con respeto absoluto del principio de libertad religiosa” (art. II.1.). Cooperación y colaboración no es financiación directa ni subvención.

2.- ¿La Iglesia ahorra dinero al Estado?

Es muy difícil conocer con exactitud la cantidad que la Iglesia le ahorra al Estado. Solo en el campo educativo, donde este cálculo es mucho más sencillo, podemos afirmar que, según datos del propio Ministerio de Educación, una plaza en un centro público tiene un coste anual de 3.518 euros. En un centro concertado, esa misma plaza cuesta al erario público únicamente 1.841 euros. Únicamente por este concepto, y tomando como base los datos de gasto público del Ministerio de Educación en 2009, la Iglesia ahorra al Estado 4.399 millones de euros.

3.- ¿El Patrimonio de la Iglesia es un tesoro económicamente rentable?

La Iglesia es depositaria de un importante patrimonio cultural que a lo largo de los siglos han sido creados o recibidos por distintas instituciones de la Iglesia. Este patrimonio no se plantea como una riqueza en sí misma, ni supone un tesoro económico o fuente de negocio. Se ha planteado siempre como servicio a los demás, es un tesoro cultural para todos, pero en ningún caso un tesoro económicamente rentable. Más bien todo lo contrario.

4.- ¿La Iglesia solo aporta un 2% del presupuesto de Cáritas?

Se confunde aquí la aportación de la Iglesia con la donación de la Conferencia Episcopal Española. En realidad, cuando se habla de ese 2% se trata de un donativo que se viene realizando desde la CEE en los últimos cuatro años. La cantidad se ha ido incrementando anualmente hasta situarse en el 2,17% actual. En 2011 se han donado 5 millones de euros. Y en estos cuatro años (2008-2011), se ha entregado un total de 13,8 millones de euros.

Además, cuando se habla de esa “escasa” aportación del 2% se toma como base el presupuesto presentado por Cáritas Española y no se hace referencia alguna a las Cáritas diocesanas, una verdadera red que llega a todos por medio de las Cáritas parroquiales.

El 65% de los fondos de Cáritas proceden de donaciones privadas. La gran mayoría de esos fondos provienen de instituciones y de personas de la misma Iglesia.

5.- ¿Cáritas no es la Iglesia?

Cáritas no solo pertenece a la Iglesia sino que es la misma Iglesia, en su estructura más fundamental que es la parroquia. Los miles de voluntarios de la Iglesia, que realizan actividades sociales, no nacen por generación espontánea. Son miembros de la Iglesia que han recibido el anuncio de la Buena Noticia y viven y alimentan su fe en la comunidad eclesial. Esa experiencia es la que da razón de ser a toda su actividad.

6.- ¿La Iglesia no paga el IBI?

Es falso. La Iglesia paga el IBI de todos los inmuebles que no estén exentos por ley.

7.- ¿La Iglesia es la única que, en algunos casos, está exenta del pago del IBI?

También es falso. Tampoco lo pagan, entre otras, las Fundaciones, las Asociaciones de utilidad pública, las federaciones deportivas, los partidos políticos, los sindicatos, las iglesias evangélicas, las comunidades hebreas y musulmanes. En Madrid, por ejemplo, no pagan el IBI: el museo del Prado, la SGAE, el Hotel Ritz, el Palacio de Liria, etcétecera.
Está regulado en la llamada Ley de Mecenazgo (ley 49/2002).

Se trata de una medida de incentivo fiscal con la que el Estado reconoce las actividades de interés general que realizan muchas instituciones. Es lógico que el Estado promueva e incentive –también fiscalmente- a quienes trabajan a favor del bien común.

8.- ¿La Iglesia no paga tasas municipales?

Sí las paga (basuras, vados de garajes, etc.). No hay ninguna exención prevista en la Ley sobre el pago de estas tasas.

9.- La Ley le da la razón a la Iglesia, pero en este momento tan duro de crisis, ¿no podría hacer un gesto ante la sociedad y renunciar voluntariamente a la exención del IBI?

La Iglesia hace gestos reales y diarios en favor de los que más lo necesitan. Muchos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos han hecho signos visibles, reduciéndose el sueldo, y otros muchos lo han hecho y no lo han dicho.

10.- ¿Y si hubiera un cambio en la legislación fiscal?

La Iglesia estará siempre a lo que dicte la Ley. Si hubiera un cambio en la legislación fiscal, estaría a lo que dictara la norma, siempre con el límite de los beneficios previstos en los Acuerdos, que tendrán rango superior. La Iglesia va a seguir cumpliendo su misión con los medios de que disponga. Lógicamente, si se dispusiera de menos recursos, las actividades podrían verse mermadas, pero con más o con menos medios, la Iglesia va a seguir haciendo mucho por tantos que todavía necesitan tanto.

Por Isidro Catela Marcos. (Publicado el 1 de junio de 2012).

¿Conoces el primer graffiti de la historia que se reía del Cristianismo?

En 1857 es desenterrado en el Monte Palatino, el edificio denominado “Domus Gelotiana” y junto a él se descubrió, el que iba a ser conocido como el “graffiti de Alexamenos”. Este graffiti encontrado en un muro en el monte Palatino, una de las siete famosas colinas de Roma, es la primera representación  pictórica conocida de la crucifixión de Jesús y la primera blasfemia cristiana conocida. La imagen representa a un hombre con cabeza de burro que estaría crucificado y a su izquierda hay un hombre que levanta una mano, bajo este gráfico hay una leyenda escrita en griego: “Αλεξαμενος σεβετε θεον”, Alexamenos adora a [su] dios.

“Αλεξαμενος σεβετε θεον”, Alexamenos adora a [su] dios.
Es sabido que el mundo intelectual y popular grecoromano acusaba a la incipiente Iglesia primitiva de “antropofagia” (comer carne humana) en sus reuniones; clara referencia a la “fracción del pan” como se llamaba en ese entonces a la Eucaristía; y otra de las pocas conocidas era de “onolatria” (adoración de un asno), tal es la confirmación de esta calumnia con este grafito donde con burla a Alexamenos se lo quiere ridiculizar en su fe.

Desde esta primitiva figura grabada en un grafito hasta los últimos aportes de la tecnología al servicio del cine, donde con burla e ignorancia en películas como por ejemplo “El Código Da Vinci” de Dan Brown, se hace un continuo acto de ridiculez de nuestras creencias y prácticas como creyentes, o marcando un oscuro camino de sospechas y de mentiras en el surgimiento de nuestra fe.

Es verdad que muchas de las causas por las cuales la Iglesia es perseguida y atacada se deben a las debilidades y escándalos de sus miembros, que nada tienen que ver con el seguimiento a Jesús, pero por otra parte, es verdad que en la mayoría de los casos la Iglesia es continuamente atacada y descalificada por sus creencias y por el estilo de vida, valido y creíble, que propone ante tantas ofertas que hoy el mundo ofrece.

“Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el Reino de los Cielos”.
(Mt 5,10)

La opción por una vida consagrada, el valor de la fidelidad, el respeto por la vida en todos sus órdenes, la vivencia de una sana sexualidad, la superación de nuestros egoísmos para salir en busca del prójimo, el perdón, el amor a nuestros enemigos, la valentía de anunciar y proclamar nuestra fe, todo esto solamente se vive y se entiende en lo que Juan Pablo II llamo la “lógica del amor” ante la “lógica del mal”, disfrazada de un progreso de las libertades individuales, que el mundo continuamente propone.

El graffiti de Alexamenos detalla en su dibujo, a un hombre con cabeza de burro crucificado, alterando la verdadera figura, transformándola en “más” grotesca e inaceptable para el mundo grecoromano. Los graffitis de hoy no solo son imágenes sino también voces y sonidos, donde en un festín de secuencias y momentos se rebaja y ridiculiza, se descalifica y vulgariza lo que muchos amamos y elegimos. Se altera y se desfigura nuestras creencias, parcializando nuestro mensaje, a modo de hacernos “intolerantes”, “retrógrados”, “medievales” y “cuadrados”, tal las expresiones que hoy en día circulan, hijas de estas grandes vidrieras mediáticas donde todo está bien y todo es aceptable.

Los «Alexamenos» de hoy

Somos para esta corriente, hombres con cabeza de burro que adoramos a Otro con cabeza de burro, y que en el fondo les diría sinceramente “y a mucha honra”, sus burlas, sus continuos ataques no hacen más que fortalecer y enraizar más nuestra fe. Nos hace abrazar más nuestro compromiso con Dios y con el hombre, y ser más diligente con el hermano más necesitado y alejado.

San Pablo nos decía:

“nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos”.

Pidamos como Iglesia esa fuerza y esa sabiduría que solo viene de Dios, para no renunciar a este mensaje en medio de tantas adversidades, y escribamos y dibujemos en el grafito de todos los hombres, que es su corazón, el verdadero rostro de Dios que es amor y que nos ama. Que los obstáculos del mundo nos ayuden a todos los cristianos a ser más fieles, auténticos y humanos para la felicidad del hombre y la gloria de Dios.

 

Fuente: email

Médico toca y canta para niña internada en el hospital con enfermedad rara

En las imágenes, una linda niña – con una sonda de suero – ensaya algunos pasos. En seguida se deja llevar por la música tocada y cantada por un médico. Parece que, por unos instantes, la niña se olvidó del sufrimiento causado por una enfermedad rara que padece en el hospital. La Histiocitosis de células de Langerhans, caracterizada por la proliferación de células específicas, que causan tumores alrededor de tegumentos, huesos y vísceras.

El video fue grabado en uno de los hospitales públicos más prestigiosos de América Latina. Es el Hospital de las Clínicas de la USP de Ribeirão Preto, interior de San Paulo.

La historia

En su perfil de Facebook, Paulo Martins, cuenta que decidió llevar un ukelele para llevar un poco de alegría a los internos. La mayoría eran adolescentes con cáncer. Él y algunos colegas empezaron, entonces, a tocar y cantar de cuarto en cuarto. Sofía, la muchachita del video, acompañaba todo de cerca. Fue cuando el papá de la niña le pidió al médico que tocara una canción para la pequeña.

“Al principio me quedé avergonzado, pues no sabía ninguna música infantil. Pero el papá me calmó, ‘a ella le gusta Marília Mendonça’. Comencé a tocar, bajito, y a medida que los acordes y la letra comenzaron a fluir, sus pasos mágicos me fueron acompañando. Bailó toda la canción. Terminaron pidiéndome otra. Toqué Medo Bobo y ella bailó divinamente bien. Al terminar, sólo había alegría. Todo el mundo estaba feliz, todo aquello se llamaba Paz”, escribió el residente en Facebook.

El video se hizo viral en Internet. Millones de personas ya lo han visto y se han contagiado con la iniciativa y con la alegría y la belleza de la pequeña Sofía.

El médico dijo que no era la primera vez que llevaba a cabo acciones para romper la rutina fría del hospital y dar un trato más humano. Él cuenta que ya ha confeccionado pijamas alegres y coloridos para los niños internados.

Y sostiene: “Amar y dedicarse al prójimo jamás debe ser un hecho único que llame la atención, tiene que ser algo constante y cotidiano. Los niños necesitan de eso. Nosotros tenemos que llevar alegría y buena energía a los lugares donde vamos. Jamás debemos dejarnos vencer por el mal humor, la indiferencia y la tristeza que algunas veces intentan contaminarnos”.

Fuente: Aleteia

Hoy es san Isidro Labrador, patrono de Madrid

San Isidro y el culto a los santos

El culto de los santos tiene en la Iglesia católica una función específica de ejemplaridad. La perfección obliga a todos y cada uno según su estado y condición. De ahí que la Iglesia presente a sus santos como hombres llamados a la santidad que correspondieron heroica y generosamente a este llamamiento divino. Precisamente porque son ejemplares de vida auténticamente cristiana, la Iglesia no se prodiga en admitir y canonizar toda esa serie incalculable de prodigios que los hagiógrafos de épocas pasadas han atribuido, y no pocas veces piadosamente inventado, en favor de sus héroes divinos. La Iglesia no confunde la santidad con los portentos; no teme decir que sus santos tenían todas las características de los hombres corrientes, si bien insiste en que han calado en toda su realidad el imperativo evangélico de «Niégate a ti mismo… y sígueme».

Porque la misión específica de los santos es de ejemplaridad y la urgencia de «Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» es de tanta actualidad hoy como ayer, en el santoral católico aparecen santos de todas las edades y de todas las condiciones, santos de sotana y santos de hábito, santos con cogulla y santos de cabeza descubierta, trajeados a la antigua y con pantalón y chaqueta, militares y civiles, profesionales y artesanos, mantos reales y abarcas polvorientas. Aparecen santos de carácter fuerte y enérgico, santos de carácter dulce y apacible, solitarios y metidos en sociedad, con marcado sentido del humor y retraídos, santos de ciencia y santos iletrados. Cada uno con su idiosincrasia, con sus formas sociales y sus cualidades intelectuales y temperamentales; pero, a la vez, todos ellos con un denominador común: vocación decidida a la santidad. Quisieron y fueron santos.

El criterio de la Iglesia

El equilibrado y sereno criterio de la Iglesia los presentará con sus legítimos sentimientos de seres humanos y sus notas de hombres comunes. Hablará de santos que, cansados de recorrer tierras extrañas, casi resulta imposible fijarles una patria política. Son ciudadanos del mundo, pero auténticos patriotas, con un patriotismo inspirado en su fidelidad a la tierra que les vio nacer. Fieles a su patria, el patriotismo de estos hombres de Dios y voceros de Cristo resulta ser el mejor antídoto para curar nuestras miopes concepciones de la patria.

Su patriotismo no podrá ofrecerse como mercancía política ni enarbolarse como bandera de resentimientos nacionales, porque se alimenta de la sangre divina de Cristo y está iluminado por su eterna Verdad, que fue dada gratuitamente como patrimonio a la humanidad, sin distinción de razas ni limitación de fronteras. Estriba en el dogma de la comunión de los santos, por el que todos los hijos de Dios se sienten unidos por los vínculos sagrados de la caridad.

Presentará también la Iglesia a sus hijos viadores santos que nunca traspasaron los límites de su aldea, santos de «un solo paisaje», pero que en el candor de sus ojos llevarán inconfundible a sus semejantes «el Camino, la Verdad y la Vida de Cristo». Presentará a santos que sienten la nostalgia del terruño, encariñados con sus pobres instrumentos de labor, que sufren habiendo de abandonar su aldea forzados por las circunstancias. Entre éstos aparece, algún tanto difuminado por la hagiografía, tal vez en demasía piadosa, pero real e histórico en sus rasgos fundamentales, San Isidro, labrador, celestial patrono de la capital y de las Hermandades de Labradores y Ganaderos de toda España.

De no haberse dejado llevar sus historiadores por esa tendencia, piadosa, pero muy poco objetiva, de presentar a los santos como seres de especie superior, nimbados con el halo del portento, no resultaría tan difícil trazar hoy su semblanza conforme a la realidad y a la Historia. Con lo eficaz y provechoso que sería presentar a los trabajadores del campo de nuestra edad un colega suyo, de su mismo oficio, ganando el pan de cada día con el sudor ,de su frente y el esfuerzo de sus brazos, sufriendo con entereza varonil y fortaleza cristiana los golpes de la envidia, «poniendo amor donde había odio, perdón donde había ofensa, unión donde había discordia, esperanza donde había desesperación, alegría donde había tristeza». Acaso el ejemplo de un santo con hábito talar lo miren con indiferencia y gesto de ironía los hombres de hoy.

Esos hombres a quienes anima un espíritu excesivamente crítico, para quienes los valores espirituales, si cuentan, son sometidos a la balanza de los intereses humanos, para quienes la santidad es una actividad exclusiva de una profesión que casi no se diferencia de otras ocupaciones humanas. Sin embargo, el de un santo con abarcas rotas, con la aguijada en la mano, delante de sí una yunta y un arado y ante sus ojos un campo que no es propio, sino ajeno, no podrá menos de impresionar y, en su muda elocuencia, de llevar a esas inteligencias, incultas unas y nubladas otras, destellos de luz divina, y a esos corazones triturados y sedientos el agua pura de la esperanza y de la resignación.

Un poco de historia

Ocupaba el trono de Castilla don Alfonso el Bravo cuando en la villa de Madrid, diócesis entonces de Toledo, nació San Isidro. Se ignora a punto fijo el año de su nacimiento, pero parece ser que tuvo lugar entre 1080 y 1082. Tampoco se sabe la parroquia donde recibió el agua del bautismo, si bien se cree que fue en la parroquia de San Andrés. Seguramente que le pusieron Isidro, síncopa de Isidoro, en memoria del gran arzobispo de Sevilla.

Sus padres, pobres en bienes de fortuna pero ricos en virtud, inculcaron desde los primeros años en su hijo el santo temor de Dios y la práctica de las virtudes cristianas. La precaria situación económica en que los progenitores de Isidro se encontraban obligó a éste a dedicarse desde muy joven a las rudas faenas del campo. Gregorio XV afirma que “nunca salió para su trabajo sin antes oír, muy de madrugada, la Santa Misa y encomendarse a Dios y a su Madre Santísima». Asegura a su vez que, a pesar de su labor fatigosa, jamás dejó de cumplir con los ayunos y vigilias de la Iglesia.

Los comienzos de san Isidro

Huérfano y solo en el mundo, el joven Isidro se alquiló como bracero de un señor de Madrid apellidado Vera. Su fidelidad y nada vulgar espíritu de trabajo le mereció muy pronto la preferencia y simpatía de su amo. Envidiosos sus compañeros de la estima en que su común señor le tenía, acudieron a la censura y a la intriga, acusándole de que, en vez de trabajar, se dedicaba a la oración. Con elegancia cristiana perdonó el pobre huérfano «cumplidamente» a sus acusadores.

Cuando Alí, rey de los almorávides, venció a Alfonso el Bravo y penetró con un formidable ejército por tierras de Toledo, apoderándose de Madrid, el miedo obligó a huir a aquellos pacíficos y laboriosos campesinos. Isidro corrió entonces la suerte de los emigrados. Se detuvo en Torrelaguna, donde tenía algunos lejanos parientes. Allí se puso al servicio de uno de los grandes terratenientes de la localidad. No tardaron sus compañeros de labor en volver a hacerle blanco de injustas acusaciones, hasta el extremo que su amo, fácil a la intriga e ignorante de la virtud de su nuevo criado, hubo de someterle a la humillación de la prueba y a exigir de él más rendimiento que de los otros. Isidro soportó paciente y con humildad la vileza de las acusaciones y la injusticia de la prueba; pero defendió su honradez con entereza y dignidad. Era costumbre en Castilla que el señor entregase, en concepto de salario, a sus criados una porción de tierra, que se decía pegujal, a fin de que con sus frutos pudiesen decorosamente vestirse. Isidro trabajó su pegujal con tan buena fortuna, que obtuvo de su campo cuantioso grano. Esta circunstancia agravó la ya mala disposición de su patrono, trabajada por la maldad de los envidiosos. Advirtiólo el Santo y sin animosidad, pero con noble gesto, calmó sus iras, diciéndole: «Tomad, señor, todo el grano. Yo me quedaré con la paja.» Dios se encargó de confundir la envidia de los unos y la codicia del otro, multiplicando milagrosamente el poco trigo que entre la paja había quedado.

Matrimonio santo

Estando en Torrelaguna, Isidro contrajo matrimonio con una joven del pueblo de Uceda. La historia la conoce con el nombre de Santa María de la Cabeza, no porque éste fuese su apellido, sino porque, después de su muerte, su cabeza fue trasladada a una ermita de Nuestra Señora, situada no muy lejos de Torrelaguna.

Acaso por la incomprensión de su amo y, a su vez, llevado por la nostalgia de su pueblo natal, nuestro Santo labrador, acompañado de su joven esposa, hubo de trasladarse definitivamente a Madrid. De nuevo en la villa que le vio nacer, trabajó las tierras que Juan de Vargas tenía en una localidad vecina, donde se dice que le nació su primero y único hijo. Satisfecho Vargas de la laboriosidad y honradez de su colono, le puso muy pronto al frente de toda su hacienda, en su mayor parte encuadrada en el término de la villa madrileña. Ya San Isidro no volvió a abandonar su tierra hasta que murió a la edad avanzada de noventa años.

En esta época es cuando sus biógrafos colocan el tan conocido milagro de los ángeles. Sus émulos no cejaban en la persecución, y Vargas hubo de cerciorarse de la inocencia y santidad de su mayoral, viendo con sus propios ojos que, mientras Isidro oraba, dos ángeles vestidos de blanco conducían la yunta con que él araba.

San Isidro es la personificación de las virtudes populares. Su vida, sencilla y metódica, podría escribirse en muy pocas líneas, de no ser tantos los milagros que se le atribuyen. Si bien es cierto que todos los biógrafos lo presentan nimbado con esa aureola de portento difuminada entre rasgos de piadosa leyenda, la realidad histórica y humana de su vida no puede precisarse, ya que no existe, por desgracia, ninguna crítica.

Canonización de San Isidro

Con todo, a la luz de la bula de su canonización pueden fijarse como características y virtudes culminantes del Santo la fidelidad a sus amos, el espíritu de trabajo armonizado con una intensa vida de oración, la humildad y la fortaleza en sufrir las injustas acusaciones y defender su honradez y su gran caridad para con los pobres necesitados, a quienes diariamente hacía partícipes de su sencilla y frugal mesa. Todo ello habla muy alto de la nobleza de su alma y de la reciedumbre de su espíritu castellano y profundamente evangélico.

Próximo a expirar «hizo humildísima confesión de sus faltas, recibió el Viático y exhortó a los suyos al amor de Dios y del prójimo». Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de San Andrés, y, a pesar de permanecer allí expuesto a las inclemencias del tiempo durante cuarenta años, se conservó incorrupto, exhalando suavísimo olor, dice el documento pontificio. Un amigo suyo lo trasladó, a expensas propias, del cementerio común a la iglesia donde se dice fuera bautizado.

Por los años de 1163 fue visto y examinado su sepulcro por delegados de la Sede Apostólica, y dieron fe, según testimonio de la misma bula, de su incorrupción. A instancias del rey Felipe III, cuya milagrosa curación la atribuía al Santo, fue beatificado por el papa Paulo V. Tres años más tarde, Gregorio XV lo canonizó.

Goya dejó a la posteridad un hermoso cuadro de San Isidro, que se conserva en la Biblioteca Nacional. El gremio de plateros de Madrid costeó la rica urna de plata que guarda sus preciosos restos, expuesta a la veneración del público en la catedral madrileña.

Fuente: SALVADOR BALTAR, O. F. M.