Confesarse con un cura vs confesarme yo sólo con Dios

Cuando se trata de acercarse al sacramento de la confesión es muy común escuchar algunos de los siguientes «motivos» para justificar su inutilidad o su inconveniencia. Estos son los 14 más habituales:

1 ¿Quién es el cura para perdonar los pecados?

Sólo Dios puede perdonarlos Sabemos que el Señor les dio ese poder a los Apóstoles; además, ese argumento lo he leído antes… precisamente en el Evangelio: lo decían los fariseos, indignados, cuando Jesús perdonaba los pecados… (consúltese Mt 9, 1-8).

2 Yo me confieso directamente con Dios, sin intermediarios

Genial … pero hay algunos «peros»que se tienen que considerar… ¿Cómo sabes que Dios acepta tu arrepentimiento y te perdona? ¿Escuchas alguna voz celestial que te lo confirma?

¿Cómo sabes que estás en condiciones de ser perdonado? Te darás cuenta de que la cosa no es tan sencilla… Una persona que roba un banco y se niega a devolver el dinero, por más que se confiese directamente con Dios o con un sacerdote, si no tiene intención de reparar el daño hecho -en este caso, devolver el dinero-, no puede ser perdonada… porque ella misma no quiere «deshacerse» del pecado.

Por otro lado, este argumento no es nuevo: hace casi 1600 años, San Agustín replicaba a quien argumentaba del mismo modo: «Nadie piense: yo obro privadamente, de cara a Dios… ¿Es que sin motivo el Señor dijo: “Lo que atareis en la tierra, será atado en el Cielo”? ¿Acaso les fueron dadas a la Iglesia las llaves del Reino de los Cielos sin necesidad? Al proceder así, frustramos el Evangelio de Dios, hacemos inútil la palabra de Cristo».

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3 ¿Por qué le voy a decir mis pecados a un hombre como yo?

Porque ese hombre no es un hombre cualquiera: tiene el poder especial para perdonar los pecados (el Sacramento del Orden). Esa es la razón por la que tienes que acudir a él.

4 ¿Por qué le voy a decir mis pecados a un hombre que es tan pecador como yo?

El problema no radica en la «cantidad» de pecados: si es menos, igual o más pecador que tú…. No vas a confesarte porque sea santo e inmaculado, sino porque te puede dar la absolución, un poder que tiene por el Sacramento del Orden, y no por su bondad. Es una suerte -en realidad, una disposición de la sabiduría divina- que el poder de perdonar los pecados no dependa de la calidad personal del sacerdote, cosa que sería terrible, ya que uno nunca sabría quién sería suficientemente santo como para perdonar. Además, el hecho de que sea un hombre y que como tal tenga pecados, facilita la confesión: precisamente porque sabe en carne propia lo que es ser débil, te puede entender mejor.

5 Me da vergüenza

Es lógico, pero hay que superarla. Hay un hecho comprobado universalmente: cuanto más te cueste decir algo, tanto mayor será la paz interior que consigas después de decirlo. Y cuesta, precisamente, porque te confiesas poco; en cuanto lo hagas con frecuencia, verás como superarás esa vergüenza.

Asímismo, no creas que eres tan original…. Lo que vas a decir, el sacerdote ya lo ha escuchado miles de veces. A estas alturas de la historia, es difícil creer que puedas inventar pecados nuevos.

Por último, no te olvides de lo que nos enseñó un gran santo: el Diablo quita la vergüenza para pecar, y la devuelve aumentada para pedir perdón. No caigas en su trampa.

6 Siempre me confieso de lo mismo

Eso no es problema. Hay que confesar los pecados que uno ha cometido, y es bastante lógico que nuestros defectos sean siempre más o menos los mismos. Sería terrible ir cambiando constantemente de defectos; además, cuando te bañas o lavas la ropa, no esperas que aparezcan manchas nuevas, que nunca antes habías tenido; la suciedad es más o menos siempre del mismo tipo. Para desear estar limpio basta con querer remover la mugre… independientemente de cuán original u ordinaria sea.

7 Siempre confieso los mismos pecados

No es verdad que sean siempre los mismos pecados: son diferentes, aunque sean de la misma especie. Si yo insulto a mi madre diez veces, no se trata del mismo insulto, cada vez es uno distinto; así como no es lo mismo matar a una persona que a diez: si asesiné a diez no es el mismo pecado, sino diez asesinatos distintos. Los pecados anteriores ya me han sido perdonados, ahora necesito el perdón de los «nuevos», es decir, de los cometidos desde la última confesión.

8 Confesarme no sirve de nada, sigo cometiendo los pecados que confieso

El desánimo puede hacer que pienses: «es lo mismo si me confieso o no, total, nada cambia, todo sigue igual». No es verdad. El hecho de que uno se ensucie, no hace concluir que es inútil bañarse. Alguien que se baña todos los días, se ensucia igual todos los días. Pero gracias a que se baña, no va acumulando mugre, y puede lucir limpio. Lo mismo pasa con la confesión. Si hay lucha, aunque uno caiga, el hecho de ir sacándose de encima los pecados hace que sea mejor. Es mejor pedir perdón, que no pedirlo. Pedirlo nos hace mejores.

9 Sé que voy a volver a pecar, lo que muestra que no estoy arrepentido

Depende… Lo único que Dios me pide es que esté arrepentido del pecado cometido y que ahora, en este momento, esté dispuesto a luchar por no volver a cometerlo. Nadie pide que empeñemos el futuro que ignoramos. ¿Qué va a pasar en quince días? No lo sé. Se me pide que tenga la decisión sincera, de verdad, ahora, de rechazar el pecado. El futuro hay que dejarlo en las manos de Dios.

10 ¿Y si el confesor piensa mal de mí?

El sacerdote está para perdonar. Si pensara mal, sería un problema suyo del que tendría que confesarse. De hecho, siempre tiende a pensar bien: valora tu fe (sabe que si estás ahí contando tus pecados, no es por él, sino porque crees que él representa a Dios), tu sinceridad, tus ganas de mejorar, etcétera.

Supongo que te darás cuenta de que sentarse a escuchar pecados, gratuitamente -sin ganar un peso-, durante horas, si no se hace por amor a las almas, no se hace. De ahí que, si te dedica tiempo, te escucha con atención, es porque quiere ayudarte y le importas. Aunque no te conozca te valora lo suficiente como para querer ayudarte a ir al Cielo.

11 ¿Y si el sacerdote después le cuenta a alguien mis pecados?

No te preocupes por eso. La Iglesia cuida tanto este asunto que aplica la pena más grande que existe en el Derecho Canónico -la excomunión- al sacerdote que se atreviera a decir algo que conoce por la confesión. De hecho hay mártires por el sigilo sacramental: sacerdotes que han muerto por no revelar el contenido de la confesión.

12 Me da pereza

Puede ser toda la verdad que quieras, pero no creo que sea un obstáculo verdadero, puesto que es bastante fácil de superar. Es como si uno dijese que hace un año que no se baña porque le da pereza…

13 No tengo tiempo

No creo que te creas que en los últimos meses no hayas tenido disponibles diez minutos para confesarte. ¿Te animarías a comparar cuántas horas de televisión has visto en ese tiempo? Multiplica el número de horas diarias que ves por el número de días.

14 No encuentro un cura

Los sacerdotes no son una raza en extinción, hay miles de ellos. En el último de los casos, en las páginas amarillas, busca el teléfono de tu parroquia; si ignoras el nombre, busca por la diócesis, así será más sencillo. De este modo podrás saber, en tres minutos como máximo, el nombre de un padre con el que te puedes confesar, e incluso concertar una cita para que no tengas que esperar…. hay incluso una app para buscar al cura más cercano.

Fuente: web católico de Javier Volpacchio

PLANAZO 10 de junio: Excursión familiar parroquial

Como cada año la comunidad parroquial de Santa Eugenia os invita a participar  de la excursión familiar el próximo sábado 10 de junio.

¿CUÁNDO?

El sábado 10 de junio quedaremos a las 9:00 de la mañana para a las 9:30 salir todos juntos en autobús. Volveremos en torno a las 20 – 21h.

¿DÓNDE?

Este año vamos a ir a Boca del Asno en Segovia. En el caso de que haga mal tempo, tenemos un lugar alternativo donde pasar el día.

¿QUÉ HAGO PARA APUNTAR A MI FAMILIA?

Comunícaselo a cualquiera de los sacerdotes o a los catequistas de infancia, preas o confirmación.

¿QUÉ TENGO QUE LLEVAR?

Conviene llevar comida y bebida para compartir, así como mesas y sillas plegables si las teneis en casa. Existe la posibilidad de darse un chapuzón en el río y por eso conviene llevar bañador y toalla. También es altamente recomendable llevar gorra, protector solar, antimosquitos, ropa de recambio….

¿CUÁNTO CUESTA?

El precio del autobús ida y vuelta por persona sale en torno a los 8 euros.

¿QUÉ VAMOS A HACER?

El plan es pasar el día juntos. Vamos a tener tiempo para: jugar, hacer una pequeña excursión, bañarnos en el río, comer todos juntos, tiempo de sobremesa, celebar la Eucaristía…

«Todo lo que luchamos por la vida de nuestros bebés, de verdad valió la pena»

“Todo valió la pena” es el nombre de la campaña que relata la historia de padres de familia que supieron que el hijo por nacer que esperaban difícilmente sobreviviría. A pesar de todo decidieron luchar por la vida de sus pequeños, rechazando el aborto. Ahora comparten sus historias para ayudar a otros en situaciones similares.

A través de videos cortos, madres y padres relatan cómo fue el embarazo, el momento en que diagnosticaron la enfermedad de su hijo, el nacimiento y reflexionan lo que significó esta experiencia en sus vidas.

Todo esto con el objetivo de “entregar apoyo desde nuestro testimonio y experiencia a todos los padres que decidan acompañar a sus hijos hasta el final”, describe el sitio web Valiolapena.cl.

Los padres señalan que luego de recibir un “diagnóstico desolador” se sintieron “angustiados, confundidos, tristes y abandonados por nuestro médico. No sabíamos cómo enfrentar la situación, ninguno estaba preparado para recibir esta noticia”.

“Por otro lado, la opción de realizar un aborto tampoco aliviaba nuestro dolor, pues la causa de nuestro dolor es precisamente saber que nuestro hijo va a fallecer”, agregan.

Con distintas historias pero con la misma finalidad de apoyar y amar a su hijo hasta el final, estos padres llegaron al Programa de Cuidados Paliativos Perinatales “Acompañares UC”, de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En el equipo de profesionales multidisciplinario de Acompañares UC encontraron un acompañamiento integral: acogida, respuestas, atención durante el embarazo, el parto, postparto y en el duelo.

“Acompañares UC nos entregó esperanza, paz, amor y tranquilidad. Nos dieron la oportunidad de conocer a nuestros hijos, despedirnos transitoriamente y cuidarlos hasta sus últimos suspiros. Todo valió la pena”.

Testimonio

Sandra Velásquez relata cómo fue el diagnóstico de Valentina, su hija con anencefalia que vivió solo 57 minutos. “Con el dolor que significa una noticia como esta, decidimos seguir adelante con la gestación de nuestros hijos”, agrega.

“Uno siente que dio todo hasta el final, que no les cortó la vida, que uno optó por la vida porque nadie merece ser tratado de esa manera”.

De la misma forma, Grace Pozo relata emocionada cómo fue su experiencia con Amanda su hija gravemente enferma que falleció a los seis días de nacer.

“Si tuviese que vivir la experiencia, lo vivo de nuevo. A pesar del dolor de no tenerla físicamente pero, ella está en mi corazón. Y todo lo que luchamos de verdad valió la pena”, manifestó.

Al final del video, Grace muestra imágenes de su hija y dice: “Esta es la chiquitita que me enseñó todo lo lindo de esta vida, a valorarla, a respetarla desde mi vientre y no querer hacer ningún tipo de atentado porque venía enferma”.

Esta campaña surge mientras en el parlamento avanza la discusión del proyecto de aborto en tres causales: riesgo de vida de la madre, “inviabilidad” fetal y violación.

Fuente: ACI prensa

¿Sabías que el Celtic de Glasgow fue fundado por un religioso marista?

El famoso equipo de fútbol Celtic de Glasgow fue fundado por el hermano Walfrid, un religioso marista irlandés que se trasladó a Escocia y que atendió a los miles de irlandeses católicos que emigraron debido a la hambruna en su isla.

La historia del hermano Walfrid y el Celtic.

Andrew Kerins, más conocido por su posterior nombre religioso como Hermano Walfrid, nació en Ballymote (Irlanda), el 18 de mayo de 1840. Creció durante la hambruna y se marcó como objetivo principal en la vida ayudar en todo lo posible para aliviar el hambre. Estudió magisterio y en 1864 solicitó la entrada en la Orden de los Maristas.

Se mudó a Escocia y en 1868 le nombraron profesor de la escuela parroquial de Santa María en el East End de Glasgow, el barrio de emigrantes católicos. En 1874 era ya su director y creó The Poor Children´s Dinner Table (La mesa de los niños pobres), una organización caritativa para ayudar a los niños más necesitados. La ayuda era espiritual y también material pues el hambre hacía estragos en esos momentos. Pronto se dejó la vida buscando dinero para sus niños pobres y consiguió la implicación de empresarios y de algunas personas importantes de la ciudad.  Él era un organizador nato y un adelantado a su tiempo.  Sus esfuerzos le llevaron a comprometerse en la organización de partidos de fútbol de  exhibición para recaudar fondos destinados a la caridad. Después de uno de estos partidos, decidió que Glasgow debería de tener un equipo de fútbol irlandés propio.

De este modo, el hermano Walfrid convocó una reunión en la sacristía de la Iglesia de Santa María, el 6 de noviembre de 1887 y propuso la creación de un equipo de fútbol que se llamase Celtic. Este nombre fue elegido para reflejar la identidad tanto irlandesa como escocesa. El primer partido benéfico se jugó en Mayo de 1888. Posteriormente, el Celtic se integró en la asociación de fútbol escocés en agosto de 1888. Desde entonces, el Celtic ha sido uno de los equipos más populares del mundo y cuenta con una de las aficiones más numerosas. El proyecto fue creciendo puesto que el equipo también servía para que los niños pudieran estar atendidos mientras sus padres, obreros todos, trabajaban en las factorías de Glasgow.

A partir de ahí el Celtic comenzó a expandir su identidad católica por todo el país. De este modo empezaron los míticos enfrentamientos deportivos con los protestantes del Rangers, así como sus primeros éxitos deportivos. Actualmente, es el equipo más laureado de Escocia e incluso llegó a ser campeón de Europa en 1967.

Escultura del Hermano Walfrid en el Celtic Park“Un club cuya razón de ser es la caridad”

Esto lo afirman desde el Celtic de Glasgow. Lejos de renegar de sus orígenes y ocultar quién y por qué se fundó uno de los equipos con más seguidores en todo el mundo, desde las filas del Celtic se sienten orgullosos de este origen católico y caritativo.

En  1892, el Hermano Walfrid fue trasladado a Londres, donde llevó a cabo un estupendo trabajo caritativo en favor de los pobres. En 1912, con motivo de su enfermedad, fue trasladado a Dumfries. Murió el 17 de abril de 1915 a la edad de 74 años y está enterrado en el cementerio de San Miguel en Dumfries (Escocia)

Su legado sigue muy presente en el club y la esencia católica es una seña indiscutible. El hermano Walfrid no es sólo el fundador del Celtic sino todo un símbolo y un ejemplo a seguir.

En el año 2003, los aficionados del Celtic del mundo entero comenzaron a pedir la construcción de un memorial para el Hermano Walfrid. Dos años después, el 5 de noviembre de 2005, se inauguró la escultura en su memoria en las inmediaciones del Celtic Park. Por otra parte, en el parque de su ciudad natal, Ballymote, hay un busto dedicado también a él.

10 preguntas y respuestas sobre la financiación de la Iglesia

La Iglesia tiene un compromiso de transparencia en la gestión de sus recursos económicos que se resume en 10 líneas de acción muy claras y concretas que se definen en el acuerdo firmado con Transparencia Internacional España. Isidro Catela Marcos responde 10 diez preguntas comunes sobre la economía de la Igleisa. ¿Financia el Estado a la Iglesia? ¿Tiene la Iglesia privilegios fiscales? ¿Paga la Iglesia tasas municipales?

1.- ¿El Estado financia a la Iglesia?

Para su sostenimiento, la Iglesia no recibe nada de los Presupuestos Generales del Estado. Los contribuyentes eligen libre y voluntariamente, cada año, poner la X en la Declaración de la Renta. Esto supone, aproximadamente, un 25% del total de la financiación de la Iglesia.

El artículo 16 de la Constitución Española de 1978 establece que los poderes públicos “mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones”. Por otra parte, el Acuerdo sobre Asuntos Económicos entre la Santa Sede y el Estado Español, de enero de 1979, establece que “el Estado se compromete a colaborar con la Iglesia Católica en la consecución de su adecuado sostenimiento económico, con respeto absoluto del principio de libertad religiosa” (art. II.1.). Cooperación y colaboración no es financiación directa ni subvención.

2.- ¿La Iglesia ahorra dinero al Estado?

Es muy difícil conocer con exactitud la cantidad que la Iglesia le ahorra al Estado. Solo en el campo educativo, donde este cálculo es mucho más sencillo, podemos afirmar que, según datos del propio Ministerio de Educación, una plaza en un centro público tiene un coste anual de 3.518 euros. En un centro concertado, esa misma plaza cuesta al erario público únicamente 1.841 euros. Únicamente por este concepto, y tomando como base los datos de gasto público del Ministerio de Educación en 2009, la Iglesia ahorra al Estado 4.399 millones de euros.

3.- ¿El Patrimonio de la Iglesia es un tesoro económicamente rentable?

La Iglesia es depositaria de un importante patrimonio cultural que a lo largo de los siglos han sido creados o recibidos por distintas instituciones de la Iglesia. Este patrimonio no se plantea como una riqueza en sí misma, ni supone un tesoro económico o fuente de negocio. Se ha planteado siempre como servicio a los demás, es un tesoro cultural para todos, pero en ningún caso un tesoro económicamente rentable. Más bien todo lo contrario.

4.- ¿La Iglesia solo aporta un 2% del presupuesto de Cáritas?

Se confunde aquí la aportación de la Iglesia con la donación de la Conferencia Episcopal Española. En realidad, cuando se habla de ese 2% se trata de un donativo que se viene realizando desde la CEE en los últimos cuatro años. La cantidad se ha ido incrementando anualmente hasta situarse en el 2,17% actual. En 2011 se han donado 5 millones de euros. Y en estos cuatro años (2008-2011), se ha entregado un total de 13,8 millones de euros.

Además, cuando se habla de esa “escasa” aportación del 2% se toma como base el presupuesto presentado por Cáritas Española y no se hace referencia alguna a las Cáritas diocesanas, una verdadera red que llega a todos por medio de las Cáritas parroquiales.

El 65% de los fondos de Cáritas proceden de donaciones privadas. La gran mayoría de esos fondos provienen de instituciones y de personas de la misma Iglesia.

5.- ¿Cáritas no es la Iglesia?

Cáritas no solo pertenece a la Iglesia sino que es la misma Iglesia, en su estructura más fundamental que es la parroquia. Los miles de voluntarios de la Iglesia, que realizan actividades sociales, no nacen por generación espontánea. Son miembros de la Iglesia que han recibido el anuncio de la Buena Noticia y viven y alimentan su fe en la comunidad eclesial. Esa experiencia es la que da razón de ser a toda su actividad.

6.- ¿La Iglesia no paga el IBI?

Es falso. La Iglesia paga el IBI de todos los inmuebles que no estén exentos por ley.

7.- ¿La Iglesia es la única que, en algunos casos, está exenta del pago del IBI?

También es falso. Tampoco lo pagan, entre otras, las Fundaciones, las Asociaciones de utilidad pública, las federaciones deportivas, los partidos políticos, los sindicatos, las iglesias evangélicas, las comunidades hebreas y musulmanes. En Madrid, por ejemplo, no pagan el IBI: el museo del Prado, la SGAE, el Hotel Ritz, el Palacio de Liria, etcétecera.
Está regulado en la llamada Ley de Mecenazgo (ley 49/2002).

Se trata de una medida de incentivo fiscal con la que el Estado reconoce las actividades de interés general que realizan muchas instituciones. Es lógico que el Estado promueva e incentive –también fiscalmente- a quienes trabajan a favor del bien común.

8.- ¿La Iglesia no paga tasas municipales?

Sí las paga (basuras, vados de garajes, etc.). No hay ninguna exención prevista en la Ley sobre el pago de estas tasas.

9.- La Ley le da la razón a la Iglesia, pero en este momento tan duro de crisis, ¿no podría hacer un gesto ante la sociedad y renunciar voluntariamente a la exención del IBI?

La Iglesia hace gestos reales y diarios en favor de los que más lo necesitan. Muchos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos han hecho signos visibles, reduciéndose el sueldo, y otros muchos lo han hecho y no lo han dicho.

10.- ¿Y si hubiera un cambio en la legislación fiscal?

La Iglesia estará siempre a lo que dicte la Ley. Si hubiera un cambio en la legislación fiscal, estaría a lo que dictara la norma, siempre con el límite de los beneficios previstos en los Acuerdos, que tendrán rango superior. La Iglesia va a seguir cumpliendo su misión con los medios de que disponga. Lógicamente, si se dispusiera de menos recursos, las actividades podrían verse mermadas, pero con más o con menos medios, la Iglesia va a seguir haciendo mucho por tantos que todavía necesitan tanto.

Por Isidro Catela Marcos. (Publicado el 1 de junio de 2012).

¿Conoces el primer graffiti de la historia que se reía del Cristianismo?

En 1857 es desenterrado en el Monte Palatino, el edificio denominado “Domus Gelotiana” y junto a él se descubrió, el que iba a ser conocido como el “graffiti de Alexamenos”. Este graffiti encontrado en un muro en el monte Palatino, una de las siete famosas colinas de Roma, es la primera representación  pictórica conocida de la crucifixión de Jesús y la primera blasfemia cristiana conocida. La imagen representa a un hombre con cabeza de burro que estaría crucificado y a su izquierda hay un hombre que levanta una mano, bajo este gráfico hay una leyenda escrita en griego: “Αλεξαμενος σεβετε θεον”, Alexamenos adora a [su] dios.

“Αλεξαμενος σεβετε θεον”, Alexamenos adora a [su] dios.
Es sabido que el mundo intelectual y popular grecoromano acusaba a la incipiente Iglesia primitiva de “antropofagia” (comer carne humana) en sus reuniones; clara referencia a la “fracción del pan” como se llamaba en ese entonces a la Eucaristía; y otra de las pocas conocidas era de “onolatria” (adoración de un asno), tal es la confirmación de esta calumnia con este grafito donde con burla a Alexamenos se lo quiere ridiculizar en su fe.

Desde esta primitiva figura grabada en un grafito hasta los últimos aportes de la tecnología al servicio del cine, donde con burla e ignorancia en películas como por ejemplo “El Código Da Vinci” de Dan Brown, se hace un continuo acto de ridiculez de nuestras creencias y prácticas como creyentes, o marcando un oscuro camino de sospechas y de mentiras en el surgimiento de nuestra fe.

Es verdad que muchas de las causas por las cuales la Iglesia es perseguida y atacada se deben a las debilidades y escándalos de sus miembros, que nada tienen que ver con el seguimiento a Jesús, pero por otra parte, es verdad que en la mayoría de los casos la Iglesia es continuamente atacada y descalificada por sus creencias y por el estilo de vida, valido y creíble, que propone ante tantas ofertas que hoy el mundo ofrece.

“Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el Reino de los Cielos”.
(Mt 5,10)

La opción por una vida consagrada, el valor de la fidelidad, el respeto por la vida en todos sus órdenes, la vivencia de una sana sexualidad, la superación de nuestros egoísmos para salir en busca del prójimo, el perdón, el amor a nuestros enemigos, la valentía de anunciar y proclamar nuestra fe, todo esto solamente se vive y se entiende en lo que Juan Pablo II llamo la “lógica del amor” ante la “lógica del mal”, disfrazada de un progreso de las libertades individuales, que el mundo continuamente propone.

El graffiti de Alexamenos detalla en su dibujo, a un hombre con cabeza de burro crucificado, alterando la verdadera figura, transformándola en “más” grotesca e inaceptable para el mundo grecoromano. Los graffitis de hoy no solo son imágenes sino también voces y sonidos, donde en un festín de secuencias y momentos se rebaja y ridiculiza, se descalifica y vulgariza lo que muchos amamos y elegimos. Se altera y se desfigura nuestras creencias, parcializando nuestro mensaje, a modo de hacernos “intolerantes”, “retrógrados”, “medievales” y “cuadrados”, tal las expresiones que hoy en día circulan, hijas de estas grandes vidrieras mediáticas donde todo está bien y todo es aceptable.

Los «Alexamenos» de hoy

Somos para esta corriente, hombres con cabeza de burro que adoramos a Otro con cabeza de burro, y que en el fondo les diría sinceramente “y a mucha honra”, sus burlas, sus continuos ataques no hacen más que fortalecer y enraizar más nuestra fe. Nos hace abrazar más nuestro compromiso con Dios y con el hombre, y ser más diligente con el hermano más necesitado y alejado.

San Pablo nos decía:

“nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos”.

Pidamos como Iglesia esa fuerza y esa sabiduría que solo viene de Dios, para no renunciar a este mensaje en medio de tantas adversidades, y escribamos y dibujemos en el grafito de todos los hombres, que es su corazón, el verdadero rostro de Dios que es amor y que nos ama. Que los obstáculos del mundo nos ayuden a todos los cristianos a ser más fieles, auténticos y humanos para la felicidad del hombre y la gloria de Dios.

 

Fuente: email

Médico toca y canta para niña internada en el hospital con enfermedad rara

En las imágenes, una linda niña – con una sonda de suero – ensaya algunos pasos. En seguida se deja llevar por la música tocada y cantada por un médico. Parece que, por unos instantes, la niña se olvidó del sufrimiento causado por una enfermedad rara que padece en el hospital. La Histiocitosis de células de Langerhans, caracterizada por la proliferación de células específicas, que causan tumores alrededor de tegumentos, huesos y vísceras.

El video fue grabado en uno de los hospitales públicos más prestigiosos de América Latina. Es el Hospital de las Clínicas de la USP de Ribeirão Preto, interior de San Paulo.

La historia

En su perfil de Facebook, Paulo Martins, cuenta que decidió llevar un ukelele para llevar un poco de alegría a los internos. La mayoría eran adolescentes con cáncer. Él y algunos colegas empezaron, entonces, a tocar y cantar de cuarto en cuarto. Sofía, la muchachita del video, acompañaba todo de cerca. Fue cuando el papá de la niña le pidió al médico que tocara una canción para la pequeña.

“Al principio me quedé avergonzado, pues no sabía ninguna música infantil. Pero el papá me calmó, ‘a ella le gusta Marília Mendonça’. Comencé a tocar, bajito, y a medida que los acordes y la letra comenzaron a fluir, sus pasos mágicos me fueron acompañando. Bailó toda la canción. Terminaron pidiéndome otra. Toqué Medo Bobo y ella bailó divinamente bien. Al terminar, sólo había alegría. Todo el mundo estaba feliz, todo aquello se llamaba Paz”, escribió el residente en Facebook.

El video se hizo viral en Internet. Millones de personas ya lo han visto y se han contagiado con la iniciativa y con la alegría y la belleza de la pequeña Sofía.

El médico dijo que no era la primera vez que llevaba a cabo acciones para romper la rutina fría del hospital y dar un trato más humano. Él cuenta que ya ha confeccionado pijamas alegres y coloridos para los niños internados.

Y sostiene: “Amar y dedicarse al prójimo jamás debe ser un hecho único que llame la atención, tiene que ser algo constante y cotidiano. Los niños necesitan de eso. Nosotros tenemos que llevar alegría y buena energía a los lugares donde vamos. Jamás debemos dejarnos vencer por el mal humor, la indiferencia y la tristeza que algunas veces intentan contaminarnos”.

Fuente: Aleteia

Hoy es san Isidro Labrador, patrono de Madrid

San Isidro y el culto a los santos

El culto de los santos tiene en la Iglesia católica una función específica de ejemplaridad. La perfección obliga a todos y cada uno según su estado y condición. De ahí que la Iglesia presente a sus santos como hombres llamados a la santidad que correspondieron heroica y generosamente a este llamamiento divino. Precisamente porque son ejemplares de vida auténticamente cristiana, la Iglesia no se prodiga en admitir y canonizar toda esa serie incalculable de prodigios que los hagiógrafos de épocas pasadas han atribuido, y no pocas veces piadosamente inventado, en favor de sus héroes divinos. La Iglesia no confunde la santidad con los portentos; no teme decir que sus santos tenían todas las características de los hombres corrientes, si bien insiste en que han calado en toda su realidad el imperativo evangélico de «Niégate a ti mismo… y sígueme».

Porque la misión específica de los santos es de ejemplaridad y la urgencia de «Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» es de tanta actualidad hoy como ayer, en el santoral católico aparecen santos de todas las edades y de todas las condiciones, santos de sotana y santos de hábito, santos con cogulla y santos de cabeza descubierta, trajeados a la antigua y con pantalón y chaqueta, militares y civiles, profesionales y artesanos, mantos reales y abarcas polvorientas. Aparecen santos de carácter fuerte y enérgico, santos de carácter dulce y apacible, solitarios y metidos en sociedad, con marcado sentido del humor y retraídos, santos de ciencia y santos iletrados. Cada uno con su idiosincrasia, con sus formas sociales y sus cualidades intelectuales y temperamentales; pero, a la vez, todos ellos con un denominador común: vocación decidida a la santidad. Quisieron y fueron santos.

El criterio de la Iglesia

El equilibrado y sereno criterio de la Iglesia los presentará con sus legítimos sentimientos de seres humanos y sus notas de hombres comunes. Hablará de santos que, cansados de recorrer tierras extrañas, casi resulta imposible fijarles una patria política. Son ciudadanos del mundo, pero auténticos patriotas, con un patriotismo inspirado en su fidelidad a la tierra que les vio nacer. Fieles a su patria, el patriotismo de estos hombres de Dios y voceros de Cristo resulta ser el mejor antídoto para curar nuestras miopes concepciones de la patria.

Su patriotismo no podrá ofrecerse como mercancía política ni enarbolarse como bandera de resentimientos nacionales, porque se alimenta de la sangre divina de Cristo y está iluminado por su eterna Verdad, que fue dada gratuitamente como patrimonio a la humanidad, sin distinción de razas ni limitación de fronteras. Estriba en el dogma de la comunión de los santos, por el que todos los hijos de Dios se sienten unidos por los vínculos sagrados de la caridad.

Presentará también la Iglesia a sus hijos viadores santos que nunca traspasaron los límites de su aldea, santos de «un solo paisaje», pero que en el candor de sus ojos llevarán inconfundible a sus semejantes «el Camino, la Verdad y la Vida de Cristo». Presentará a santos que sienten la nostalgia del terruño, encariñados con sus pobres instrumentos de labor, que sufren habiendo de abandonar su aldea forzados por las circunstancias. Entre éstos aparece, algún tanto difuminado por la hagiografía, tal vez en demasía piadosa, pero real e histórico en sus rasgos fundamentales, San Isidro, labrador, celestial patrono de la capital y de las Hermandades de Labradores y Ganaderos de toda España.

De no haberse dejado llevar sus historiadores por esa tendencia, piadosa, pero muy poco objetiva, de presentar a los santos como seres de especie superior, nimbados con el halo del portento, no resultaría tan difícil trazar hoy su semblanza conforme a la realidad y a la Historia. Con lo eficaz y provechoso que sería presentar a los trabajadores del campo de nuestra edad un colega suyo, de su mismo oficio, ganando el pan de cada día con el sudor ,de su frente y el esfuerzo de sus brazos, sufriendo con entereza varonil y fortaleza cristiana los golpes de la envidia, «poniendo amor donde había odio, perdón donde había ofensa, unión donde había discordia, esperanza donde había desesperación, alegría donde había tristeza». Acaso el ejemplo de un santo con hábito talar lo miren con indiferencia y gesto de ironía los hombres de hoy.

Esos hombres a quienes anima un espíritu excesivamente crítico, para quienes los valores espirituales, si cuentan, son sometidos a la balanza de los intereses humanos, para quienes la santidad es una actividad exclusiva de una profesión que casi no se diferencia de otras ocupaciones humanas. Sin embargo, el de un santo con abarcas rotas, con la aguijada en la mano, delante de sí una yunta y un arado y ante sus ojos un campo que no es propio, sino ajeno, no podrá menos de impresionar y, en su muda elocuencia, de llevar a esas inteligencias, incultas unas y nubladas otras, destellos de luz divina, y a esos corazones triturados y sedientos el agua pura de la esperanza y de la resignación.

Un poco de historia

Ocupaba el trono de Castilla don Alfonso el Bravo cuando en la villa de Madrid, diócesis entonces de Toledo, nació San Isidro. Se ignora a punto fijo el año de su nacimiento, pero parece ser que tuvo lugar entre 1080 y 1082. Tampoco se sabe la parroquia donde recibió el agua del bautismo, si bien se cree que fue en la parroquia de San Andrés. Seguramente que le pusieron Isidro, síncopa de Isidoro, en memoria del gran arzobispo de Sevilla.

Sus padres, pobres en bienes de fortuna pero ricos en virtud, inculcaron desde los primeros años en su hijo el santo temor de Dios y la práctica de las virtudes cristianas. La precaria situación económica en que los progenitores de Isidro se encontraban obligó a éste a dedicarse desde muy joven a las rudas faenas del campo. Gregorio XV afirma que “nunca salió para su trabajo sin antes oír, muy de madrugada, la Santa Misa y encomendarse a Dios y a su Madre Santísima». Asegura a su vez que, a pesar de su labor fatigosa, jamás dejó de cumplir con los ayunos y vigilias de la Iglesia.

Los comienzos de san Isidro

Huérfano y solo en el mundo, el joven Isidro se alquiló como bracero de un señor de Madrid apellidado Vera. Su fidelidad y nada vulgar espíritu de trabajo le mereció muy pronto la preferencia y simpatía de su amo. Envidiosos sus compañeros de la estima en que su común señor le tenía, acudieron a la censura y a la intriga, acusándole de que, en vez de trabajar, se dedicaba a la oración. Con elegancia cristiana perdonó el pobre huérfano «cumplidamente» a sus acusadores.

Cuando Alí, rey de los almorávides, venció a Alfonso el Bravo y penetró con un formidable ejército por tierras de Toledo, apoderándose de Madrid, el miedo obligó a huir a aquellos pacíficos y laboriosos campesinos. Isidro corrió entonces la suerte de los emigrados. Se detuvo en Torrelaguna, donde tenía algunos lejanos parientes. Allí se puso al servicio de uno de los grandes terratenientes de la localidad. No tardaron sus compañeros de labor en volver a hacerle blanco de injustas acusaciones, hasta el extremo que su amo, fácil a la intriga e ignorante de la virtud de su nuevo criado, hubo de someterle a la humillación de la prueba y a exigir de él más rendimiento que de los otros. Isidro soportó paciente y con humildad la vileza de las acusaciones y la injusticia de la prueba; pero defendió su honradez con entereza y dignidad. Era costumbre en Castilla que el señor entregase, en concepto de salario, a sus criados una porción de tierra, que se decía pegujal, a fin de que con sus frutos pudiesen decorosamente vestirse. Isidro trabajó su pegujal con tan buena fortuna, que obtuvo de su campo cuantioso grano. Esta circunstancia agravó la ya mala disposición de su patrono, trabajada por la maldad de los envidiosos. Advirtiólo el Santo y sin animosidad, pero con noble gesto, calmó sus iras, diciéndole: «Tomad, señor, todo el grano. Yo me quedaré con la paja.» Dios se encargó de confundir la envidia de los unos y la codicia del otro, multiplicando milagrosamente el poco trigo que entre la paja había quedado.

Matrimonio santo

Estando en Torrelaguna, Isidro contrajo matrimonio con una joven del pueblo de Uceda. La historia la conoce con el nombre de Santa María de la Cabeza, no porque éste fuese su apellido, sino porque, después de su muerte, su cabeza fue trasladada a una ermita de Nuestra Señora, situada no muy lejos de Torrelaguna.

Acaso por la incomprensión de su amo y, a su vez, llevado por la nostalgia de su pueblo natal, nuestro Santo labrador, acompañado de su joven esposa, hubo de trasladarse definitivamente a Madrid. De nuevo en la villa que le vio nacer, trabajó las tierras que Juan de Vargas tenía en una localidad vecina, donde se dice que le nació su primero y único hijo. Satisfecho Vargas de la laboriosidad y honradez de su colono, le puso muy pronto al frente de toda su hacienda, en su mayor parte encuadrada en el término de la villa madrileña. Ya San Isidro no volvió a abandonar su tierra hasta que murió a la edad avanzada de noventa años.

En esta época es cuando sus biógrafos colocan el tan conocido milagro de los ángeles. Sus émulos no cejaban en la persecución, y Vargas hubo de cerciorarse de la inocencia y santidad de su mayoral, viendo con sus propios ojos que, mientras Isidro oraba, dos ángeles vestidos de blanco conducían la yunta con que él araba.

San Isidro es la personificación de las virtudes populares. Su vida, sencilla y metódica, podría escribirse en muy pocas líneas, de no ser tantos los milagros que se le atribuyen. Si bien es cierto que todos los biógrafos lo presentan nimbado con esa aureola de portento difuminada entre rasgos de piadosa leyenda, la realidad histórica y humana de su vida no puede precisarse, ya que no existe, por desgracia, ninguna crítica.

Canonización de San Isidro

Con todo, a la luz de la bula de su canonización pueden fijarse como características y virtudes culminantes del Santo la fidelidad a sus amos, el espíritu de trabajo armonizado con una intensa vida de oración, la humildad y la fortaleza en sufrir las injustas acusaciones y defender su honradez y su gran caridad para con los pobres necesitados, a quienes diariamente hacía partícipes de su sencilla y frugal mesa. Todo ello habla muy alto de la nobleza de su alma y de la reciedumbre de su espíritu castellano y profundamente evangélico.

Próximo a expirar «hizo humildísima confesión de sus faltas, recibió el Viático y exhortó a los suyos al amor de Dios y del prójimo». Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de San Andrés, y, a pesar de permanecer allí expuesto a las inclemencias del tiempo durante cuarenta años, se conservó incorrupto, exhalando suavísimo olor, dice el documento pontificio. Un amigo suyo lo trasladó, a expensas propias, del cementerio común a la iglesia donde se dice fuera bautizado.

Por los años de 1163 fue visto y examinado su sepulcro por delegados de la Sede Apostólica, y dieron fe, según testimonio de la misma bula, de su incorrupción. A instancias del rey Felipe III, cuya milagrosa curación la atribuía al Santo, fue beatificado por el papa Paulo V. Tres años más tarde, Gregorio XV lo canonizó.

Goya dejó a la posteridad un hermoso cuadro de San Isidro, que se conserva en la Biblioteca Nacional. El gremio de plateros de Madrid costeó la rica urna de plata que guarda sus preciosos restos, expuesta a la veneración del público en la catedral madrileña.

Fuente: SALVADOR BALTAR, O. F. M.

 

 

 

PLANAZO: Comida Pascual y excursión familiar parroquial

Como cada año la comunidad parroquial de Santa Eugenia os invita a participar  tanto de la comida de Pascua  como de la excursión familiar los días 21 de mayo y 10 de junio respectivamente.

Comida de pascua PARROQUIAL

El domingo 21 de mayo comeremos juntos en los salones parroquiales a las 14h. El precio por adulto se estima en unos 12 y por niño en unos 6. Para apuntarse hay que pasarse por el despacho parroquial o comunicárselo a alguno de los catequistas de infancia, preas o confirmación.

Excursión FAMILIAR Parroquial

¿CUÁNDO?

El sábado 10 de junio quedaremos a las 9:00 de la mañana para a las 9:30 salir todos juntos en autobús. Volveremos en torno a las 20 – 21h.

¿DÓNDE?

Este año vamos a ir a Boca del Asno en Segovia. En el caso de que haga mal tempo, tenemos un lugar alternativo donde pasar el día.

¿QUÉ HAGO PARA APUNTAR A MI FAMILIA?

Comunícaselo a cualquiera de los sacerdotes o a los catequistas de infancia, preas o confirmación.

¿QUÉ TENGO QUE LLEVAR?

Conviene llevar comida y bebida para compartir, así como mesas y sillas plegables si las teneis en casa. Existe la posibilidad de darse un chapuzón en el río y por eso conviene llevar bañador y toalla. También es altamente recomendable llevar gorra, protector solar, antimosquitos, ropa de recambio….

¿CUÁNTO CUESTA?

El precio del autobús ida y vuelta por persona sale en torno a los 8 euros.

¿QUÉ VAMOS A HACER?

El plan es pasar el día juntos. Vamos a tener tiempo para: jugar, hacer una pequeña excursión, bañarnos en el río, comer todos juntos, tiempo de sobremesa, celebar la Eucaristía…

Eucaristía y humildad

Para este mes de Mayo, dedicado a María, “la esclava del Señor”, os proponemos un buen tema para leer y reflexionar: ¡La Eucaristía!, misterio insondable de amor, de entrega y donación a quien se acerca con humildad a él. La humildad es el camino por el que tendremos fácil acceso a todos los misterios de Dios, ya que solo a los “humildes” Dios les revela sus secretos.

La Eucaristía, que aparentemente es “nada”, es el gran don que Dios hace a los que con corazón sencillo se acercan, aunque “no sean dignos de que entre en su casa”.

¿Qué es la humildad?

La humildad es la virtud que modera el apetito que tenemos de la propia excelencia, del propio valer.  Es una virtud que nos lleva a reconocer la grandeza de Dios y, al mismo tiempo, al conocimiento exacto de nosotros mismos, procurando para nosotros la oscuridad y el justo aprecio por amor a Cristo.

Es una virtud que no conocieron los paganos griegos o romanos ni las grandes civilizaciones antes del Cristianismo. Ellos –los grecolatinos- buscaban siempre la excelencia en todo, y para ello usaban de todas las tretas, sean lícitas y buenas, o no tan buenas. No sabían reconocer sus límites ni sus defectos. Es más, buscaban inmortalizar su gloria y su honor, que buscaban con frenesí. Para ellos, la humildad era un defecto, una debilidad.

La humildad la trajo Jesús del cielo, pues no se encontraba entre los mortales. Y la trajo, encarnándola Él mismo en su ser. Él es la Humildad misma.

Para nosotros, ¿qué es la humildad?

La humildad es una virtud que sabe reconocer lo bueno que hay en nosotros, para agradecer a Dios de quien viene todo lo bueno que somos y tenemos, sin apropiarnos nada. Sabe reconocer los propios límites y defectos, no para desanimarse, sino para superarlos con la ayuda de Dios.

Por ejemplo, ¿qué diríais de aquél que alaba un cuadro? ¿A quién debería alabar: al cuadro o al pintor de ese cuadro?

“No niegues tus cualidades ni los éxitos que logres. El Señor se sirve de ti, lo mismo que el artista utiliza un pincel barato” CE 515

La humildad es una virtud que sabe abajarse para servir a los demás, a quienes aprecia e incluso considera mejor que él mismo. Es más, se alegra que los demás sean más amados, preferidos, consultados, alabados que él.

¿Qué relación hay entre Eucaristía y humildad?

La Eucaristía es el sacramento del abajamiento, del ocultamiento. Más no podía bajar Dios. Él, que podría manifestarse en el esplendor de su gloria divina, se hace presente del modo más humilde. Se pone al servicio de la humanidad, siendo Él el Señor.

No se consideró más que los demás, no vino a despreciar a nadie, no vino a hacer sombra a nadie, no vino a desplazar a nadie, no vino a considerarse el mejor, el más santo, el más perfecto.

Se hace el más humilde de todos. El pan es la comida del humilde y del pobre. Es un pan que se da, se parte, se comparte, se reparte. ¡Cuántos gestos de amor humilde!

Jesús Eucaristía está aquí escondido, aún más que en el pesebre, aún más que en el calvario. En el pesebre y en la cruz se escondía solo la divinidad, aquí en la eucaristía también esconde la humanidad. Y sin embargo, desde el fondo del Tabernáculo es la causa primera y principal de todo el bien que se hace en el mundo. Él inspira, conforta, consuela a los misioneros, a los mártires, a las vírgenes. Él quiere estar escondido y hacer el bien a escondidas, en silencio, sin llamar la atención.

¿Y cuántas afrentas e insultos, profanaciones, distracciones, soledad, desatenciones, no recibe este Sacramento del amor? Y en vez de quejarse, protestar o cerrar su Sagrario, dice “Venid a Mí . . . todos”.

¡Cuántas veces vamos a comulgar no con las debidas disposiciones, ni con el fervor que deberíamos, ni con la atención suficiente! Y no sé cuántos de los que comulgan en la mano la tienen limpia, aseada, y hacen de su mano realmente un verdadero trono decente y puro para recibir al Señor. ¡Hasta ahí se rebaja! Podemos hacer con Él lo que queramos. No se resiste, no se altera, no echa en cara. Todo lo aguanta, lo tolera.

¿Cuál es el compromiso que adquirimos al comulgar, al acercarnos y vivir la Eucaristía?

Ser humildes. Quien comulga a Cristo Eucaristía se hace fuerte para vivir esta virtud difícil y recia, la humildad.

  1. La humildad es la llave que nos abre los tesoros de la gracia. “A los humildes Dios da su gracia”, nos dice san Pedro en su primera carta. A los soberbios Dios los resiste, pues éstos buscan solo su provecho. Dios, a los humildes les da a conocer los misterios, a los soberbios se los oculta.
  2. La humildad es el fundamento de todas las virtudes. Sin la humildad, las demás virtudes quedan flojas, endebles. Y se caen, tarde o temprano.
  3. La humildad es el nuevo orden de cosas que trajo Jesús a la tierra. “Los más grandes son los que sirven, los más altos son los que se abajan”.

“¿Quieres ser grande? Comienza por hacerte pequeño. ¿Piensas construir un edificio de colosal altura? Dedícate primero al cimiento bajo y cuanto más elevado sea el edificio que quieras levantar, tanto más honda debes preparar su base. Los edificios antes de llegar a las alturas se humillan”. San Agustín.

La humildad consiste esencialmente en la conciencia del puesto que ocupamos frente a Dios y a los hombres y en la sabia moderación de nuestros deseos de gloria.

La humildad no nos prohíbe tener conciencia de los talentos recibidos, ni disfrutarlos plenamente con corazón recto; sólo nos prohíbe el desorden de jactarnos de ellos y presumir de nosotros mismos. Todo lo bueno que existe en nosotros, pertenece a Dios.

Que la Eucaristía nos ayude a ser cada día más humildes.

Fuente: STBC