Si tuviera una varita mágica para hacer las cosas…

¿Quieres una varita mágica?

¿Quién alguna vez no ha deseado tener una varita mágica o un hada madrina que de pronto haga nuestras tareas, nos solucione ese examen horrible o simplemente haga desaparecer nuestros problemas? En el video que presentamos hoy, es una simpática muñequita de madera la encargada de hacer esto posible… y sí, por un breve momento nos hace creer en la ilusión de una vida “fácil”, sin esfuerzo (y mucho menos, sacrificio).

En la animación, vemos a una niña que haciendo sus tareas cae dormida por el cansancio. De repente, una muñeca de escritorio cobra vida y termina la tarea escolar de la protagonista.

Al despertar, la niña, sorprendida pero también encantada de ver que su tarea está terminada, va a su colegio. Cuando regresa, está más feliz todavía porque obtuvo una buena calificación a pesar de no habérsela ganado. Y claro, por la ley del menor esfuerzo, decide ahora entregarle todas sus tareas a su pequeña aliada de madera.

Lo que nuestra protagonista no se imagina es que toda decisión de renunciar a lo correcto y sucumbir a la flojera, el facilismo o la dejadez trae consecuencias. Vemos con asombro cómo esa muñequita de escritorio se va haciendo más y más grande, pero la niña no lo nota.

Está cegada por los dulces frutos inmediatos que experimenta: buenas notas ganadas sin esfuerzo y más tiempo libre para videojuegos. Tiene lo que quiere, ¿a quién le importa si esa, hasta ahora, “aliada” se hace más grande y va ocupando más espacio en su cuarto, en su vida?

Detengámonos un momento…

…y pensemos un poco en nuestra propia vida. Tal vez no tengamos muñequitas de madera que tomen nuestro lugar y nos prevengan de darle la dedicación que nuestras responsabilidades merecen, pero revisemos si es que no hemos permitido que cosas no necesariamente malas, como Facebook, Instagram, redes sociales o simple flojera, nos roben ese tiempo y esa concentración. Igual que en el video, comienza con una decisión consciente. Pensamos: «Es solo esta vez, es sólo por hoy, un ratito más», pero lo cierto es que cuando más permisivos somos con nosotros mismos, estas formas de procrastinación se hacen vicios, quiebran nuestra voluntad y nos convierten, en el mejor de los casos, en mediocres.

Lejanas entonces resuenan esas palabras de Dios a Josué: «Leerás continuamente el libro de esta Ley y lo meditarás para actuar en todo según lo que dice. Así se cumplirán tus planes y tendrás éxito en todo. Yo soy quien te manda; esfuérzate, pues, y sé valiente» (Jos 2, 8). Así, en el plano espiritual, el peligro de la falta de esfuerzo y sacrificio está en perder de vista nuestra vocación última como cristianos: la santidad. Ser cristianos, como su nombre lo dice, es ser como Cristo. Un cristiano mediocre es por tanto un contrasentido.

El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 2472) lo explica así:

«El deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia, los impulsa a actuar como testigos del Evangelio y de las obligaciones que de él se derivan. Este testimonio es transmisión de la fe en palabras y obras. El testimonio es un acto de justicia que establece o da a conocer la verdad (cf Mt 18, 16): “Todos […] los fieles cristianos, dondequiera que vivan, están obligados a manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra al hombre nuevo de que se revistieron por el bautismo y la fuerza del Espíritu Santo que les ha fortalecido con la confirmación”» (AG 11).

Buscar la mirada de Dios

Es evidente que llevar una vida coherente con nuestra fe requiere sacrificio y una intención honesta de llevarla a cabo. Nuestras fuerzas vendrán de los sacramentos, de la búsqueda cotidiana de Dios fijando un tiempo para la oración, y de todas las gracias espirituales que de ahí nos vienen. No olvidemos que «el sacrificio exterior, para ser auténtico, debe ser expresión del sacrificio espiritual» (CIC 2100). Hace falta esta aclaración, puesto que, incluso si alcanzáramos la excelencia en nuestra vida académica, profesional o en cualquier otro aspecto, por medio del sacrificio natural, éste aún no sería suficiente para llamarnos buenos cristianos.

«Misericordia quiero y no sacrificios» (Mt 9, 13). El sacerdote y académico padre Bernardo Hurault comenta al respecto: «El hombre lamenta sus errores, pero su sinceridad no es tal que se aleje de sus pecados. Piensa contentar a Dios con ofrecerle algunos sacrificios, pero está lejos del Amor verdadero que se prueba con la obediencia; prefiere ofrecer sacrificios costosos que él mismo decide, en vez de obedecer lo que Dios le pedía».

Regresando al video, éste tiene un final un poco oscuro. La dejadez e inacción de la protagonista le han dado tanta cabida a la muñequita de madera que ésta al ir tomando de a pocos su lugar, se convierte en una niña de carne y hueso. No solo eso, sino que es la protagonista la que ahora se convierte en una muñeca de madera. Y es que era inevitable que la renuncia de la protagonista a su papel de niña y estudiante, así como nuestra renuncia a la responsabilidad de formarnos como seres humanos, hacen que nos convirtamos en muñecos de madera sin posición ni opinión, muñecos de cualquier ideología de moda o gobierno injusto, muñecos sin valores bien formados o sin la valentía de defenderlos…

Fuente: Catholic Link

El padre Gaetan quiere llevar a muchos jóvenes de África a la universidad

La historia del padre Gaetan

El sacerdote africano Gaetan Kabasha no olvida sus raíces, en la convulsionada República de Ruanda, y aunque realiza su labor ministerial en España, ha creado la Asociación Universidad para el Desarrollo para que jóvenes en África puedan acceder a estudios universitarios.

P. Gaetan Kabasha. Foto: Captura de video / YouTube.
P. Gaetan Kabasha. Foto: Captura de video / YouTube.
 El hoy capellán del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (España), tiene 44 años y nació en Ruanda, país del que tuvo que huir por el genocidio para refugiarse en la República Centroafricana. Allí descubrió su vocación al sacerdocio.
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En el Vaticano El obispo de Bangassou, Juan José Aguirre, con el Papa Francisco
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El obispo de Bangassou Juan José Aguirre.

El P. Kabasha cursó el seminario en España, ya que el Obispo de Bangassou (República Centroafricana), diócesis en la que está incardinado, es el misionero comboniano español Juan José Aguirre.

Cuando llegó a España, recuerda, “no sabía absolutamente nada de español. Era la primera vez que estaba en Europa y todo era distinto. Nunca había visto un metro”.

ca1Años después, volvió a Bangassou, donde se ordenó sacerdote en noviembre de 2003. Ahí trabajó durante años en una zona rural en la selva, donde “no había ni teléfono fijo y pasé ocho años sin leer ningún periódico porque no llegaban”.

Entrevistado por ACI Prensa, el P. Kabasha asegura que “lo que constituye la fe nada tiene que ver con los medios materiales, de hecho estos a veces la obstaculizan. Son gente de muchísima fe, tienen una confianza en Dios total, aunque a veces tienen costumbres que pueden estar alejadas del cristianismo, sin darse cuenta”.

Regresó a España en 2011 para hacer la tesis doctoral en Filosofía y poder servir mejor a su pueblo. Y mientras la termina, trabaja como capellán en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde ayuda a los enfermos a encontrarse con Dios.

“Es una pastoral diferente porque no es una parroquia con una comunidad fija. Son fieles pasajeros, pero sin duda es una labor de consolación y santificación”, asegura.

El sacerdote señala que lleva la “consolación por acompañar a los enfermos que lo necesitan, a veces están con angustia, cansancio o no saben cómo llevar la enfermedad. Y también la santificación que está en los sacramentos porque la consolación también lo pueden hacer los voluntarios”.

Gaetan Kabasha confesando
Gaetan Kabasha confesando

El P. Kabasha explica que se trata de un hospital grande en el que puede haber más de 900 pacientes y en el que hay situaciones muy diferentes, pero recuerda el caso de una joven que estuvo durante un año hospitalizada y que “no sabíamos si saldría adelante”.

La joven cambió de hospital y tres años después su madre contactó al P. Gaetan. “Me llamó para decirme que ahora su hija se había recuperado y que estaba segura que era por todo lo que rezamos por ella durante el tiempo que estuvo en el San Carlos”.

“Hay veces que no vemos los frutos, porque no condicionamos la gracia de Dios sino que esta viene cuando quiere porque Dios tiene sus tiempos y sus modos. A veces veremos los resultados y otras no”, asegura.

Volver a África

El P. Gaetán sabe que cuando termine la tesis volverá a África, pero durante el tiempo que lleva en España no se ha olvidado de sus orígenes y de las necesidades de su pueblo. Por eso ha fundado una asociación para ayudar al desarrollo cultural y espiritual de los jóvenes universitarios africanos y así mejorar desde dentro el continente.

“Hay organizaciones muy volcadas en la educación primaria, pero hay muy pocos estudiantes que siguen en secundaria y son una amplia minoría quienes llegan a formación superior. Esto es necesario cambiarlo pero para ello hay que entender los mecanismos de la sociedad africana”, explica el sacerdote que puso en marcha el proyecto de financiación de estudios a universitarios.

“Hay muchos chicos que valen y que no pueden estudiar por falta de recursos. Desde España buscamos fondos para financiar sus estudios universitarios pero la originalidad del proyecto es que se comprometen a que cuando finalicen los estudios, ellos financiarán a los estudiantes que vengan después”.

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Un modo de crear autodesarrollo, porque según afirma el sacerdote “no podemos depender siempre de Europa, sino que el desarrollo venga desde dentro”.

La elección de los estudiantes y el control del dinero de las becas se realiza a través de la arquidiócesis de Kigali, en Ruanda. “Los trabajadores de la diócesis, el Obispo, están en el terreno y saben qué hace falta y qué chico puede seguir estudiando. Es la manera más práctica de hacer un seguimiento al dinero que se envía, para tener la certeza de que termina en donde tiene que terminar”, insiste.

La Asociación Universidad para el Desarrollo está oficialmente reconocida por el Ministerio del Interior español y actualmente financia a 7 estudiantes. Pero el reto es llegar, cada año a muchos más.

Más información sobre el proyecto y cómo colaborar AQUÍ.

Fuente: ACI y blog del P. Gaetan

Semana de oración por la unidad de los cristianos

Al menos una vez al año, se invita a  los cristianos a evocar la oración de Jesús para sus discípulos: «para que todos sean uno; […]; para que el mundo crea […]» (véase Juan 17,21). Los corazones se conmueven y los cristianos se reúnen para orar por su unidad.  Las congregaciones y parroquias de todo el mundo organizan intercambios de predicadores o celebraciones y cultos ecuménicos especiales.  El evento en el que tiene su origen esta experiencia única es la Semana de oración por la unidad de los cristianos.

Semana de oración por la unidad de los cristianosEsta semana de oración se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero, entre las festividades de la confesión de San Pedro y la de la conversión de San Pablo.  En el hemisferio sur, en el que el mes de enero es un mes de vacaciones, las iglesias encuentran en muchas ocasiones otros momentos para celebrarla, por ejemplo en torno a Pentecostés, que también es una fecha simbólica para la unidad.

Tema para 2017:
«Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia»

Para preparar esta celebración anual, los asociados ecuménicos de una región en particular son invitados cada año a elaborar un texto litúrgico de base sobre un tema bíblico. A continuación, un equipo internacional de editores formado por representantes del CMI y de la Iglesia católica romana pule el texto para asegurarse de que puede ser utilizado como oración en todo el mundo y de que está relacionado con la búsqueda de la unidad visible de la Iglesia.

TEXTO BÍBLICO PARA EL 2017

(2 Corintios 5, 14-20)

En todo caso, es el amor de Cristo el que nos apremia, al pensar que, si uno murió por todos, todos en cierto modo han muerto. Cristo, en efecto, murió por todos, para que quienes viven, ya no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Así que en adelante a nadie valoramos con criterios humanos. Y si en algún tiempo valoramos a Cristo con esos criterios, ahora ya no. Quien vive en Cristo es una nueva criatura; lo viejo ha pasado y una nueva realidad está presente.

Todo se lo debemos a Dios que nos ha puesto en paz con él por medio de Cristo y nos ha confiado la tarea de llevar esa paz a los demás. Porque sin tomar en cuenta los pecados de la humanidad, Dios hizo la paz con el mundo por medio de Cristo y a nosotros nos ha confiado ese mensaje de paz. Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios mismo os exhortara sirviéndose de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que hagáis las paces con Dios. Al que no tuvo experiencia de pecado, Dios lo trató por nosotros como al propio pecado, para que, por medio de él, experimentemos nosotros la fuerza salvadora de Dios.

oracion-por-la-unidad-de-los-cristianosLos ocho días y la celebración ecuménica

El texto 2 Co 5,14-20 da forma a las reflexiones de los ocho días, que desarrollan algunas de las enseñanzas teológicas de los diferentes versículos, como sigue:

Día 1: Uno murió por todos

Día 2: Ya no vivan más para sí mismos

Día 3: A nadie valoramos con criterios humanos

Día 4: Lo viejo ha pasado

Día 5: Una nueva realidad está presente Día 6: Dios nos ha reconciliado con él

Día 7: El ministerio de la reconciliación

Día 8: Reconciliados con Dios

En la celebración ecuménica, el hecho de que Dios ha reconciliado consigo el mundo es motivo para celebrar. Pero esto también tiene que incluir nuestra confesión de pecado antes de escuchar la proclamación de la Palabra y beber del profundo pozo de la misericordia de Dios. Solo entonces podremos dar testimonio ante el mundo de que la reconciliación es posible.

El texto es publicado conjuntamente por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el CMI, a través de su Comisión de Fe y Constitución, que también acompaña todo el proceso de producción del texto. El resultado final se envía a las iglesias miembros del CMI y a las conferencias episcopales católicas romanas, a las que se invita a que traduzcan y contextualicen o adapten el texto para su propio uso.cartel-de-la-semana-de-oracion-por-la-unidad-de-los-cristianos

Apremiados a dar testimonio y ser unidad

El amor de Cristo nos apremia a orar, pero también a ir más allá de nuestras oraciones por la unidad entre los cristianos. Las Iglesias y las congregaciones necesitan el don de la reconciliación con Dios como fuente de vida. Pero aún más, lo necesitan para su testimonio común ante el mundo: «Te pido que todos vivan unidos. Como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros. De este modo el mundo creerá que tú me has enviado» (Juan 17, 21).

El mundo necesita embajadores de reconciliación que rompan barreras, construyan puentes, hagan la paz, abran puertas a nuevas formas de vida en el nombre de aquel que nos reconcilió con Dios, Jesucristo. Su Espíritu Santo nos conduce por el camino de la reconciliación en su nombre.

Mientras se escribía este texto en 2015, muchas personas e Iglesias en Alemania practicaban la reconciliación ofreciendo hospitalidad a los numerosos refugiados que llegaban de Siria, Afganistán, Eritrea y de países de los Balcanes occidentales, buscando protección y una nueva vida. La ayuda concreta y las importantes acciones que se llevaron a cabo contra el odio al extranjero fueron un claro testimonio de reconciliación para la población alemana. Como embajadores de reconciliación, las Iglesias ayudaron activamente a los refugiados a encontrar nuevas viviendas y, al mismo tiempo, intentaban mejorar las condiciones de vida en sus países de origen. Actos concretos de ayuda son tan necesarios como orar juntos por la reconciliación y la paz si queremos que aquellos que están escapando de situaciones terribles puedan tener algo de esperanza y de consuelo.

¡Que la fuente de la gracia reconciliadora de Dios pueda manar en la Semana de Oración de este año, de modo que muchas personas puedan encontrar paz y se puedan construir puentes! ¡Que muchas personas e Iglesias sean apremiadas por el amor de Cristo a vivir vidas reconciliadas y a derribar los muros que dividen!

Fuente: Oikumene y Vatican

Jornada Mundial del emigrante y del refugiado

El 15 de enero se celebra la Jornada Mundial del emigrante y del refugiado con el lema, “Menores migrantes vulnerables y sin voz. Reto y esperanza”. Un lema con el papa Francisco nos invita a fijar nuestra mirada en los niños que padecen las migraciones porque…

“son menores, extranjeros e indefensos… Ellos quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración, casi siempre causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales, factores a los que hay que añadir la globalización en sus aspectos negativos.”

francisco-refugiadosNunca, como ahora, el tema de las migraciones está teniendo tata importancia. La salida del país de origen en busca de mayores oportunidades ya no es tan solo un fenómeno dirigido desde los países más pobres a los más ricos. La migraciones se generalizan hacia todos aquellos lugares donde se puede obtener una mejora, aunque no sea espectacular. Por ejemplo, el incremento de las migraciones entre los países latinoamericanos ha alcanzado unas cotas impensadas hace años.

Condiciones muy difíciles de las migraciones

De todos modos es el flujo de personas hacia las áreas económicas mejor dotadas lo que más se generaliza. Y en la mayoría de los casos esos movimientos no están exentos de condiciones muy difíciles y hasta trágicas. Pero ni siquiera la severa crisis que envuelve a los países europeos frena estos flujos migratorios. Eso lo sabemos bien en España donde la continua entrada de pequeñas embarcaciones, llamadas cayucos, en aguas españolas tiene, en muchas ocasiones, esa condición de tragedia ya que arriban cadáveres junto a los vivos y esos vivos, también en muchas ocasiones, con graves daños físicos. La mayor parte de esas entradas ilegales están propiciadas por mafias internacionales que comercian con precios muy altos en esos viajes de la muerte. Son ciudadanos norteafricanos o subsaharianos los que hacen la travesía en esos barquitos, incluyendo muchas veces, mujeres embarazadas, menores de edad y hasta niños de corta edad. La inmigración latinoamericana viaja, al menos, en avión y a pesar de las restricciones para conseguir visados, siempre una visa turística puede servir para entrar y luego permanecer. La realidad es también –y nos referimos igualmente a España, que ha disminuido el número de inmigrantes iberoamericanos de manera notable y por la crisis aludida. Los ecuatorianos ya no son el grupo más numero presente en España, superado por los procedentes de la Unión Europea y muy especialmente de Rumania.

La función de los católicos
Refugiados
Refugiados

Lleguen como lleguen estos inmigrantes, una vez ya en el país de destino las dificultades son enormes. Y si bien la llegada de inmigración ha servido para enfriar y rebajar la continua alza de los salarios, lo que tendió a mejorar la economía, la realidad es que hubo muchos abusos y no pocas actuaciones fuera de la ley. No obstante el clima español, en general, no es contrario a la inmigración y el ciudadano medio entiende que es una realidad necesaria y hasta conveniente. Y todo ello se mantiene a pesar del alto número de desempleados que tiene España, que supera en estos momentos la cifra de cuatro millones.

La función de las parroquias en la ayuda a la inmigración es más que evidente. Y así en las Cáritas parroquiales una importante cantidad de sus acciones de ayuda están dirigidas a ayudar a los inmigrantes, sobre todo en los primeros momentos. Por eso es importante que celebremos esta jornada con mucha dedicación y entrega total. Hay alusión a la jornada en la monición de entrada y también en la oración de los fieles. Asimismo, en la sección de Noticias hemos dado el texto íntegro de la declaración de los obispos españoles sobre la jornada de las migraciones.

Fuente: Betania y CEE

Exhortación del Papa a los jóvenes… y no tan jóvenes.

“He querido que ustedes ocupen el centro de la atención porque los llevo en el corazón”. Con esa afirmación, referida al tema de la próxima Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que llevará por tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, el Papa Francisco hace una acuciante exhortación a las nuevas generaciones en vistas al Sínodo que tendrá lugar en octubre de 2018.

El Papa con los jóvenes
El Papa con los jóvenes

En una carta escrita por el Santo Padre a los jóvenes, con motivo de la presentación del Documento Preparatorio del Sínodo este viernes 13 de enero, los anima a no tener miedo y ponerse en camino hacia aquello que Dios les pide.

[Puedes leer: Documento preparatorio para el Sínodo de los Obispos 2018 sobre los jóvenes]

051c78d7c80c8af41a46dac65c6992ecEn su carta, el Pontífice hace referencia a las palabras que Dios dirigió a Abraham: “Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré”. Francisco explica que estas palabras están dedicadas hoy a los jóvenes: “son las palabras de un Padre que los invita a ‘salir’ para lanzarse hacia un futuro no conocido pero prometedor de seguras realizaciones, a cuyo encuentro Él mismo los acompaña”.

En este sentido, el Papa invita a los jóvenes “a escuchar la voz de Dios que resuena en el corazón de cada uno a través del soplo vital del Espíritu Santo”.

Explica que cuando Dios le dice a Abraham que se marche “no le pedía huir de los suyos o del mundo. Su invitación fue una fuerte provocación para que dejase todo y se encaminase hacia una tierra nueva”.

youth_NW_20160206000012725193Francisco exhorta a los jóvenes a que se planteen si dicha tierra, “¿no es acaso para ustedes aquella sociedad más justa y fraterna que desean profundamente y que quieren construir hasta las periferias del mundo?”.

“Sin embargo, hoy, la expresión ‘Vete’ asume un significado diverso: el de la prevaricación, de la injusticia y de la guerra. Muchos jóvenes entre ustedes están sometidos al chantaje de la violencia y se ven obligados a huir de la tierra natal. El grito de ellos sube a Dios, como el de Israel esclavo de la opresión del Faraón”, señala.

En esta carta, el Santo Padre recuerda las palabras de Jesús cuando contestaba a las personas que le preguntaban dónde vivía: “venid y lo veréis”.

Dice el Papa: “también a ustedes Jesús dirige su mirada y los invita a ir hacia Él. ¿Han encontrado esta mirada, queridos jóvenes? ¿Han escuchado esta voz? ¿Han sentido este impulso a ponerse en camino? Estoy seguro de que, si bien el ruido y el aturdimiento parecen reinar en el mundo, esta llamada continúa a resonar en el corazón da cada uno para abrirlo a la alegría plena”.

papa-francisco-celebrara-san-valentin-3463Sin embargo, el Obispo de Roma recuerda que es necesario “el acompañamiento de guías expertos” para “emprender un itinerario de discernimiento para descubrir el proyecto de Dios en la propia vida”.

“Incluso cuando el camino se encuentre marcado por la precariedad y la caída, Dios, que es rico en misericordia, tenderá su mano para levantarlos”.

El Papa concluye su carta animando a los jóvenes a no tener miedo “de escuchar al Espíritu que les sugiere opciones audaces”, porque “un mundo mejor se construye también gracias a ustedes, que siempre desean cambiar y ser generosos”. “No pierdan tiempo cuando la conciencia les pida arriesgar para seguir al Maestro”.

ppfranciscoA05062013Finalmente asegura que “también la Iglesia desea ponerse a la escucha de la voz, de la sensibilidad, de la fe de cada uno; así como también de las dudas y las críticas. Hagan sentir a todos el grito de ustedes, déjenlo resonar en las comunidades y háganlo llegar a los pastores”.

Fuente: Aciprensa

Papa Francisco recuerda a todos los que sufren el frío y la indiferencia

La ola de frío y nieve se cobra la vida de ocho personas en Italia

Ocho personas murieron en Italia en las últimas horas por la ola de frío y nieve que sufre el país y el Papa quiso acordarse de ellas en la oración dominical. En Roma, con temperaturas de ocho bajo cero son muchas las personas que sufrieron a la intemperie e incluso las clásicas fuente de la ciudad eterna vieron cómo su agua quedaba congelada.

“En este día de tanto frío, pienso e invito a pensar en todas las personas que viven en la calle, golpeados por el frío y la indiferencia. Por ellos, oremos por ellos, y pidamos al Señor que nos caliente el corazón para poder ayudarles” Papa Francisco
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Imagen de la ola de frío que asola Europa

Antes de esta petición el Papa destacó tres palabras: humildad, mansedumbre y firmeza

También en Madrid…

Empezamos de nuevo el Tiempo Ordinario

El Tiempo ordinario ocurre dos veces en el año litúrgico: después de la época de Navidad hasta el miércoles de ceniza y desde el día después de Pentecostés hasta las oraciones de la vigilia del primer domingo de Adviento.

Tiempo ordinario
Tiempo ordinario

El Tiempo ordinario es considerado como un tiempo menor o “no fuerte”, como si los periodos privilegiados del Adviento, Cuaresma y Pascua fuesen los únicos a tener derecho de ciudadanía en el año litúrgico. Y, sin embargo, es un tiempo importante; tan importante que, sin él, la celebración del misterio de Cristo y la progresiva asimilación de los cristianos a este misterio se verían reducidos a puros episodios aislados, en lugar de impregnar toda la existencia de las comunidades de fé. Solamente cuando se comprende que el Tiempo ordinario es un tiempo imprescindible, que desarrolla el misterio pascual de un modo progresivo y profundo, se puede decir que se sabe qué es el año litúrgico. Quedarse tan sólo con los “tiempos fuertes” significa olvidar que el año litúrgico consiste en la celebración sagrada, en el curso de un año, del entero misterio de Cristo y de la obra de la salvación. Continuar leyendo «Empezamos de nuevo el Tiempo Ordinario»

Solemnidad del Bautismo del Señor

Manifestación del misterio trinitario en el Bautismo de Cristo.

Apenas se bautizó el Señor se abrió el cielo, y el Espíritu Santo se posó sobre Él como una paloma. Y se oyó la voz del Padre que decía: Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.(1)

Hace aún pocos días celebrábamos la Epifanía, la manifestación del Señor a los gentiles, representados en aquellos hombres sabios que llegaron a Jerusalén preguntando por el nacido rey de los judíos. Ya había tenido lugar una primera revelación a los pastores, que, en la misma noche de la Navidad, se dirigen al lugar donde ha nacido el Niño, a quien le llevan sus presentes. También la fiesta de hoy es una epifanía, una manifestación de la divinidad de Cristo señalada por la voz de Dios Padre, venida del Cielo, y por la presencia del Espíritu Santo en forma de paloma, que significa la Paz y el Amor. Los Padres de la Iglesia suelen señalar una tercera manifestación de la divinidad de Jesús. Ésta tendrá lugar en Caná de Galilea, donde, a través de su primer milagro, Jesús manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él (2).

Icono del Bautismo del Señor
Icono del Bautismo del Señor

En la Primera lectura de la Misa (3), Isaías anuncia la figura del Mesías: He aquí mi siervo…, mi elegido, en quien se complace mi alma. Sobre Él he puesto mi Espíritu… La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no lo apagará… Yo, el Señor, te he llamado… para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas. Esta descripción profética tiene su plena realización en el Bautismo del Señor. Entonces descendió el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma, sobre Él, y se oyó una voz que venía del cielo: Tú eres el Hijo mío, el amado, en Ti me he complacido (4). Las tres divinas Personas de la Trinidad intervienen en esta gran epifanía a orillas del Jordán: el Padre hace oír su voz, dando testimonio del Hijo, Jesús es bautizado por Juan, el Espíritu Santo desciende visiblemente sobre Él. La expresión de Isaías mi siervo es sustituida ahora por mi Hijo amado, que indica la Persona y la naturaleza divina de Cristo.

Con el Bautismo de Jesús se inicia de modo solemne su misión salvadora. A la vez, el Espíritu Santo comenzaba por medio del Mesías su acción en las almas, que durará hasta el fin de los tiempos.

La liturgia propia de este domingo es especialmente apta para que recordemos con alegría nuestro Bautismo y sus consecuencias en nuestra vida. Cuando San Agustín menciona en sus Confesiones el día en que recibió este sacramento, lo recuerda con profundo gozo: «rebosante de dulzura extraordinaria, aquellos días no me saciaba de considerar la profundidad de su designio para la salvación del género humano» (5). Con ese gozo hemos de recordar hoy que hemos sido bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

El misterio del Bautismo de Jesús nos adentra en el misterio inefable de cada uno de nosotros, pues de su plenitud recibimos todos gracia sobre gracia (6). Hemos sido bautizados no sólo en agua, como hacía el Precursor, sino en el Espíritu Santo, que nos comunica la vida de Dios. Demos gracias hoy al Señor por aquel día memorable en el que fuimos incorporados a la vida de Cristo y destinados con Él a la vida eterna. Alegrémonos de haber sido quizá bautizados a los pocos días de haber nacido, como es costumbre inmemorial en la Iglesia, en el caso de neófitos hijos de padres cristianos.

Nuestra filiación divina en Cristo por el sacramento del Bautismo.

Fuimos bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, para entrar en comunión con la Trinidad Beatísima. En cierto modo se han abierto para cada uno de nosotros los cielos, a fin de que entremos en la casa de Dios y conozcamos la filiación divina. «Si tuvieses piedad verdadera -enseña San Cirilo de Jerusalén-, también descenderá sobre ti el Espíritu Santo y oirás la voz del Padre desde lo alto que dice: éste no es el Hijo mío, pero ahora después del Bautismo ha sido hecho mío» (7). La filiación divina ha sido uno de los grandes dones que recibimos aquel día en que fuimos bautizados. San Pablo nos habla de esta filiación y, dirigiéndose a cada bautizado, no duda en pronunciar estas dichosísimas palabras: Ya no eres esclavo sino hijo: y si hijo, también heredero (8).

En el rito de este sacramento se indica que la configuración con Cristo tiene lugar mediante una regeneración espiritual, como enseñaba Jesús a Nicodemo: quien no renaciere del agua y del Espíritu Santo, no puede entrar en el Reino de Dios (9). «El Bautismo cristiano es, en efecto, un misterio de muerte y de resurrección: la inmersión en el agua bautismal simboliza y actualiza la sepultura de Jesús en la tierra y la muerte del hombre viejo, mientras que la emersión significa la resurrección de Cristo y el nacimiento del hombre nuevo» (10). Este nuevo nacimiento es el fundamento de la filiación divina. Y así, por este sacramento, «los hombres son injertados en el misterio pascual de Jesucristo: mueren con Él, son sepultados con Él y resucitan con Él; reciben el espíritu de adopción de hijos, por el que clamamos Abba! ¡Padre! (Rom 8, 15), y se convierten así en los verdaderos adoradores que busca el Padre» (11). Esta filiación lleva consigo la aniquilación de todo pecado del alma y la infusión de la gracia.

Por el Bautismo se perdonan el pecado original y todos los pecados personales, y la pena eterna y temporal debida por los pecados. El ser configurados con Cristo resucitado, simbolizado en la emersión del agua bautismal, indica que la gracia divina, las virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo se han asentado en el alma del bautizado, la cual se ha constituido en morada de la Santísima Trinidad. Al cristiano se le abren las puertas del Cielo, y se alegran los ángeles y los santos. En la naturaleza humana permanecen aquellas consecuencias del pecado original que, si bien proceden de él, no son en sí mismas pecado, pero inclinan a él; el hombre bautizado sigue sujeto a la posibilidad de errar, a la concupiscencia y a la muerte, consecuencias todas ellas del pecado original. Sin embargo, el Bautismo ha sembrado ya en el cuerpo humano la semilla de una renovación y resurrección gloriosas. ¡Qué diferencia tan enorme entre la persona que iba, o llevaban, camino de la iglesia para recibir este sacramento, y la que vuelve ya bautizada! El cristiano «sale del Bautismo resplandeciente como el sol y, lo que es más importante, vuelve de allí convertido en hijo de Dios y coheredero con Cristo» (12).

Demos muchas gracias al Señor por tanto bien, que querríamos comprender hoy en toda su grandeza. Por último, te pedimos…, Señor, humildemente que escuchemos con fe la palabra de tu Hijo para que podamos llamarnos y ser, en verdad, hijos tuyos (13). Es nuestro mayor deseo y nuestra más grande aspiración.

Proyección del Bautismo en la vida diaria.

En la Segunda lectura, San Pedro recuerda aquel comienzo mesiánico de Jesús, que estaba en la mente de muchos de los que le escuchaban y del que algunos de ellos habían sido testigos oculares. Conocéis -les dice el Apóstol- lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque todo comenzó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo… (14).

Pertransivit benefaciendo…, pasó haciendo el bien… Éste puede ser un resumen de la vida de Cristo aquí en la tierra. Ése debe ser el resumen de la vida de cada bautizado, pues toda su vida se desenvuelve bajo el influjo del Espíritu Santo: cuando trabaja, en el descanso, cuando sonríe o presta uno de los innumerables servicios que conlleva la vida familiar o profesional…

En la fiesta de hoy se nos invita a tomar renovada conciencia de los compromisos adquiridos por nuestros padres o padrinos, en nuestro nombre, el día de nuestro Bautismo; a reafirmar nuestra ferviente adhesión a Cristo y la voluntad de luchar por estar cada día más cerca de Él; y a separarnos de todo pecado, incluso venial, ya que al recibir este sacramento fuimos llamados a la santidad, a participar de la misma vida divina.

 Es precisamente este Bautismo el que «nos hace «fideles» -fieles, palabra que, como aquella otra, «sancti» -santos, empleaban los primeros seguidores de Jesús para designarse entre sí, y que aún hoy se usa: se habla de los «fieles» de la Iglesia» (15). Seremos fieles en la medida en que nuestra vida -¡tantas veces lo hemos meditado!-esté edificada sobre el cimiento firme y seguro de la oración. San Lucas nos ha dejado escrito en su Evangelio que Jesús, después de haber sido bautizado, estaba en oración (16). Y comenta Santo Tomás de Aquino: en esta oración, el Señor nos enseña que «después del Bautismo le es necesaria al hombre la asidua oración para lograr la entrada en el Cielo; pues, si bien por el Bautismo se perdonan los pecados, queda sin embargo la inclinación al pecado que interiormente nos combate, y quedan también el demonio y la carne que exteriormente nos impugnan» (17).

Junto al agradecimiento y la alegría por tantos bienes como nos han llegado en este sacramento, renovemos hoy nuestra fidelidad a Cristo y a la Iglesia, que, en muchas ocasiones, se traducirá en la fidelidad a nuestra oración diaria.

(1) Antífona de entrada. Cfr. Mt 3, 16-17.- (2) Jn 2, 11.- (3) Is 42, 1-4;6-7.- (4) Lc 3, 22.- (5) SAN AGUSTIN, Confesiones, I, 9, 6.- (6) Jn 1, 16.- (7) SAN CIRILO DE JERUSALÉN, Catequesis III, Sobre el Bautismo, 14.- (8) Gal 4, 7.- (9) Jn 3, 5.- (10) JUAN PABLO II, Ángelus 8-I-1989.- (11) CONC. VAT. II, Const. Sacrosanctum Concilium, 6.- (12) SAN HIPOLITO, Sermón sobre la Teofanía.- (13) Oración después de la comunión.- (14) Segunda lectura. Hech 10, 34-38.- (15) J. ESCRIVA DE BALAGUER, Forja, n. 622.- (16) Cfr. Lc 3, 21.- (17) SANTO TOMAS, Suma Teológica, 3, q. 39, a. 5.

6 de enero: Epifanía del Señor

Adoración de los Reyes Magos
Adoración de los Reyes Magos

La Iglesia celebra la Epifanía a los doce días de la Navidad. Se trata de una fiesta que tiene un carácter similar al de la anterior. Son fiestas compañeras, si no gemelas. El nombre de «pequeña navidad» dado a la epifanía expresa la idea popular de la fiesta en la Iglesia occidental. Parece como una repetición, a menor escala, de las celebraciones navideñas. Entre los cristianos de Oriente sucedía exactamente lo contrario. También ellos celebran la navidad, pero no le conceden el mismo rango que a la epifanía. Les parece apropiado dar a navidad el título de «pequeña epifanía». Continuar leyendo «6 de enero: Epifanía del Señor»

El fenómeno viral del momento: el amor de un padre que salva la vida de sus hijos al límite

Los milagros existen

Los milagros existen. Si no, ¿cómo es posible explicar lo que ha sucedido en Indonesia? La historia que nos ocupa la protagoniza un padre y sus dos hijos pequeños.

El hombre se ha convertido en todo un héroe al salvar a sus retoños de una muerte segura con una espectacular voltereta.

La cronología de los hechos, que han tenido lugar en Jambi Sur, en Indonesia, es la siguiente. Las imágenes muestran a los niños en la calle, delante de un taller mecánico, mientras el padre, que les da la espalda, arregla una moto.

Los niños se mueven por la acera con total libertad, yendo de un extremo al otro. Hay un momento, sin embargo, que algo parece llamar la atención del padre, que deja lo que está haciendo y se gira bruscamente para ver la posición de sus vástagos.

Momento en el que Anwar Sutanto Chen salva a sus hijos
Momento en el que Anwar Sutanto Chen salva a sus hijos

Todo ocurre en una fracción de segundo. De repente, un coche sin control aparece a escena. Los niños se encuentran peligrosamente en la trayectoria del vehículo.

El padre, consciente del peligro, reacciona inmediatamente: coge a los pequeños e instintivamente efectúa una voltereta hacia atrás justo una milésima de segundo antes de que el coche cruce delante de él y sus pequeños.

Una hija mayor del hombre que se ha convertido en todo un héroe, agradecía por las redes el acto heroico de su progenitor.

El vídeo fue grabado por la cámara de seguridad del taller mecánico de Jambi Sur, en Indonesia, y la grabación se ha convertido en todo un fenómeno viral.

Fuente: ForumLibertas