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Noticia del Boletín 22 – Año 1, del 18 de marzo de 2018

El pasado sábado, 10 de marzo, se llevó a cabo la tradicional Jornada de Juegos de Mesa de la parroquia de Santa Eugenia, siendo esta su séptima edición. Una jornada lúdica cuya única pretensión es pasarlo bien, unir a la gente en una tarde de diversión, y sobre todo, abrir las puertas para que jóvenes del barrio, y de otras parroquias de la vicaría, puedan conocernos y conocerse entre ellos, con una propuesta de ocio alternativo.

La experiencia, como siempre, fue muy intensa, y se disfrutó de una gran variedad de juegos. Se ambientaron los locales como si de un club mafioso se tratara, y los organizadores del evento recibían a los invitados vestidos de traje y con pajarita, al más puro estilo años 20. Servicio de cafetería y ropero, los asistentes eran tratados con suma exquisitez. Tras ello, podían acudir a la sala de juegos, donde escogían que querían probar, se les explicaban las reglas, ¡y a jugar!

Después de varias horas de juegos, todo el mundo se reunió para la cena, y acto seguido, para cerrar el día, se llevaron a cabo dos grandes juegos grupales, donde todo el mundo participaba a la vez.

La experiencia ha sido tan positiva, sobre todo para aquellos de fuera que acudían por primera vez, que algunos de ellos se han animado a escribir su experiencia. Estas podéis verlas en la página web, junto con las fotografías del evento.

Como muestra, un botón: uno de los asistentes asegura que “los compañeros con los que iba, para los cuales también había sido su primera jornada de juego, y yo, nos fuimos dejándonos llevar, conocimos gente nueva con la que compartimos una gran tarde.” Otro afirma que “en experiencia personal, no me imaginé que aquella noche saliera con tantas nuevas caras conocidas, fue realmente especial así que espero poder vernos la siguiente vez.”

Desde el grupo coordinador de este evento esperan poder seguir llevando a cabo las jornadas año a año, trayendo una tarde de ocio y diversión a la parroquia.

Noticia del Boletín 21 – Año 1, del 11 de marzo de 2018

El pasado viernes 2 de marzo un grupo de jóvenes de nuestra Parroquia visitó dos pequeñas congregaciones religiosas en la zona de Vallecas, participando en la actividad “Luces en la Ciudad”, organizada por nuestra Vicaría.

La primera cita fue con las Hermanas Rogacionistas, quienes nos recibieron en su Centro de Día para menores, donde acogen a niños en situaciones familiares complejas y les proporcionan un lugar donde poder hacer los deberes, estudiar ayudados de un grupo de voluntarios, y de ellas mismas. La labor fundamental de las hermanas es dar un acompañamiento escolar particular a cada niño, hasta la mayoría de edad.  Tras enseñarnos su casa nos hablaron sobre el origen de su Orden y su fundador, así como los numerosos proyectos que tiene la congregación por todo el mundo. Para finalizar la visita tuvimos una pequeña oración y una merienda donde preguntamos todas las dudas que surgieron.

La segunda visita fue en una congregación de laicas consagradas, las Servidoras de Cristo Sacerdote. Comenzamos con una charla en la que nos explicaron en qué consistía la vida consagrada sin ser religiosas, y como se organizaban económicamente. En su testimonio hicieron hincapié en que cada una de ellas compaginaba su vida profesional (maestras, economistas, doctoras…) con su vida religiosa, es decir, nunca dejaban de lado su fe cristiana. Después tuvimos un pequeño momento de oración y concluimos la visita con una merienda-cena con todas las mujeres que vivían en la casa.

Para terminar el día fuimos a la adoración en la Almudena, donde nos juntamos con el resto de los jóvenes que habían participado en “Luces en la Ciudad”. Sin duda fue un día de gratitud y encuentro con el Señor.

Noticia del Boletín 20 – Año 1, del 4 de marzo de 2018

Hoy vamos a dedicar nuestro boletín semanal para dar a conocer la Liga de fútbol de la Vicaria, a la cual asiste nuestra parroquia desde hace 4 años. Una liga que se juega cada viernes por la noche, tanto en la ciudad deportiva del Rayo Vallecano, como en el campo del Vallecas, al lado de la comisaria.

La formación de esta liga surgió a raíz del deseo de unión entre las distintas parroquias de nuestra Vicaría, así como de buscar una alternativa de ocio para los jóvenes. La idea era que el fútbol sirviera de punto de encuentro y como un vínculo para que se acercaran a Dios. ¿Y cómo? Todos los viernes antes de los partidos, todos los jóvenes forman un círculo en el centro del campo, rezan una pequeña oración que normalmente preside nuestro vicario, Juan Carlos Merino,  y acto seguido se reza un Padrenuestro. También se hacen dos encuentros anuales, donde se hace una oración un poco más larga, se trabaja algún tema, y se termina cenando todos juntos.

Otra de las ideas que animaron a formar una liga fue ayudar a las parroquias que no contaban con demasiados jóvenes, de manera que se potenciara poco a poco su llegada. Y ese objetivo se ha visto cumplido con éxito, ya que varias parroquias que no contaban con ningún grupo de jóvenes ahora ya sí que lo hacen. De hecho la liga comenzó con unos 7 equipos en su primera edición, pero poco a poco se han ido uniendo más parroquias, hasta las 14 que hoy forman la competición.

Otro de los beneficios obtenidos de la liga es el hecho de que las parroquias de la Vicaría IV están ahora mucho más unidas y abiertas entre ellas. Y ahora no es raro ver a muchos de los jugadores en los dos encuentros anuales que se celebran en la vicaría, o acudiendo a actividades que se organizan en otras parroquias, o en la diócesis.

En definitiva la liga es una forma de ayudar a que las parroquias abran sus puertas al mundo y experimenten otras realidades, tal y como pidió el papa Francisco.

Noticia del Boletín 19 – Año 1, del 25 de febrero de 2018

Hoy queremos dar visibilidad a un grupo muy importante dentro de nuestra parroquia, el cual se encarga de llevar el evangelio a los que ya no pueden acercarse a la parroquia por motivos de salud. Ellos son Pastoral de Salud, y cuentan ya con veinte años de historia dentro de nuestra parroquia y está actualmente formado por seis personas (y por supuesto está abierto a todo el mundo).

El grupo se reúne el primer y tercer lunes de cada mes, de 18:00 a 19:00, siempre bajo la formación y orientación de un sacerdote (ahora mismo Benedict). Además, asisten a los cursillos que organiza la vicaría siempre que los haya.

Una de las acciones que llevan a cabo dentro dela parroquia es la de animar el grupo de mayores los miércoles de 11:00 a 12:00, trabajando en la reflexión sobre el evangelio siempre en un ambiente, como dicen ellas, de amistad. También son las encargadas de preparar y participar en la parroquia en el día de enfermos y el Sacramento de la Unción.

Pero el grupo sobre todo se caracteriza por sus acciones fuera del recinto de la parroquia, por ejemplo, participan animando las oraciones y eucaristías de la residencia, visitando así dentro de ella a algún conocido, o si ven que hay alguna persona sola se encargan de acompañarla cuando esta necesita ir al médico, a hacer papeleos, etc.

Y la que para ellos es la actividad estrella: visitar a los enfermos en su domicilio, y por la cual quieren dar gracias a todos los familiares que han colaborado para que se pueda llevar a cabo, ya que son sobre todos los familiares de los enfermos los que se encargan de abrir las puertas de los hogares (es importante reseñar que solo acuden a domicilios donde se lo piden). También les acompañan al hospital o consultas médicas, o simplemente pasan un rato charlando en sus casas, y como con los ancianos de la residencia, les  colaboran en la gestión o acompañamiento a los servicios sociales para solicitar ayudas, siempre y cuando pida ayuda la persona interesada.

Quieren animar a todos los miembros de la parroquia que cuando tengan a algún familiar enfermo, o muy mayor, que necesita ayuda para poder acudir a la parroquia, pidan colaboración a la Pastoral de Salud.

Para ellos, una forma importante de vivir el Evangelio.

Noticia del Boletín 18 – Año 1, del 18 de febrero de 2018

El pasado viernes, 9 de febrero, tuvo lugar la Cena del Hambre, organizada  este año por el grupo de Misiones. El tema central fue “Comparte lo que importa”, y entre los asistentes se encontraba el presidente delegado de Manos Unidas en Madrid, Gregorio Martínez; el coordinador de Manos Unidas en la vicaría, Vicente Rama y el vicario, Juan Carlos Merino. Se realizó en el salón de actos de la parroquia, que estaba ambientada con imágenes de las situaciones de las que se reflexionaría durante el acto. A lo largo de la noche hubo momentos de compartir, de debate, de compasión y de reflexión.

Al principio, para presentar la cena, se visualizó un vídeo en el que se resaltaban distintas situaciones de pobreza. La cena en si comenzó con una dinámica en la que había que elegir entre dos menús, salado y dulce, en los que la principal diferencia era  la cantidad de comida que tendría cada uno. A lo largo de la cena, los misioneros iban dejando a cada persona que tenía menú dulce unas preguntas para realizárselas a las personas de su alrededor, y así poder compartir unos momentos de cercanía. Cuando esta actividad llegó a su fin, comenzó el segundo bloque de lacena, el debate. En esta ocasión se empezó con el tema de la pobreza, el hambre y las guerras de forma global. La reflexión que guío el transcurso de esta dinámica fue el qué era lo que podíamos hacer nosotros por todas estas desgracias que surgen. La conclusión a la que se llegó fue que todos estos problemas tenían una raíz común, que realmente está más cerca en nuestra sociedad de lo que pensamos, y aquí tomó poder el término de la familia y lo que ella conllevaba: cuidar lo que tienes cerca, transmitir los valores correctos y amar al prójimo son algunos de los ejemplos que dieron.  Por último, pero no menos importante, contamos con el testimonio vital de una persona que pasó de una viva de comodidad y lujos, a tener que vivir en la calle varios años.

Esta cena del hambre ha ayudado a los que fueron para comprender la necesidad y capacidad que tienen cada uno de ellos de cambiar poco a poco este mundo, y convertirlo en el mundo que Dios siempre ha querido que sea , empezando por los círculos más cercanos para llegar a lo más alto.

Noticia del Boletín 17 – Año 1, del 11 de febrero de 2018

El próximo miércoles, día 14 de febrero, es el Miércoles de Ceniza, y con él, damos comienzo al santo tiempo de Cuaresma. En nuestra parroquia se celebraran las misas a las 10:00 y a las 19:30, con una celebración especial para los niños a las 18:00.

Tradicionalmente, un poco al estilo de lo que pasa en Adviento, vemos la Cuaresma como un tiempo de oportunidades para el cambio, para mejorar. Un tiempo en el que debemos prepararnos para la Pascua, que no es otra cosa que “el paso de Jesús por nuestras vidas”. Un paso transformador, novedoso, que nos convierte en hombres y mujeres nuevos.

Pero si en la Pascua está claro que nosotros no somos los protagonistas (lo es Jesús), quizás en la Cuaresma no lo es tanto. Como hemos dicho antes, pensamos que el papel se centra un poco en nosotros, en el “yo”. Yo debo prepararme. Yo debo cambiar. Yo debo. Yo. Y de esta manera cometemos el error de no dejar espacio, hueco, para la acción del Espíritu Santo.

La Cuaresma no es un tiempo para la primacía del yo, es un tiempo del Espíritu Santo, para que el Señor me cambie, me prepare, en lo más profundo. De ahí que las claves en Cuaresma sean la oración, la limosna y el ayuno. Estas tres prácticas no tienen como objetivo que nosotros obtengamos o consigamos algo, sino generar un espacio en el que dejarse hacer por Dios.

La invitación, por tanto, es a dejarse convertir, a descubrir una nueva relación con el Padre, desde el “soy hijo”.  Pedirle a Dios que obre en nosotros un cambio de mentalidad, un cambio profundo en nuestra raíz, que deje huella y marca, y no se limite a una capa de pintura, a algunos cambios de hojarasca en nuestra vida.

Durante la Cuaresma, desde la parroquia, se llevaran a cabo varias charlas y catequesis, y otras actividades, sin duda una oportunidad única para ayudarnos a esa necesaria apertura al Espíritu Santo. En los avisos, en las misas y en el boletín encontrarás más información.

Noticia del Boletín 16 – Año 1, del 4 de febrero de 2018

La Almudena acogió una nueva vigilia de oración con jóvenes este pasado viernes. El arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro, convocó de nuevo a todos los jóvenes a la catedral para adorar juntos al Señor. Estos encuentros se celebran todos los primeros viernes de mes, y son conocidos como Adoremus, y acuden a él regularmente varios jóvenes de la parroquia de Santa Eugenia.

Comienzan en torno a las 21:00 horas con una cena con bocatas en la plaza de S. Juan Pablo II, y a las 21:45 horas se inicia la entrada al templo para ensayar los cantos. La Vigilia en si misa empieza a las 22:00 y concluye a las 23:00 horas. Y aunque esta está enfocado para jóvenes, asistentes de todas las edades acuden mensualmente a este encuentro de Adoración Eucarística.

Don Carlos Osoro nos invita “a tener el atrevimiento de decir en este mundo que es bueno ir con Jesús, seguir a Jesús, escuchar su mensaje, salir de uno mismo y sentir y hacer percibir la alegría de ser cristiano, pues creemos en el Resucitado que ha vencido el mal y la muerte, nos hizo pasar de la muerte a la vida. Y hay que jugarse la juventud por grandes ideales, entre ellos por hacer presente la Vida. Esta apuesta hace grande el corazón, de tal manera que así en él entran todos los hombres. (…) No tengáis miedo de soñar con cosas grandes. Dejaos acompañar por Jesucristo. ¡Qué vida más novedosa con esta compañía! Nos lo dice el Señor en el Evangelio (cf. Mt 35,31-46): socorriendo al prójimo hambriento, sediento, extranjero, desnudo, enfermo, encarcelado, sin esperanza, sin trabajo, sin horizontes, sin familia, sin saber el camino.”

Por otro lado, en la parroquia de Santa Eugenia, llevamos tiempos queriendo potenciar la Eucaristía, especialmente entre los jóvenes. De este deseo de la comunidad, y del trabajo de Rubén y Benedict, los jueves siempre celebramos un encuentro con el Santísimo, donde está expuesto toda la tarde, para después celebrar la Adoración comunitaria después de la Eucaristía. El objetivo este tener un tiempo de encuentro fuerte con Jesús, de adoración, petición y acción de gracias.

Os esperamos a todos, tanto los jueves en la parroquia, como los primeros viernes de mes en la catedral.

Noticia del Boletín 15 – Año 1, del 28 de enero de 2018

La tarde del pasado sábado 20 de Enero, la Parroquia de Santa Eugenia tuvo la oportunidad de acoger al grupo de Fe y Luz, de la Parroquia de Santa María, Majadahonda. Fue un encuentro organizado por parte del recién creado Grupo de Misiones, y del párroco de Santa Eugenia, Rubén, que conocía este grupo muy de cerca, ya que provenían de su antigua Parroquia.

Los grupos de Fe y Luz son comunidades repartidas por todo el mundo, en las que se ofrece la oportunidad de encuentro entre persona de diversidad funcional, su familia y amigos; especialmente formada por jóvenes que se reúnen con regularidad y desde una perspectiva cristiana, para compartir su amistad, para rezar juntos, para festejar y celebrar la vida.

El sábado, la tarde empezó con las presentaciones, en las que brevemente los representantes de Santa Eugenia hablaron sobre quiénes éramos, y un poco de nuestra comunidad, pero todos estábamos impacientes por escuchar los diferentes testimonios de todas las familias y miembros de Fe y Luz. Cuando les llegó su turno, nos explicaron en qué consistía su grupo, hablaron de sus experiencias, de sus viajes, de sus familias y en resumen, de quiénes eran cada uno de ellos y lo que hacían.

Después de este primer momento, llegó la hora de la merienda en la que todos los presentes tuvimos la oportunidad de conocernos de forma más personal y distendida. Tras la merienda, subimos al templo a celebrar todos juntos la Eucaristía, que fue muy bonita y emocionante, y en la que quedó claro que todos formamos parte de una misma comunidad, y que hay algo mucho más grande que nos une, Dios.

Finalmente el día concluyó con una emotiva despedida y una invitación para repetir el encuentro pronto, esta vez, en Majadahonda. En conclusión, el sábado fue un día de comunidad, de compartir, conocer gente nueva y sus vivencias, y una oportunidad para acercarse más al nuevo Grupo de Misiones y a los grupos de Fe y Luz.

Noticia del Boletín 14 – Año 1, del 21 de enero de 2018

El pasado martes, 16 de enero, tuvo lugar el Consejo Pastoral, en el que los representantes de los diferentes grupos de acción de la parroquia se reúnen para debatir y trabajar diferentes temas, según las necesidades en ese momento. En esta ocasión, el objetivo era presentar las conclusiones extraídas del trabajo en torno al documento “Tomamos el pulso a nuestra Fe”, preparado por nuestro párroco Rubén, y que cada grupo de la parroquia trabajó por su cuenta.

En dicho documento se exponían una serie de preguntas, todas ellas surgidas a raíz de un fragmento del “Discurso del Pan de Vida” (Jn 6, 51-58), en el que se destaca que Jesús pone en el centro de todas las cosas la Eucaristía. ¿Tenemos necesidad de la Eucaristía, y experiencia de ello? ¿Doy valor a la misma? ¿La vivo como experiencia de Comunidad? Y, quizás la pregunta más importante, ¿vivimos en la parroquia el Sagrario como “centro de operaciones” de las acciones de nuestros grupos?

Hubo muchos puntos en los que los diferentes miembros del Consejo coincidieron, como que la Eucaristía en ocasiones es difícil, no se entiende bien, convirtiéndose en una “cuestión de fe”. Otros destacaron que a veces cuesta establecer una relación íntima con la Eucaristía, y se convierte en rutina, en una cuestión horaria. También se ven los ritos como elementos desconocidos, y de los que se no se entiende sentido y significado, por lo que se pide formación en este aspecto. Algunos grupos ponen el acento en la Paz y el Padrenuestro como partes muy importantes de la Eucaristía, especialmente a nivel comunitario

El Consejo Pastoral fue especialmente rico, con diversidad de opiniones y propuestas, que fueron puestas en consideración, y en torno a las cuales Rubén y Benedict reflexionarán, para poder poner el punto en las necesidades de nuestra Comunidad.

Noticia del Boletín 13 – Año 1, del 14 de enero de 2018

Este año la parroquia de Santa Eugenia ha participado en la cabalgata del distrito. El tema elegido fue la Estrella de Oriente, la cual guío a los reyes magos hasta Belén. Así, la estrella de oriente estuvo situada en un camión, adornada por luces y globos, y los participantes fueron disfrazados de estrellas lanzando caramelos a los más pequeños (y no tan pequeños), que acudieron a ver a sus majestades los Reyes de Oriente en su visita a nuestro distrito.

Todo esto se pudo llevar a cabo gracias al trabajo realizado por los miembros de nuestra parroquia, los cuales, llenos de ilusión por participar en la cabalgata de Navidad, se pusieron manos a la obra para realizar los disfraces, la estrella de oriente y adornar la carroza, trabajo que necesito de mucho tiempo para que todo fuese perfecto. Todos coinciden que la experiencia ha sido fantástica y que les ha gustado mucho, pues no se guía a los Reyes Magos por nuestras calles todos los días. Además, están deseando poder repetir el año que viene esta gran experiencia, volviendo a acompañar a Melchor, Gaspar y Baltasar. Así que nos despedimos de ellos con un ¡HASTA EL AÑO QUE VIENE!

Además de la cabalgata, como todos los años, este día es muy especial para el grupo de Cañada. De hecho, el más especial del año, con todo el trabajo que lleva detrás. Y es que en este día a los niños se les brinda la oportunidad de venir a nuestro barrio a disfrutar de las carrozas de los Reyes Magos, y más tarde, en los locales de la parroquia, de abrir los regalos que los propios Reyes Magos en persona les traen. Verles tan contentos e ilusionados es el verdadero regalo.

El equipo de Cañada desea dar las gracias a la Parroquia por la gran acogida, y por apadrinar las cartas de los niños. Debido a la realidad en la que viven, y más este año después del incendio que hubo en diciembre, esta experiencia es de gran ayuda, y gracias a Melchor, Gaspar y Baltasar, y sobretodo, al gran equipo de Cañada, han podido ver cumplidos sus deseos.