Noticia del Boletín 58 – Año 2, del 10 de febrero de 2019
Durante el fin de semana pasado, tuvieron lugar dos preciosos e importantes encuentros donde aquellos que acudieron salieron encantados, y que tuvieron la oportunidad de compartir y pasar un agradable día en comunidad.
En primer lugar, el pasado sábado fue el día señalado para realizar unas convivencias de padres de toda la parroquia, aprovechando la tradicional excursión de preas a patinar sobre hielo; en el Centro de Pastoral Familiar de la Vicaría. Hay que destacar la emotividad del encuentro donde hubo momentos de reflexión, oración, trabajo, y silencio, pero también hubo espacio de “charlacafé” que, sin duda, enriquecieron aún más esta jornada. Todo giró en torno a la lectura del alfarero de Jeremías que nos permitió ahondar acerca del vacío y la búsqueda del amor. No olvidemos que el Padre nos quiere tal y como somos, y solo tenemos que dejarnos moldear con sus manos de Amor. Es una suerte poder vivir, sentir, la fuerza del Espíritu en nuestra Familia de Santa Eugenia.
En segundo lugar, el pasado domingo los jóvenes confirmados de la parroquia tuvimos un encuentro para dialogar. Los objetivos de la asamblea eran: reflexionar sobre la situación de los diferentes grupos de vida, ahondar en el sentido de comunidad, tomar conciencia de la responsabilidad de ser “los hermanos mayores” para dar ejemplo a los que vienen detrás y, por último, buscar formas de mejorar la fraternidad y la espiritualidad en nuestro camino de fe. Un grupo numeroso de personas que comparten la vida es un regalo, pero también somos conscientes de que la convivencia no siempre es fácil. Por ello, aclaramos situaciones y propusimos herramientas para mejorar las relaciones entre nosotros. También se habló de la necesidad de adquirir una misión evangelizadora en nuestras vidas y de ser coherentes con el camino que recorremos hacia Jesús. Se recordó la importancia de vivir los Sacramentos. Y, por último, una joven que se ha incorporado recientemente nos recordó que debíamos dar gracias a Dios por tener un grupo de jóvenes así en nuestra comunidad.
Os pedimos oraciones para que tanto jóvenes como adultos sigamos creciendo en Cristo.