Noticia del Boletín 24 – Año 1, del 1 de abril de 2018
El pasado fin de semana tuvo lugar las convivencias de jóvenes de Semana Santa, celebradas en el albergue que la diócesis pone a disposición de las parroquias, en el Atazar. En esta ocasión ha habido una gran acogida por parte de los diversos grupos de jóvenes: confirmación, post-confirmación, jóvenes, y la participación de tres invitados externos, llegando a ser más de 60 chicos y chicas. El tema alrededor del cual han girado las convivencias ha sido la Eucaristía y sus distintas partes. El lema, “Dichosos los invitados a la Cena del Señor”.
El sábado empezamos por la mañana con los ritos iniciales de la Eucaristía, en los cuales vimos y trabajamos tanto los siete pecados capitales como sus correspondientes virtudes cardinales, mediante la dinámica de un puzle, en el que al unir todas las piezas faltaba una que era la pieza central, Jesús. Para obtenerla había que pedir el perdón del sacerdote. Por la tarde, se visualizó una película que giraba en torno al perdón de los pecados, y que se titulaba “La Cabaña”, tras la cual hubo un debate por grupos. Finalmente, acabamos el día con una pequeña oración que giró alrededor del perdón, con la Cruz en el centro, donde nuestras faltas y pecados fueron escritas en puñados de arena que se repartieron en cuencos de barro.
El domingo arrancó por la mañana con una serie de gestos con este cuenco de barro, que como veis acompañó a los jóvenes toda la convivencia. En esta dinámica hablamos de las cinco etapas que nos conducen hacia la sanación, y a continuación se llevó a cabo una oración por parejas, a través de la dinámica del camino de Emaús, donde se quitaban las máscaras que todos llevamos, se sinceraban, y contaban las heridas que cada uno arrastra. Hasta este momento todas las dinámicas habían sido llevadas a cabo por el Padre Benedict, pero las siguientes serían conducidas por el Padre Rubén. Por la tarde, tuvimos una reunión sobre El Árbol de la Vida, es decir, La Cruz de Cristo. En ella se debatió sobre los distintos roles de un cristiano, y la postura que tomamos en la sociedad. Para finalizar ese día, celebración de la Eucaristía del domingo de Ramos, bendiciendo los mismos, y una posterior Adoración Eucarística que cerraba definitivamente esa jornada. El lunes terminamos el tema de las convivencias con los ritos finales de la Eucaristía.
En general, estas convivencias llenas de emociones fuertes, grandes momentos de compartir, y una clara presencia del Espíritu Santo, nos han servido para fortalecer el conocimiento de las diversas partes de la Eucaristía con una pasión digna de la Semana Santa.