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Noticia del Boletín 214 – Año 8, del 1 de enero de 2023

“La noche de 24 de diciembre fue, como siempre, una noche especial. Nos juntamos muchas personas de muchos lugares diferentes y con la fuerza del Espíritu Navideño, el niño Jesús hizo que ninguno de nosotros se sintiese solo en una fecha tan especial. Te sentías como en una familia compartiendo el pan y los sentimientos. Nos cambiaba la cara, porque en esa noche fuimos todos hermanos disfrutando de comida, sonrisas, humor, cariño y villancicos. ¡Estaba todo riquísimo!

Fue una noche luminosa como un niño especial en un pesebre. Todos ayudábamos poniendo nuestro granito de arena, dejando de lado la timidez. Luego esperamos para la Misa del gallo, cuando la parroquia se llenó. Fue muy bonito poder compartir todos juntos este momento con el niño Dios, recién nacido.

La parroquia de Santa Eugenia es una familia unida que aporta, que responde y ayuda a los más necesitados. Con cercanía y empatía,  tanto jóvenes como mayores, son personas maravillosas que se implican en varias actividades, dando ayuda y soluciones. El párroco,  los sacerdotes y todas las personas que venimos a la parroquia formamos lo que  para mi es una gran familia.

¡Gracias a todos!”

Noticia del Boletín 212 – Año 8, del 18 de diciembre de 2022

Evangelio según San Lucas
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo del parto; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.

En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: «No temáis, porque os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por Él!»

Oración:

Dios Padre bueno, en esta noche tan especial te damos gracias por regalarnos el Nacimiento de Jesús. Nosotros le abrimos las puertas de nuestro hogar, de nuestra familia, y queremos acogerle en nuestros corazones.

Porque Él viene a darte toda gloria y traer la paz a la tierra, pensamos también en todos nuestros hermanos que en esta Noche Santa sufrirán como Jesús el frío, la falta de alimento y de cariño, los que están en guerra y sus lágrimas riegan la tierra. Para todos ellos nace Dios y para todos ellos pedimos tu Bendición.

Mirando al Niño Jesús regálanos también un corazón como el Suyo, para que nos sintamos Familia de hijos de Dios y hermanos en un mundo que Tú has creado como un Hogar para todos.

Santa María, Madre del Señor y Madre nuestra, San José, Custodio de la Iglesia, Santos Ángeles que en esta noche traéis el anuncio gozoso de la llegada del Salvador. ¡Rogad por nosotros!

Se puede acabar con un villancico y felicitando a todos la Navidad.

Noticia del Boletín 211 – Año 8, del 11 de diciembre de 2022

Este último mes lleno de convivencias terminó el fin de semana pasado, con el grupo de los más mayores, popularmente conocido como “jóvenes”, que se dieron cita en el colegio María Auxiliadora, en Majadahonda.

Fue una convivencia única e innovadora, pues habitualmente este tipo de actividades es preparado por un pequeño grupo de catequistas, y aunque en estas convivencias también recayó sobre ellos el peso principal, todos los jóvenes participaron de una manera u otra, preparando partes de alguna actividad, oraciones, etc.

El lema, y tema principal de la convivencia, fue “Sígueme”. Tan sencilla palabra abrió paso a tratar la llamada que Jesús nos hace y el impacto que tiene en nuestra vida, así como varios temas asociados con la misma: la llamada a la santidad, la llamada a establecer una relación personal con Dios, y la llamada a la Misión.

En las conclusiones finales, todos estuvieron de acuerdo en que fue un fin de semana lleno de gracia, donde se vivieron momentos muy emocionantes, uniendo y cohesionando al grupo.

Noticia del Boletín 210 – Año 8, del 4 de diciembre de 2022

El fin de semana pasado los grupos de confirmación nos fuimos de convivencias al Atazar. A lo largo de esos días fuimos descubriendo y viviendo como actúa él  Espíritu Santo en nuestras vidas. Empezamos el viernes por la noche con una oración donde tuvimos un cara a cara con Jesús para ver quién es Él en nuestras vidas y así dejarnos ser recipientes de su luz. 

El sábado por la mañana reflexionamos sobre la relación de amistad que tenemos con Cristo, dándonos cuenta de que el único medio para fortalecerla es a través de la oración, porque orar es establecer una relación de amistad y esto lo conseguimos gracias al Espíritu Santo que es quien reza en nosotros y nos regala sus frutos.

Por la tarde profundizamos en cómo cuando las cosas no nos van bien, buscamos consuelo en sitios equivocados o de formas equivocadas, alejándonos así de Jesús. Continuamos con una oración donde ofrecimos todo aquello en lo que necesitábamos el consuelo del Señor, recibiendo su alivio y descanso mediante la imposición de manos de Rubén y los catequistas.

Tras una noche de velada preciosa adorando al Santísimo, recargamos fuerzas desayunando churros para realizar la dinámica de la mañana, donde descubrimos que todos podemos ser luz para el resto si seguimos a Jesucristo de verdad y nos dejamos iluminar por Él.

Para finalizar las convivencias volvimos al barrio donde celebramos la misa del primer Domingo de Adviento acompañados de gran parte de la familia de Santa Eugenia.

Sin duda todo lo vivido ha sido un regalo de Dios, GRACIAS por vuestras oraciones.

Noticia del Boletín 209 – Año 8, del 27 de noviembre de 2022

El pasado 19 de noviembre, 14 jóvenes de nuestra parroquia vivieron algo muy especial, el Sacramento de la Confirmación. Nos cuenta su vivencia uno de los jóvenes que fue confirmado.

La Confirmación es algo que llevaba esperando mucho tiempo con alegría. He estado tres años yendo a Catequesis para poder prepararme y recibir este Sacramento, sabiendo todo lo que conlleva. Y es que lo que viví el sábado fue una experiencia única e inolvidable. Recibí al Espíritu Santo, y solamente decir que no os imagináis lo que sentí durante y después de la ceremonia. Nada más empezar es cierto que estaba un poco nervioso, la parroquia estaba más llena que nunca. Pero fue empezar la ceremonia y los nervios se fueron de golpe. Sentí algo por dentro que, aunque es difícil de explicar, me marcó mucho. Durante toda la ceremonia sentí que alguien me estaba acompañando, y solo se me venía a la cabeza la frase «Estoy aquí». Y es que así es, quería entregarle todo al Señor y dedicarle mi vida.

Llegó el momento de la Crismación, y me arrodillé frente al obispo. Este momento para mí fue el más especial de la noche. Mis padrinos estaban poniendo su mano en mi hombro, pero yo sentía que era el Señor quien posaba sus manos sobre mí. Me decía: «Estoy aquí para ayudarte, no estás solo». Era la primera vez que le sentía tan cerca. Después de la ceremonia, simplemente tenía muchísimas ganas de entregárselo todo, a Él y a todas las personas que me rodean.

He de decir que no todo hubiese sido tan perfecto sin mis hermanos. Ellos estuvieron acompañándome durante toda la ceremonia, y eso hizo que para mí fuese tan increíble, pues pude ver claramente como todos éramos una familia.

Noticia del Boletín 208 – Año 8, del 20 de noviembre de 2022

El pasado fin de semana, el grupo de confirmación “las ovejas” vivieron sus últimas convivencias previas a la Confirmación, donde crecieron un poco más gracias a la maravillosa presencia de otras ocho personas que las acompañaron en la recta final hacia el recibimiento del Espíritu Santo. 

Fueron unas convivencias donde pudieron aprender más sobre el sacramento de la Confirmación y sobre lo que este implica. Estuvo repleta de oraciones, reflexiones, adoraciones, dinámicas, diversión, alegría y sobre todo amor, un amor tan inmenso como es el de Dios. Además, hubo una fuerte presencia del Espíritu Santo en cada uno de los asistentes, lo que contribuyó a crear una experiencia única y preciosa, constituyendo otra bonita vivencia que incorporar al corto, pero intenso camino de tres años que ha recorrido este rebaño hacia la Confirmación.

En conclusión, fueron tres intensos días que permitieron abrir el corazón de este grupo y prepararlo para decir “Aquí estoy” a Dios, para seguirle sin temor y sin dudas, y para convertirse en mujeres y hombres nuevos.

Noticia del Boletín 207 – Año 8, del 13 de noviembre de 2022

El pasado fin de semana se realizaron las convivencias de nuestros hermanos pequeños (los Preas) en Mohernando, Guadalajara. Todo empezó el viernes, cuando salimos de nuestra casa, y tras la cena, se presentó el tema a tratar: San José. Tras un par de juegos de presentación hicimos una oración para dar el pistoletazo de salida a las convis.

El sábado por la mañana indagamos en la faceta del San José más soñador, y cómo gracias a sus enseñanzas podríamos alcanzar nuestros sueños. Tras la comida, el tiempo libre en un entorno natural increíble y un gran tiempo, comenzamos la actividad de la tarde en la que tratamos el silencio de San José y cómo se puede cumplir la voluntad del señor desde un segundo plano, esquivando el protagonismo. Tras las diferentes pruebas llegó otra oración en la que el Santísimo estuvo expuesto, un momento precioso con gran presencia del Espíritu Santo. Después de cenar y de un terrorífico juego nocturno, acabamos el segundo día.

En la mañana del Domingo se celebró un concurso de jardinería, en el que teníamos que construir una pequeña cruz con distintos materiales. Para aprender a llevar nuestras propias cruces que posteriormente fueron ofrecidas en la misa que pondría el broche final a este fantástico fin de semana.

Noticia del Boletín 206 – Año 8, del 6 de noviembre de 2022

Nuestro Párroco ha convocado al Consejo Pastoral para el lunes 21 de noviembre, fiesta de la Presentación de Nuestra Señora, teniendo como tema central “El Sacramento de la Reconciliación”. El Espíritu Santo está moviendo los corazones, cada vez con más fuerza, a celebrar con frecuencia el Perdón de Dios, iluminando nuestras conciencias del pecado que nos ata e invitándonos a una vida nueva desde el abrazo de la Misericordia de Jesús.

Por eso, es importante que como miembros de la Iglesia en nuestra Familia de Santa Eugenia nos sinceremos y reflexionemos sobre la vivencia de este Sacramento, qué es lo que más nos cuesta y a la vez cómo ayudarnos a que su celebración sea lo más plena posible.

Existe un vínculo que el mismo Jesús enseña entre la Reconciliación y la Eucaristía: dos Sacramentos que van de la mano y que sus frutos dependen directamente uno del otro. El corazón que no está renovado en la Misericordia de Jesús perderá poco a poco el valor de la Eucaristía… al mismo tiempo la vivencia de la Eucaristía nos lleva a buscar el ser curados y abrazados en el Perdón.

Tengámoslo en cuenta para que nuestra Familia de Santa Eugenia seamos cada vez más luz en nuestro barrio: no luz propia sino la Luz que recibimos de Jesús en nuestro interior.

Noticia del Boletín 205 – Año 8, del 30 de octubre de 2022

“El Espíritu del Señor esta sobre mí, me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón” (Lucas 4, 18-19) El lema de mi ordenación sacerdotal hace 18 años ha marcado mi vocación y ministerio. 

La unción del Espíritu Santo para evangelizar ha sido el legado de mis padres que me implantaron la semilla de la vocación al sacerdocio. Además de criarme en la fe y en el amor de Dios y al prójimo, me enseñaron la vida en el Espíritu. 

Atribuyo haber sobrevivido a un accidente de coche cuando tenia once años al Espíritu Santo y la intercesión de la comunidad carismática. He considerado este milagro como el inicio de mi vocación porque ofrecí mi segunda vida a servir a Dios y al prójimo como sacerdote. Desde entonces quise dar testimonio de cómo el Señor me ha salvado. 

Estas ganas de evangelizar me llevaron a los Claretianos para ser misionero. Entré al seminario y, años después, fui ordenado el 24 de octubre del 2004, fiesta de San Antonio Ma. Claret, obispo y fundador de los Hijos del Inmaculado Corazón. Como él yo quería que Dios fuera conocido, amado y servido por todo el mundo. 

Vine a España a estudiar teología bíblica en Salamanca pero la muerte de mi hermano y la enfermedad de mi madre me afectaron mucho, tanto que se me hizo difícil terminar los estudios y pedí la exclaustración. Me recibió en la diócesis el Obispo de Madrid y me envió a ser vicario parroquial de Santa Eugenia.

La familia de Santa Eugenia me ha acogido con cariño especialmente en los momentos difíciles que he atravesado, cuando la parroquia estaba dolida por tantos cambios. Mi ministerio en la parroquia hasta ahora ha consistido mas que nada en sanar los corazones quebrantados como un sanador herido. Así que quisiera seguir así como un sacerdote diocesano.

Doy gracias a Dios por su amor y fidelidad, a toda la familia de Santa Eugenia por su cariño y apoyo, a Rubén y todo el equipo sacerdotal que me han acompañado a lo largo de este tiempo por la fraternidad y amistad. Que Dios nos bendiga para caminar juntos por muchos años más.

Noticia del Boletín 204 – Año 8, del 23 de octubre de 2022

La semana pasada os contamos los cambios que iban a realizarse este nuevo curso en los grupos de jóvenes de nuestra parroquia, estos van a tener encuentros semanales en la adoración de los jueves y una reunión mensual. 

El pasado viernes se llevó a cabo el primer encuentro de jóvenes, fue una buena primera toma de contacto en el concurso. 

Comenzaron en la capilla con una adoración, sencilla y humilde, en la que trabajaron algunas preguntas que Jesús nos plantea. Más tarde, pudieron compartir en torno a lo rezado, y dar testimonios unos a otros de sus vivencias, dudas y esperanzas.

Empieza fuerte este nuevo curso, todos los grupos de nuestra familia están llenos de ilusión y con ganas de afrontar lo que el señor nos vaya poniendo en el camino.