Me pagan por tener orgasmos": el trabajo de las mujeres en la webcam
Hay pocos peep shows fuera de línea: lugares donde se pueden ver actos sexuales en vivo a cambio de una tarifa. En línea son aún más populares. Las damas webcam ofrecen varios servicios: bailes exóticos y espectáculos de masturbación. No me siento como una verdadera puta. En varios sitios web, esto se hace mediante un sistema de monedas: el visitante compra monedas con las que las damas reciben propinas. A menudo, una señora de la sala de chat utiliza un procedimiento de cuenta atrás: cuando ha recibido suficientes propinas, comienza el espectáculo. También es posible realizar sesiones privadas.
El trabajo sexual por webcam es tan popular porque no hay contacto físico. Las señoras de la webcam se sienten más seguras en línea porque no corren algunos de los riesgos asociados al trabajo sexual fuera de línea. Esto no significa que el trabajo esté exento de peligros. En un artículo reciente [Resumen], la socióloga estadounidense Angela Davis examina cómo las mujeres con cámara web se enfrentan al placer y al peligro en su trabajo. Lo hace basándose en un análisis del foro de ACF, donde las señoras de la webcam y los aficionados intercambian consejos.
El camming es divertido
Las ventajas de la webcam no son sólo económicas. Los trabajadores del sexo citan su propio placer sexual como una gran ventaja. Conseguir tiempo libre mientras se trabaja es algo que no todo el mundo puede reclamar. Las mujeres dicen que les ha ayudado a conocer mejor su cuerpo, lo que también es agradable fuera del trabajo. Un comentario muy repetido fue que las mujeres en la webcam no fingen. Según Davis, es una forma de que las mujeres reivindiquen la agencia sexual, sea ésta real o no. Las mujeres en la webcam -más que sus homólogas que están físicamente con el cliente- pueden centrarse en sí mismas. Ellos determinan el contenido y el ritmo del programa. Las mujeres destacan que tienen la posibilidad de elegir con quién quieren tener intimidad.
Además, el trabajo es afectivo: las señoras tienen contacto con personas reales. A veces sólo hablan, o un cliente pregunta si la trabajadora sexual quiere posar. Son sesiones divertidas que no dan la impresión de ser un trabajo.
"Sinceramente, mis favoritos son aquellos en los que puedo hablar con el chico y conocerlo mejor, o mejor aún, cuando tenemos mucho en común y podemos hablar de ello. Mi favorito fue un tipo que me llevó exclusivamente en SM [streammate] - compró un bloque de tiempo. Cuando llegué, me dijo que él también había venido, pero se quedó al menos media hora y hablamos de Doctor Who y de World of Warcraft. Fue genial.
Esto no significa que todos los clientes sean igual de amables, pero es parte del trabajo. Las mujeres de la webcam también dicen que es agradable no ser directas: tener el control.
Aspectos peligrosos
En el foro hay muchas advertencias. Las trabajadoras del sexo se cuentan entre ellas lo que deben tener en cuenta. Los principales riesgos son el "capping" (abreviatura de "catching", es decir, que los clientes graben una sesión y luego la cuelguen en una web porno), el "doxxing" (publicación de información privada) y el acoso.
Algunas señoras de la webcam afirman que el capping es inevitable. Otros incluso lo ven como una forma de publicidad. También se comparten consejos legales sobre qué hacer si se descubre una grabación ilegal. Por ejemplo, puede ser conveniente buscar la ayuda de clientes de confianza. Otra estrategia es abrir tu propio canal en un sitio porno para ganar dinero.
