CONVIVENCIAS DE JÓVENES

Noticia del Boletín 135 – Año 4, del 13 de diciembre de 2020

El pasado lunes tuvieron lugar, un año más, las primeras convivencias de jóvenes del curso. Este año, y debido a la situación sanitaria actual, estas convivencias han sido un tanto distintas, realizándose en nuestra parroquia y durando sólo un día en lugar de un fin de semana. Aun así, las ganas y el amor de todos no se han visto afectados, haciendo de estas unas convivencias únicas y muy especiales.

La mañana empezó con una oración, seguida de un fascinante y emotivo testimonio que contaba una historia de fe, valentía y confianza plena en El Señor. Tras esto, los jóvenes tuvieron un tiempo para reflexionar y compartir aquello que más les había llegado al corazón. Además, se habló de cómo es Jesús el que da sentido a todo, siendo Él quien encaja todas las piezas del puzzle que es nuestra vida, incluso cuando nosotros no somos capaces de verlo. La mañana acabó con el rezo del Rosario todos juntos, teniendo muy presente a toda nuestra familia de Santa Eugenia.

Al volver por la tarde, las actividades arrancaron de nuevo con otro testimonio, escuchando ahora una increíble historia de vocación y llamada a la misión. Tras esto, los jóvenes pudieron disfrutar de un momento de Adoración y encuentro personal con El Señor, seguido de otro pequeño rato para compartir y rezar de la mano de María. Finalmente, las convivencias terminaron por todo lo alto con la celebración de la Eucaristía, ofreciéndole a nuestra Madre todas nuestras inquietudes, peticiones y acciones de gracias. Aunque hayan sido un poco diferentes, estas convivencias han estado llenas de la acción del Espíritu Santo, y ahora nos queda seguir caminando, con el corazón abierto, de la mano de nuestra Madre.

CONFIRMACIONES

Noticia del Boletín 130 – Año 4, del 8 de noviembre de 2020

Por fín, después de años de espera y preparación, ocho jóvenes de nuestra familia dicidieron dar ese SÍ tan importante y especial, y recibieron el sacramento de la Confirmación el pasado sábado 31 de octubre.

La celebración, que fue presidida por nuestro vicario Juan Pedro, tuvo lugar la víspera de Todos los Santos, e incluyó la Primera Comunión de uno de los confirmados, haciendo así que la noche estuviera más llena de amor que nunca.

A pesar de las restricciones por motivos sanitarios, toda nuestra familia se unió (ya fuese de forma presencial o a través del canal de Youtube de la Parroquia) para vivir unidos este momento y acompañar a Silvia, Pepe, Ana, Guille, Myriam, Lucía, Mario y Sonia en el momento en que daban un SÍ verdadero y acogían la Gracia de Dios en sus corazones.

Ahora, llenos del Espíritu Santo, están preparados para seguir siguiendo a Cristo y transmitir su mensaje de amor infinito.

CONCLUYE EL MES DE OCTUBRE DEDICADO A MARÍA

Noticia del Boletín 129 – Año 4, del 1 de noviembre de 2020

La Presencia de nuestra Madre en la parroquia es fuerte; la prueba de ello la tenemos en el crecimiento que muchos hermanos están viviendo en su vida espiritual y también en la vuelta a Casa de los que estaban lejos y han abierto sus corazones a la Fe. Tiempo de gracia en la compañía de Nuestra Señora de Fátima.

Esta imagen de la Virgen viene de la Residencia Los Nogales, atendida por los sacerdotes y por el equipo de pastoral de la salud de nuestra comunidad. Ante Ella se consagró la parroquia al Inmaculado Corazón de María en la Fiesta de Pentecostés del año pasado, y es la imagen que está presente entre nosotros prácticamente desde el inicio de la pandemia. Cada vez que miramos a Nuestra Señora de Fátima recordamos con cariño a todos los mayores, especialmente afectados por la crisis actual, en una oportunidad de expresar nuestro cariño y cercanía a través de la oración. Ella es nuestro lazo de comunión con ellos y la invitación permanente a la conversión y a la transformación de la sociedad, poniendo en el lugar más alto a los más vulnerables. Nuestros mayores son la “edad de oro” y así merecen ser tratados, valorados, acogidos y cuidados.

Ellos no pueden ahora acudir a la capilla de la Residencia a rezar a nuestra Madre por las medidas sanitarias; por eso tenemos la imagen de Nuestra Señora de Fátima aquí en la parroquia, en un compromiso de llevarlos en el corazón y hacernos misioneros de la dignidad sagrada de todo hombre y mujer de la tierra, sobre todo cuando son más necesitados del apoyo y la consideración de todos.

Acaba octubre, pero María sigue a nuestro lado; Ella ha sido, es y será signo de consuelo y de firme esperanza. El día que su imagen vuelva a la Residencia será la preciosa señal de la llegada de los tiempos nuevos, que Dios, nuestro Padre, nos está preparando.

Siempre con Ella hacia Jesús.

TESTIMONIO DE CONCHI

Noticia del Boletín 128 – Año 4, del 25 de octubre de 2020

Buenas, me llamo Conchi, trabajo en casa y tengo dos hijas de 28 y 22 años. Antes vivía en un pueblecito aunque hace ya 32 años que vine a Madrid.

Al principio me pasaba días sola debido al trabajo de mi marido. Luego, después del nacimiento de mis hijas, aun con la oportunidad de trabajar, me dediqué a ellas y eso me llevó a conocer la vida de la parroquia, a disfrutar del ambiente y la vidilla de esta familia.

Antes de empezar a ser catequista aquí en Santa Eugenia, fui catequista en mi pueblo, sin embargo terminé dejándolo y me uní a la legión de María; esto consistía en una reunión semanal donde hablábamos de nues‐tra semana y nos dividíamos para acompañar a una persona que estuviera sola en nuestro pueblo o que le hiciera falta ayuda en otro tipo de tareas.

Cuando venía a dejar a mi hija a catequesis me vi influenciada por el ambiente, esto me llevó a pensar si podría ayudar o aportar algo y un día en misa, una vez que mi hija ya había hecho la Comunión, sabiendo Dios de mi timidez y también mis ganas de ayudar y participar, puso en mi camino a Dora, cuyas palabras fueron una petición de ayuda y una puerta de entra‐da a la vida de catequista en la cual llevo ya 16 años.

Soy un granito de arena en la playa del Señor, si mis experiencias ayudan a los más jóvenes, pues doy gracias al Señor.

SI ESTÁIS INTERESADOS EN SABER MÁS Y QUERÉIS TERMINAR DE OÍR EL TESTIMONIO DE CONCHI. OS INVITAMOS A VER EN NUESTRO CANAL DE YOUTUBE:

Testimonio de Conchi

Y EN NUESTRA PÁGINA WEB

CARTA PASTORAL

Noticia del Boletín 111 – Año 3, del 28 de junio de 2020

Querida Familia:

Llegamos al final de este curso con la celebración de Santa Eugenia, testigo del Amor de Jesús. Si hay una palabra que resume quién es Cristo y el verdadero sentido de nuestra vida es justamente eso: AMOR. Existimos para amar y ser amados.

Por ello, en octubre, acogíamos las palabras de San Juan Pablo II que han sido el lema de nuestra Familia en este 2019-20: “Abre las puertas de tu corazón a Cristo”. Somos cristianos cuando libremente decidimos darle el corazón a Cristo; no sólo darle tiempo, pequeños o grandes esfuerzos, sino el corazón.

Es entonces cuando comprendemos el Evangelio de este Domingo, en la fiesta de nuestra Patrona: “el que no toma su cruz y me sigue detrás, no es digno de Mí”. Sin duda, este curso está marcado especialemente por la cruz tras la entrada de la pandemia. Estamos experimentando miedos, cansancios, incertidumbres, en un ambiente de mucho dolor… Y, todo esto, ¿para qué? ¿qué sentido tiene?

Dios no está lejos sino que grita dentro de nuestro corazón para hacerse compañero en nuestra cruz, cargarla con nosotros y hacer todo realmente nuevo. Paradojas de la Fe. Cada vez que pienso en esto, recuerdo un momento de la película de La Pasión, cuando María corre hacia Jesús que cae bajo el peso de la cruz, y el Señor la mira, y su frase en ese momento dramático es: “mira Madre, cómo hago nuevas todas la cosas”. Pensemos un poco en ello. Quizá Dios nos está regalando un tiempo de conversión hacia lo esencial: amar y ser amados.

El Amor tiene forma de cruz: perdón, compasión, ponerme en el lugar del otro, vivir en verdad, generosidad, paciencia, misericordia, son características del Amor verdadero que regenera la vida personal y social. No sólo palabras bonitas o sentimientos momentáneos y viscerales: el Amor es ofrenda gratuita de todo lo que somos y tenemos, en cuerpo y alma, porque si no tengo amor no soy nada (1 Co 13, 2).

El Espíritu Santo está viniendo en nuestra ayuda para realizar en nosotros este proyecto de Amor como en un nuevo Pentecostés. Amar y ser amados no es para héroes o superdotados sino para los hijos que se abren con una confianza ciega a la acción del Espíritu de Dios, que se está derramando hasta el punto de convertir nuestros hogares, como ha sucedido a lo largo del confinamiento, en pequeñas “Iglesias domésticas” donde se comparte a Jesús.

Esto es un signo de nuestros tiempos: hacer de cada hogar el primer lugar donde la familia reza, acoge al Espíritu y experimenta la Presencia de un Dios “con zapatillas de andar por casa”.

Junto a la Cruz está siempre María, nuestra Madre. Desde el inicio del estado de alarma renovamos nuestra consagración a su Corazón Inmaculado poniendo nuestra vida en Sus manos. Ella es signo de consuelo y de firme esperanza (Lumen Gentium 68). En este curso sigue creciendo en nuestra Familia parroquial la necesidad de buscar a María, aprender de Ella y acogernos al cuidado de la Madre. ¡Está con nosotros, abrazándonos en la cruz de cada día! Ese abrazo lo dedica especialmente a los enfermos, los mayores, los que han despedido a sus seres queridos hacia el Padre, los mismos difuntos que han ofrecido su vida a Dios en esta pandemia, los que padecen ahora la crisis económica… María abraza y nos enseña a abrazar. Desde nuestra Familia parroquial, para ellos, todo nuestros cariño, oración y solidaridad.

Finalmente: GRACIAS. Celebramos la Fiesta de Santa Eugenia con el regalo de la ordenación diaconal de Pepe, que se ha hecho entrañable entre nosotros desde su sencillez y su testimonio de amor. La cruz siempre es promesa de nuevos frutos, de una nueva primavera que tras el invierno nos hace ver la obra de Dios en lo secreto y lo oculto hasta el esplendor de la resurrección. Ya hemos podido comprobar cómo a través de la oración y las redes sociales, nuestra Familia parroquial ha permanecido unida porque nos necesitamos. Descubrir esta necesidad de hermanos, de compartir la Fe con los demás, es un fruto y un anticipo de todo lo que el Padre está haciendo a través de la cruz. En efecto, ni podemos ni queremos ir detrás de Jesús en soledad sino con la Iglesia. GRACIAS. Estamos en camino… siempre hacia delante, fijos los ojos en Jesús.

Junto a Benedict y a Pepe, os quiere y os bendice:

Rubén Inocencio González (Párroco)

CÁRITAS PARROQUIAL, AL SERVICIO DE TODOS

Noticia del Boletín 109 – Año 3, del 14 de junio de 2020

CÁRITAS no es una asociación que está en la parroquia sino que es la parroquia en su labor de cuidado y acompañamiento de las situaciones de vulnerabilidad social y económica en nuestro barrio. Todos colaboramos, bien aportando nuestra contribución económica, desde el Equipo de Acogida y desde la atención a los más necesitados que discretamente muchos hermanos han hecho y hacen, especialmente desde el tiempo de pandemia. La Caridad es fruto de la Fe y compromiso de todos los que formamos la Iglesia.

A lo largo de este curso 2019-2020, de forma directa hemos ayudado a más de 100 familias del barrio (multiplicándose en los meses de pandemia) con una aportación económica total en torno a 6000 euros para alimentos, pagos de recibos u otras situaciones de emergencia. Pero no sólo eso, desde nuestra parroquia queremos dar un ambiente de acogida y calidez, donde los hermanos que piden nuestra ayuda se puedan sentir en Casa. Esto es muy importante, como enseña la Palabra de Dios: no sólo dar “cosas” sino “darnos a nosotros mismos”. Horas de atención personal, llamadas telefónicas, escucha y diálogo, junto con algunas celebraciones anuales como la Fiesta Internacional o la Cena de Nochebuena.

Debido a la crisis actual, Santa Eugenia va a contribuir mensualmente a partir de junio, con mil euros a Cáritas Vicaria para ayuda de otras Cáritas parroquiales con menos recursos, así como con dos mil euros para los campamentos organizados en otras zonas de Vallecas con niños de familias en precariedad económica.

Sin duda, un signo de la Presencia de Dios en nuestro mundo, especialmente importante en el momento presente, es el amor desprendido y generoso de los cristianos que se deciden por mirar de frente a los demás, y como hermanos, inclinarse a su servicio. Esto no es un sacrificio sino un regalo porque es ayudar al mismo Jesús “disfrazado” de quien llama a nuestra puerta.

¡GRACIAS A TODOS!

TESTIMONIO

Noticia del Boletín 108 – Año 3, del 7 de junio de 2020

Me llamo Adrián Gutiérrez, pero la mayoría me conoceréis como “Guti”, y os voy a contar un poquito sobre mí. Pero no sobre las actividades de las que formo parte en la Familia de Santa Eugenia, sino por qué formo parte. Y es que el otro día el padre Rubén me “pringó” para hacer esta pequeña noticia-testimonio, donde tenía que responder una pregunta que a primera vista puede parecer simple, pero una vez te pones a intentar expresarlo no lo es tanto: “¿Quién es Jesús para mí? ¿Qué significado ha tenido su paso por mi vida?”

Pues como dice la canción: “Siendo hombre, amigo, esclavo y maestro; siendo carga pesada, profesor y aprendiz” Jesús ha sido muchas cosas en mi vida, muchas de ellas sin yo saberlo. Ha sido un desconocido al que me presentaron en Comunión, sin tener la más remota idea de lo que haría cambiar mi vida. Jesús ha significado, durante mis años de aprendizaje en Preas, todos los valores más básicos que hoy en día intento poner en práctica y en los que me baso. Jesús ha sido, durante todos esos años, quien ha puesto a quienes hoy puedo llamar familia y a quienes no quiero perder por nada del mundo. Jesús ha sido ese maestro que en mis años de Confirmación me enseñó a peregrinar, interior y exteriormente, a aprender a verle donde nunca había mirado, en las personas, los detalles, la naturaleza. Me llenó de Espíritu, me dio madurez.

Pero no todo es un camino fácil, y a veces, como me pasa actualmente, andamos en un desierto, donde Jesús es un viejo amigo al que llevo un tiempo sin prestarle atención, pero en lo más profundo de mí, sé que está llamando, aunque no le haga caso. A veces ni le oigo, pero, por todo lo que ha sido para mí, simplemente escribiendo estas líneas tengo la certeza de que Él está. Ultreia.

VUELTA A CASA

Noticia del Boletín 107 – Año 3, del 31 de mayo de 2020

En el boletín de hoy queremos traer un poco de toda la alegría que ha traído consigo la vuelta de la celebración presencial de la Eucaristía a nuestra Parroquia de Santa Eugenia. Han sido muchas semanas sin poder reunirnos con nuestros hermanos y esto hace que aunque paulatina, la vuelta nos haga muy felices.

Gracias a todas las medidas que se han tomado y al incremento del número de misas de los domingos, y sobre todo a la necesidad de vivir al Señor en compañía de nuestros hermanos estas dos últimas semanas se ha producido una gran asistencia a las celebraciones y se ha podido disfrutar de un ambiente precioso con las emociones a flor de piel. Nuestra Familia acoge esta vuelta con mucha ilusión, toda la que nos da el hecho de poder volver poco a poco a nuestra vida de siempre y poder compartirla con todos nuestros hermanos a nuestro lado, sin ninguna pantalla que nos separe.

Las buenas noticias no se centran únicamente en la Eucaristía sino que también hemos vuelto a celebrar el sacramento del Perdón que tanta falta nos hacía después de estos más de dos meses, sin poder confesar nuestros pecados a nuestro Padre y recibir su gracia.

Evidentemente, aún nos queda un largo camino que recorrer y muchas necesidades que atender, pero este ha sido un paso que hará que lo que falta por venir sea más llevadero, ya que ahora ya no cargamos solos con todo el peso, lo cargamos en familia.

TESTIMONIO DE LA EFUSIÓN DEL ESPÍRITU

Noticia del Boletín 105 – Año 3, del 17 de mayo de 2020

Tras la reciente Efusión del Espíritu del pasado miércoles hemos tenido la suerte de contar con el testimonio de una de las personas que estuvo viviéndolo y preparándose para ello. Nos ha contando desde su experiencia qué es la efusión del Espíritu:

“Es la primera experiencia que he tenido, lo he vivido como una acogida del Espíritu, vivida desde una preparación previa de oración, formación, pero sobre todo de acogida. Como no podemos encerrar al Espíritu en un cajón en un formato, porque es libre, sólo obtenemos lo que Él te regale. Así, entre lo que he vivido y lo que me han explicado, sería como lo resumiría”.

Después le hemos pedido que nos cuente un poco cómo fue ese día y la preparación de los días previos: “Por un lado la preparación de las charlas de Rubén y Benedict me han marcado bastante y me han ayudado a orar y acoger más ese momento. He orado mucho sobre todo a lo largo de las dos últimas semanas; tal vez este tiempo de confinamiento en el cual hemos visto una realidad tan cruda, donde he percibido una inseguridad, una impotencia y la fragilidad tan grande que tenemos con respecto a la vida, tal vez eso me ha capacitado para prepararme y vaciarme lo más posible de mí misma para acoger al Señor.

Y he entendido, en los días previos, que esa preparación tenía que pasar por un vaciamiento propio y liberarme de las ataduras que llevaba para acercarme al Sacramento del Perdón. Eso ha sido posible, aun a pesar de las circunstancias, y eso me acerco más a la oración y a estar pendiente de la apertura a Dios.

Dos días antes lo he vivido con entusiasmo enorme, para mí ha sido como prepararme para recibir la Comunión, con ese entusiasmo de que es una fiesta y de que algo grande va a pasar dentro de ti, con emoción porque llegue al día concreto.

Expectante y con emoción llegó el día, y en el momento en concreto, aun a pesar de estar sola en casa, aun sabiendo que no era lo mismo que si hubiéramos estado juntos, sentí la fuerza de las personas reunidas. Noté que algo muy fuerte nos estaba uniendo, que le estábamos llamando a Él para que derramase su Espíritu; en lo particular dentro de la emoción, oré intensamente a Dios; y pasé de sentir una tormenta intensa con lluvia y viento a pasar a una calma total, sin destrozos, a una paz. Sentí que recorría todas las etapas de mi vida, sacando cada pequeña herida que había hecho daño y sentí que eso se quedaba curado, no tenía ni idea de cómo comunicar lo que estaba sintiendo. No quería que bajara el telón y continúe muchas horas después en una dinámica de oración y dando gracias al Padre.

Lo maravilloso fue el texto que encontré; una de las tareas era abrir la Biblia y leer el capítulo que nos hubiera tocado. Yo tuve el Evangelio de Lucas, donde regresan un grupo de Apóstoles, eufóricos, pues habían expulsado a los demonios en nombre de Jesús, me parece que todo vino acorde a lo que estaba viviendo, me ha dejado ese pozo de paz y no me siento defraudada, sino que siento una enorme PAZ”.

VIDEOFÓRUM JÓVENES

Noticia del Boletín 104 – Año 3, del 10 de mayo de 2020

La cuarentena ha parado de muchas maneras nuestro ajetreado ritmo de vida, sin embargo cuando una familia es fuerte puede aguantar unida frente a lo que le echen y en nuestra parroquia lejos de parar, hemos seguido haciendo un montón de actividades para conseguir mantenernos muy cerca en la distancia.

Un ejemplo de esas actividades se produjo el pasado sábado cuando el grupo de jóvenes de nuestra parroquia se reunió para realizar un videofórum, donde después de haber visto la película “El caso de Cristo”, 21 hermanos se juntaron para profundizar en ella.

Se abordaron temas tan trascendentales como la fe y el cómo dejamos que el Señor entre en nuestra vida y nos cambie desde el corazón. Los jóvenes asistentes a la reunión pudieron disfrutar de las experiencias que sus compañeros compartían y de cómo podían verse reflejados en los personajes de la película. Un pequeño momento donde todo lo que se compartía se le ofrecía al Señor creando así un bonito clima de oración.

Desde el grupo de medios nos gustaría tomarnos la libertad de recomendaros la visión de esta película y su posterior reflexión, para que, aunque ya de forma particular, todos podamos ofrecerle de esta forma un ratito al señor y dejar que entre un poco más en nuestra vida.

Esta actividad cumplió con creces su objetivo, que no era otro que el de pasar un buen momento con nuestros hermanos y con el Padre, recargando fuerzas para afrontar el camino que nos queda por recorrer antes de volver a nuestra vida de antes con una mentalidad diferente.