Noticia del Boletín 209 – Año 8, del 27 de noviembre de 2022
El pasado 19 de noviembre, 14 jóvenes de nuestra parroquia vivieron algo muy especial, el Sacramento de la Confirmación. Nos cuenta su vivencia uno de los jóvenes que fue confirmado.
La Confirmación es algo que llevaba esperando mucho tiempo con alegría. He estado tres años yendo a Catequesis para poder prepararme y recibir este Sacramento, sabiendo todo lo que conlleva. Y es que lo que viví el sábado fue una experiencia única e inolvidable. Recibí al Espíritu Santo, y solamente decir que no os imagináis lo que sentí durante y después de la ceremonia. Nada más empezar es cierto que estaba un poco nervioso, la parroquia estaba más llena que nunca. Pero fue empezar la ceremonia y los nervios se fueron de golpe. Sentí algo por dentro que, aunque es difícil de explicar, me marcó mucho. Durante toda la ceremonia sentí que alguien me estaba acompañando, y solo se me venía a la cabeza la frase «Estoy aquí». Y es que así es, quería entregarle todo al Señor y dedicarle mi vida.
Llegó el momento de la Crismación, y me arrodillé frente al obispo. Este momento para mí fue el más especial de la noche. Mis padrinos estaban poniendo su mano en mi hombro, pero yo sentía que era el Señor quien posaba sus manos sobre mí. Me decía: «Estoy aquí para ayudarte, no estás solo». Era la primera vez que le sentía tan cerca. Después de la ceremonia, simplemente tenía muchísimas ganas de entregárselo todo, a Él y a todas las personas que me rodean.
He de decir que no todo hubiese sido tan perfecto sin mis hermanos. Ellos estuvieron acompañándome durante toda la ceremonia, y eso hizo que para mí fuese tan increíble, pues pude ver claramente como todos éramos una familia.