Noticia del Boletín 193 – Año 7, del 24 de abril de 2022
El fin de semana del Domingo de Ramos, 90 jóvenes de nuestra Familia parroquial compartimos la tradicional convivencia que nos prepara a la Semana Santa. En primer lugar, es una alegría que hayamos podido vivir este encuentro que no sucedía desde el 2019 debido a la pandemia.
Una frase resume todo: HOY ME DEJO QUERER. Esto nos cuesta, no es fácil, pero a través de varias dinámicas en torno al Jueves Santo, hicimos realidad lo que dice esa frase.
Descubrimos nuestras heridas y cómo nos comportamos ante los sufrimientos personales. Nos sentimos como los Apóstoles en la Última Cena, cuando Jesús lavó los pies, porque realmente necesitamos que Dios nos limpie y nos cure, pero con la ayuda de los hermanos y hermanas que formamos esta Familia de Santa Eugenia. Muchos pudimos acercarnos también al Sacramento del Perdón y participar del abrazo de Cristo.
Fue muy especial la noche del sábado, cuando, por turnos, acompañamos a Jesús Sacramentado en adoración toda la noche y, como anticipo del Jueves Santo que algunos le adoramos en la parroquia.
Algo genial que sucede en la convivencia es el ambiente de Familia que Dios nos regala. Estábamos jóvenes desde 16 años hasta alguno con más de 30, pero todos hermanos. Desde el primer momento hay confianza, cercanía, y un seguimiento de cariño que ayuda mucho a saber que realmente la Iglesia es nuestra segunda casa.
Acabamos la convivencia en la parroquia, con la Eucaristía del Domingo de Ramos a las 19:30. Alegres y contentos, porque es muy bonito ver cómo lo que sucedió hace dos mil años sucede también hoy: Jesús está vivo y viene a curarnos, a acompañarnos, cercano y lleno de amor en la Eucaristía y en los hermanos de Nuestra Comunidad.
¡GRACIAS!