VUELTA A CASA

Noticia del Boletín 107 – Año 3, del 31 de mayo de 2020

En el boletín de hoy queremos traer un poco de toda la alegría que ha traído consigo la vuelta de la celebración presencial de la Eucaristía a nuestra Parroquia de Santa Eugenia. Han sido muchas semanas sin poder reunirnos con nuestros hermanos y esto hace que aunque paulatina, la vuelta nos haga muy felices.

Gracias a todas las medidas que se han tomado y al incremento del número de misas de los domingos, y sobre todo a la necesidad de vivir al Señor en compañía de nuestros hermanos estas dos últimas semanas se ha producido una gran asistencia a las celebraciones y se ha podido disfrutar de un ambiente precioso con las emociones a flor de piel. Nuestra Familia acoge esta vuelta con mucha ilusión, toda la que nos da el hecho de poder volver poco a poco a nuestra vida de siempre y poder compartirla con todos nuestros hermanos a nuestro lado, sin ninguna pantalla que nos separe.

Las buenas noticias no se centran únicamente en la Eucaristía sino que también hemos vuelto a celebrar el sacramento del Perdón que tanta falta nos hacía después de estos más de dos meses, sin poder confesar nuestros pecados a nuestro Padre y recibir su gracia.

Evidentemente, aún nos queda un largo camino que recorrer y muchas necesidades que atender, pero este ha sido un paso que hará que lo que falta por venir sea más llevadero, ya que ahora ya no cargamos solos con todo el peso, lo cargamos en familia.

TESTIMONIO DE LA EFUSIÓN DEL ESPÍRITU

Noticia del Boletín 105 – Año 3, del 17 de mayo de 2020

Tras la reciente Efusión del Espíritu del pasado miércoles hemos tenido la suerte de contar con el testimonio de una de las personas que estuvo viviéndolo y preparándose para ello. Nos ha contando desde su experiencia qué es la efusión del Espíritu:

“Es la primera experiencia que he tenido, lo he vivido como una acogida del Espíritu, vivida desde una preparación previa de oración, formación, pero sobre todo de acogida. Como no podemos encerrar al Espíritu en un cajón en un formato, porque es libre, sólo obtenemos lo que Él te regale. Así, entre lo que he vivido y lo que me han explicado, sería como lo resumiría”.

Después le hemos pedido que nos cuente un poco cómo fue ese día y la preparación de los días previos: “Por un lado la preparación de las charlas de Rubén y Benedict me han marcado bastante y me han ayudado a orar y acoger más ese momento. He orado mucho sobre todo a lo largo de las dos últimas semanas; tal vez este tiempo de confinamiento en el cual hemos visto una realidad tan cruda, donde he percibido una inseguridad, una impotencia y la fragilidad tan grande que tenemos con respecto a la vida, tal vez eso me ha capacitado para prepararme y vaciarme lo más posible de mí misma para acoger al Señor.

Y he entendido, en los días previos, que esa preparación tenía que pasar por un vaciamiento propio y liberarme de las ataduras que llevaba para acercarme al Sacramento del Perdón. Eso ha sido posible, aun a pesar de las circunstancias, y eso me acerco más a la oración y a estar pendiente de la apertura a Dios.

Dos días antes lo he vivido con entusiasmo enorme, para mí ha sido como prepararme para recibir la Comunión, con ese entusiasmo de que es una fiesta y de que algo grande va a pasar dentro de ti, con emoción porque llegue al día concreto.

Expectante y con emoción llegó el día, y en el momento en concreto, aun a pesar de estar sola en casa, aun sabiendo que no era lo mismo que si hubiéramos estado juntos, sentí la fuerza de las personas reunidas. Noté que algo muy fuerte nos estaba uniendo, que le estábamos llamando a Él para que derramase su Espíritu; en lo particular dentro de la emoción, oré intensamente a Dios; y pasé de sentir una tormenta intensa con lluvia y viento a pasar a una calma total, sin destrozos, a una paz. Sentí que recorría todas las etapas de mi vida, sacando cada pequeña herida que había hecho daño y sentí que eso se quedaba curado, no tenía ni idea de cómo comunicar lo que estaba sintiendo. No quería que bajara el telón y continúe muchas horas después en una dinámica de oración y dando gracias al Padre.

Lo maravilloso fue el texto que encontré; una de las tareas era abrir la Biblia y leer el capítulo que nos hubiera tocado. Yo tuve el Evangelio de Lucas, donde regresan un grupo de Apóstoles, eufóricos, pues habían expulsado a los demonios en nombre de Jesús, me parece que todo vino acorde a lo que estaba viviendo, me ha dejado ese pozo de paz y no me siento defraudada, sino que siento una enorme PAZ”.

VIDEOFÓRUM JÓVENES

Noticia del Boletín 104 – Año 3, del 10 de mayo de 2020

La cuarentena ha parado de muchas maneras nuestro ajetreado ritmo de vida, sin embargo cuando una familia es fuerte puede aguantar unida frente a lo que le echen y en nuestra parroquia lejos de parar, hemos seguido haciendo un montón de actividades para conseguir mantenernos muy cerca en la distancia.

Un ejemplo de esas actividades se produjo el pasado sábado cuando el grupo de jóvenes de nuestra parroquia se reunió para realizar un videofórum, donde después de haber visto la película “El caso de Cristo”, 21 hermanos se juntaron para profundizar en ella.

Se abordaron temas tan trascendentales como la fe y el cómo dejamos que el Señor entre en nuestra vida y nos cambie desde el corazón. Los jóvenes asistentes a la reunión pudieron disfrutar de las experiencias que sus compañeros compartían y de cómo podían verse reflejados en los personajes de la película. Un pequeño momento donde todo lo que se compartía se le ofrecía al Señor creando así un bonito clima de oración.

Desde el grupo de medios nos gustaría tomarnos la libertad de recomendaros la visión de esta película y su posterior reflexión, para que, aunque ya de forma particular, todos podamos ofrecerle de esta forma un ratito al señor y dejar que entre un poco más en nuestra vida.

Esta actividad cumplió con creces su objetivo, que no era otro que el de pasar un buen momento con nuestros hermanos y con el Padre, recargando fuerzas para afrontar el camino que nos queda por recorrer antes de volver a nuestra vida de antes con una mentalidad diferente.

LA VIRGEN EN SANTA EUGENIA

Noticia del Boletín 103 – Año 3, del 3 de mayo de 2020

Acabamos de iniciar mayo, el mes de María. Un mes en el que se nos invita a tener especialmente presente a nuestra Madre. Muchas son las propuestas que nuestra parroquia nos ofrece para poder vivir este mes de la mano de María, con el calendario para vivir una Pascua más mariana, con las diversas celebraciones que tendremos dedicadas especialmente a ella, o teniendo en nuestro barrio la imagen de nuestra Señora de Fátima. Hoy podemos leer el testimonio de una joven de nuestra parroquia y su encuentro con nuestra Madre:

“Para mí, María es aquel ejemplo a seguir por su paciencia, templanza, sencillez y ternura. Es en quien, junto con Jesús, me apoyo, y en quien encuentro ese abrazo materno incondicional y reconciliador. ¡Yo quiero ser como María!

Sin embargo, reconozco que María se hizo un hueco en mi camino de fe hace relativamente poco. Anteriormente, yo siempre confiaba todos mis dolores, preocupaciones, confidencias, alegrías y, en definitiva, oraciones e intenciones, a Jesús, ese Dios tan humano como yo.

Pero desde mis viajes a Lourdes y a Fátima, he descubierto el rosario. Descubrí que rezándolo encontraba grandes momentos de paz, y comencé a dirigir mis oraciones también a María, poniendo mi descanso en sus manos. Comencé a ofrecer misterios del rosario también por intenciones y personas concretas, confiándoselos a ella. Desde entonces, cada vez me parece más sencillo y bonito rezar a María y contar con ella, más allá de nuestro diálogo en cada misterio. He descubierto la belleza de pedir ayuda y consejo a mi madre del cielo, y agradecer todo cuanto me da.

María, madre del cielo, quiero disfrutar este mes de mayo contigo, ¡quiero caminar contigo!”

CONVIVENCIAS VIRTUALES

Noticia del Boletín 102 – Año 3, del 26 de abril de 2020

Con el inicio del estado de alarma se cancelaron o pospusieron los planes que teníamos en el calendario. La Iglesia es la primera que se está enfrentando a un reto muy grande buscando la forma de llegar a todos, poniendo como ejemplo la bendición Urbi et orbi del papa ante una plaza de San Pedro vacía. Entre los retos de nuestra parroquia se encuentran las convivencias de jóvenes previstas para los días 3 a 5 de abril. Ante el cambio de planes se planteó hacer unas convivencias virtuales, ligadas a la homilía del papa Francisco sobre la lectura de la tempestad (Mc 4, 35-41). En esta noticia vamos a recoger el testimonio de uno de los jóvenes que pudo disfrutarlas.

“En el momento en el que estamos, en el que es fácil instalarnos en la monotonía incluso en nuestras conversaciones, aparecieron estas convivencias para sacarnos de esa rutina. Por videollamada los jóvenes pudimos disfrutar de varios momentos:

Por un lado pudimos unirnos a la celebración de la Hora Santa el sábado y a la Eucaristía del Domingo de Ramos, transmitidas por youtube. En paralelo, muchos de los jóvenes se unieron por videollamada, convirtiendo las dos celebraciones en una mesa compartida también en lo telemático, donde fue bonito poder ver al resto de jóvenes.

El sábado por la mañana y el domingo por la tarde hubo dos actividades, donde poder profundizar en la homilia del Papa. Ante la situación, las posibilidades eran muchas, pero fueron actividades sencillas, que no simples. En ellas se dio la oportunidad de profundizar, tanto por grupos pequeños como todos los jóvenes juntos, creando un espacio de oración, de compartir y de escucha. Fue una oportunidad para establecer nuevas relaciones con los demás y una nueva relación con Dios; ya que, aunque pueda parecer que cumplimos, es posible establecernos en esa monotonía.

Las convivencias para mí fueron un momento para reavivar mi fe, el empuje ideal para poder vivir después la Semana Santa en comunidad a pesar de la distancia. Fue una gran idea, muy bien llevada y que cumplió su función de alimentar la fe a pesar de no poder compartir las convivencias físicamente. En resumen, un encuentro sencillo, profundo y hermoso.”