Noticia del Boletín 92 – Año 3, del 5 de enero de 2020
Esta Navidad hemos celebrado el nacimiento de Jesús en nuestra parroquia. Y su nacimiento se ha hecho notar, uniéndonos una vez más, y acercándonos como comunidad.
Desde la bendición del árbol de Navidad, en la que cada uno fue acercándose a poner su pequeña familia como ofrenda a los pies, ofreciéndonos para acogerle. Un árbol que se fue volviendo más multicolor y bonito cuanto más familia eramos.
Y a lo largo de estas últimas semanas de Adviento se han ido sucediendo estas señales de familia. Como en la campaña de nuestra Cáritas parroquial, donde la participación ha sido superior a la del año pasado en más de 1000€. Lo mismo sucedió con la campaña de alimentos, donde se pudieron llenar varias bolsas de comida para aquellos de nuestra familia que lo pudiesen necesitar, gracias a las grandes cantidades que se recogieron.
Otro tanto sucedió con las cartas apadrinadas de Cañada, donde el aluvión de gente que quería participar en la ilusión de estos niños hizo que las cartas se acabasen rápidamente.
Por otra parte la alegría de ser familia se mostró el 21 de diciembre, siendo Sembradores de estrellas, donde no solo compartimos nuestra alegría de puertas para adentro, sino que la alegría por el nacimiento de Jesús se comparte con nuestros hermanos del barrio, aunque no sepan que hay una familia de la que forman parte rezando por ellos.
Como broche final de este compartir, hemos podido disfrutar de la cena de Nochebuena, alegremente, poniendo al niño en el centro, y acogiéndole después en la misa del Gallo.
Todo esto muestra que seguimos creciendo, y lo que supone ser una familia con todos y para todos.