Cáritas desarrolla su labor partiendo de una relación que dignifica y contempla de manera individualizada a la persona en situación de necesidad. Procura iniciar un proceso que, dando respuesta a las necesidades que la persona tiene, incida en las causas que originan esa situación de vulnerabilidad o exclusión.
La presencia y la labor de Cáritas con las personas más desfavorecidas se centran en un proceso de acompañamiento en el que, desde la implantación de la Comunidad Cristiana y haciendo camino con las personas necesitadas, promueve un itinerario de promoción e inserción social. A través de los programas pretende ser conciencia crítica en una sociedad e insolidaria, apoyando humana, técnica y económicamente para dar respuesta a los problemas de las personas excluidas de la sociedad.
Nuestra la formamos 9 personas voluntarias: Isabel Martin, Remedios Villasante, Rosa Ballesteros, Julia Corbella, Luisa Alonso, Marisa Bejarano, Angel Garcia, que nos hemos incorporado al trabajo desde una motivación de fe, y el sacerdote, Benedict Dilag que además de ser un miembro más del equipo tiene la responsabilidad de la formación teológica pastoral del grupo. Cada uno de los voluntarios que trabajamos en proyecto tenemos asignadas tareas diferentes, adecuadas a nuestras actitudes y posibilidades: preacogida, acogida, base de datos informatizada y clases de español.
En el servicio de acogida que tenemos en la Parroquia los miércoles en horario de 18 a 19 horas, atendemos a toda clase de personas que de una manera u otra necesitan ayuda. La relación directa que establecemos nos exige un respeto profundo, ya que ellos acuden con necesidad de expresar sus sentimientos de hablar de todo lo que les preocupa y de que se trate confidencialmente su problema. No basta realizar gestos de caridad con los necesitados, es necesario saber respetar su dignidad personal y sus aspiraciones sin herir su sensibilidad ni sus sentimientos.