FEDE Y BASI

Noticia del Boletín 98 – Año 3, del 16 de febrero de 2020

De vez en cuando ocurren hechos, anécdotas maravillosas, reflejo del amor, y tras este amor anda Dios. Esta semana en nuestra casa se ha dado uno de esos hechos, y es que dos personas, hace nada más y nada menos que 75 años decidieron, con Jesús de testigo, dar un SÍ al amor por el otro, y a día de hoy, con 100 años cada uno, siguen renovando esos votos que hicieron desde un principio, y nos han querido dar testimonio de ello. Ellos son Fede y Basi, y nos han contado un poquito de su historia:

Naturales de Badajoz, se conocieron en el pueblo de Zalamea de la Serena, haciendo una de sus grandes pasiones: bailar. Fede rápidamente se fijó en “lo guapa que era Basi y lo bien que bailaba” ,y a Basi “lo educado que era y su buen corazón”, y a partir de entonces empezaron a conocerse. La relación al principio fue complicada, puesto que estuvieron enviándose cartas durante los tres años que Fede hizo la mili en Marruecos, pero aun así sólida como una roca. Así, manteniéndose fieles el uno al otro, dos años después, en el 46, con 26 años se casaron en el pueblo donde surgió el amor, y tuvieron tres hijas, una de ellas, Regina, religiosa de la Orden de las Trinitarias, orden dedicada al servicio, fiel reflejo de la vida de sus padres, que siempre han sido activos en la Fe.

La convivencia durante tanto tiempo, nos cuentan que no fue difícil debido al carácter de cada uno. Basi con más carácter, y Fede más tranquilo, pero ambos con un gran corazón, eran muy queridos en el pueblo.

“¿Y Dios, pensáis que ha tenido algo que ver en vuestra relación?” Todo, nos responden. Salud y amor durante estos 75 años que celebran , siempre con Dios en el medio. Un gran testimonio de matrimonio en la Fe. Enhorabuena a los dos. Unidos y Felices.

Nos hemos reunido con el único propósito de dar gracias.  Dar gracias a Dios por los cien años que Fede y Basi han cumplido. Una larga vida que desde la juventud han compartido luchando juntos, sufriendo juntos, gozando juntos, superando dificultades juntos, poniéndose unas metas, que también juntos han alcanzado y disfrutado.

¡JUNTOS!, ESA HA SIDO LA CLAVE DE SU ÉXITO, la clave que desde su juventud les ha proporcionado el AMOR necesario para obtener todo lo que juntos…, incluso a veces a través de la distancia, ¡han conseguido!: MANTENERSE UNIDOS en los momentos de luchas y dificultades que han dado como resultado un bienestar material para ellos y su familia por la que siempre se han desvivido y sobre todo  un bienestar de reconocimiento de todos los que con ellos se han relacionado, vecinos, amigos, familiares, compañeros de trabajo, superiores, jefes… TODOS han reconocido y verificado la calidez humana, la honradez y dignidad de una vida que ha merecido el respeto de aquellos que han tenido la oportunidad de conocerlos y tratarlos en algún momento de ¡ESTOS CIEN AÑOS!.

POR ESO Y POR SUS 75 AÑOS DE  FELIZ MATRIMONIO, DAMOS GRACIAS A DIOS.

Y para que este recordatorio DE UNAS VIDAS DIGNAS, PLENAS DE FIDELIDAD Y FELICIDAD, no sea un panegírico protocolario y superfluo…, junto a la acción de gracias, queremos y debemos también, dar un “repaso” a nuestras vidas para encontrar cada uno     de nosotros motivos de dar gracias y de comprometernos a buscar e incorporar a partir de ahora en nuestra vida,  esas  responsabilidades que nos dignificarán como personas y como cristianos creyentes durante  los años que nos toque vivir.

Pero también, y junto a Basi y Fede, reconocer cada cual nuestros fallos, errores y omisiones en nuestras obligaciones humanas y cristianas, para humildemente y en nuestro interior,  PEDIR POR ELLO  A DIOS, PERDÓN.

Un matrimonio de nuestra Parroquia ha cumplido ¡100 años! para celebrarlo han querido reunirse con sus hijos, nietos, biznieta, familiares y amigos para dar gracias a Dios en una sencilla celebración de la Eucaristía donde hemos sido invitados a unirnos y reconocer juntos nuestro PASO por la vida.

Hemos tenido ocasión de dar gracias y pedir perdón, de reflexionar y descubrir que lo único importante si nos consideramos creyentes en el DIOS DE JESUCRISTO, es pasar como ÉL, HACIENDO EL BIEN viviendo una vida digna, sencilla donde el amor, la unión, la ayuda mutua, garantiza la felicidad que todos vamos buscando, y solo encontraremos al preocuparnos de quienes están a nuestro lado, creando un ambiente de AMOR, RESPETO y PAZ. VIVIR ASÍ, en nuestra vida cotidiana, con los más próximos y allegados, SIN EXCLUIR A NADIE, es vivir dando importancia a lo que Dios espera de nosotros: que nos reconozcamos hijos de un mismo PADRE, que a pesar de las diferencias todos somos IGUALES y nos debemos ese RESPETO MUTUO y la OPORTUNIDAD de reconocer nuestros privilegios para poder COMPARTIR y LUCHAR POR y CON aquellos, a los que nuestro egoísmo, ha excluido y hecho diferentes.

¡Gracias FEDE y BASI! Por invitarnos a vuestra fiesta de la vida: ¡CIEN AÑOS: JUNTOS, UNIDOS, FELICES!